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Viernes, 19 de Abril de 2024
Guerra en Europa Oriental

Merkel reconoce que Acuerdos de Minsk sirvieron para que Ucrania ganara tiempo frente a Rusia

Víctor Herrero A.

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Putin y Merkel en 2021. Foto: EFE.
Putin y Merkel en 2021. Foto: EFE.

La ex canciller alemana aseguró en varias entrevistas que los fallidos acuerdos de 2014/15 permitieron que Kíev se preparara con tiempo ante una eventual agresión rusa, haciendo un símil con la Conferencia de Múnich de 1938. 

Admision UDEC

La ex canciller alemana, Angela Merkel, desató una tormenta política en Europa al asegurar que los Acuerdos de Minsk, firmados en 2014 y 2015 entre Rusia y Ucrania para lograr la paz en la región del Donbás, sirvieron para ganar tiempo en contra de Rusia.

“El acuerdo de Minsk fue un intento de ganar tiempo para Ucrania”, dijo Merkel en una entrevista con el influyente semanario alemán Die Zeit publicada hace unos días. “Y ese país usó ese tiempo para volverse más fuerte, como se puede ver hoy”, admitió la entonces canciller alemana.

Cabe señalar que los principales mediadores de esos acuerdos fueron el presidente francés Nicolás Sarkozy y la propia Merkel.

“Esos acuerdos buscaban evitar una guerra como la que se da hoy”, afirmó Merkel. “Que no se haya logrado, no significa que los intentos no fueran válidos”. A inicios de 2015, cuando se completaron los Acuerdos de Minsk, Rusia tenía la capacidad, según la ex canciller, de “aplastar fácilmente” a Ucrania. “Dudo mucho que en ese tiempo los países de la OTAN podrían haber hecho tanto como hoy para ayudar a Ucrania”.

“El acuerdo de Minsk fue un intento de ganar tiempo para Ucrania [...] Y ese país usó ese tiempo para volverse más fuerte, como se puede ver hoy”, admitió Merkel en una entrevista con Die Zeit .

Merkel ya había deslizado este tipo de análisis en una entrevista con el semanario Der Spiegel a fines de noviembre. Sus declaraciones se deben en parte a una ola de críticas sobre lo que muchos consideran fue una actitud demasiado confiada hacia Rusia durante sus 16 años en el poder (noviembre de 2005 a diciembre de 2021), la cual llevó a Alemania a aumentar la dependencia energética del gas y petróleo rusos. 

En 2021, por ejemplo, 32% del suministro de gas de Alemania provino de Rusia, seguido del 20% desde Noruega y sólo un 5% de producción doméstica, según cifras publicadas por Reuters. De todos modos, el acercamiento de Berlín a Moscú comenzó durante el gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder a fines de los años 90. El ex canciller fue hasta mayo de este año miembro del directorio de Rosneft, el gigante petrolero ruso, pero fue forzado a dejar su puesto después de que el actual gobierno alemán, también encabezado por un socialdemócrata, le quitara varios privilegios de ex gobernante por su cercanía con Rusia y específicamente con Vladimir Putin, el presidente ruso. Eso también llevó a Schröder a declinar la oferta de Gazprom, la mayor empresa de gas del mundo propiedad estatal rusa, de integrar su consejo directivo.

Putin aseguró haberse sorprendido con los dichos de la ex canciller, con la cual compartió en decenas de ocasiones durante la última década y media. “Honestamente, me tomó completamente por sorpresa”, aseguró, según consigna el diario alemán Der Tagesspiegel. “Es decepcionante. Honestamente, no esperaba oír algo así de la ex canciller”.

“Es decepcionante. Honestamente, no esperaba oír algo así de la ex canciller”, dijo Putin según consigna el diario alemán Der Tagesspiegel.

Cabe recordar que, después de los Acuerdos de Minsk, Putin en reiteradas ocasiones aseguró que las obligaciones no se estaban cumpliendo -entre otras, la promesa de una mayor autonomía para el Donbás, predominantemente ruso, región que fue fuertemente militarizada por las fuerzas ucranianas desde 2014-, y que varias veces advirtió a Occidente, en especial Estados Unidos, que una ampliación de la OTAN para incluir a Ucrania sería considerada una agresión hacia Rusia. De hecho, como ‘causa bélica’ para la invasión de febrero de 2022 usó precisamente esos argumentos.

Al inicio fue Crimea

La tesis de la ex canciller Merkel de que los Acuerdos de Minsk sirvieron para ganar tiempo para Ucrania, recuerda a la Conferencia de Múnich de 1938. En esa ocasión, el primer ministro británico, Neville Chamberlaine, trató de implementar una política de contención tras la anexión de Austria y partes de Checoslovaquia por de la Alemania nazi.

En un largo perfil y entrevista con Der Spiegel, Merkel dijo que había quedado gratamente sorprendida por la película británica Múnich, en vísperas de una guerra (estrenada por Netflix en 2021). “A ella le gustó que mostraran al antecesor de Winston Churchill bajo otra perspectiva: no el temeroso e inconsciente promotor de [Adolf] Hitler, sino que como un estratega que logró ganar tiempo para que su país se preparara ante un ataque alemán”, consigna el medio.

El Múnich de 1938 suena así al Minsk de 2014/15. De hecho, los acuerdos de Minsk también ocurrieron tras una anexión: la de la Península de Crimea por parte de Rusia en 2014.

El Múnich de 1938 suena así al Minsk de 2014/15. De hecho, los acuerdos de Minsk también ocurrieron tras una anexión: la de la Península de Crimea por parte de Rusia en 2014.

Después de esa anexión la OTAN aumentó su presencia militar en los Balcanes. “Pero debimos haber reaccionado con mayor rapidez a la agresividad de Rusa”, afirmó Merkel en la entrevista a Die Zeit.

Tras Crimea, los 28 países miembros de la OTAN, que se ha expandido en las últimas dos décadas hacia estados de Europa Oriental, concordaron aumentar en un 2% del PIB el gasto militar, meta a la cual Alemania no llegó. “A pesar de aumentar el gasto, no logramos ese objetivo”, afirmó a modo de autocrítica.

Tras la anexión de Crimea, el entonces secretario de Estado de Barack Obama, John Kerry, visitó la capital ucraniana y anunció un préstamos estadounidense de US$ 1.000 millones en ‘asistencia técnica’ para ese país. “No me parece apropiado invadir a un país y a punta de pistola dictar lo que quieres conseguir”, dijo Kerry en esa ocasión. “Ese no es un comportamiento propio del siglo 21, de un país que es parte del G-.8”.

“Esta guerra pone fin a una fase de la historia [...] Pone fin a una fase eufórica, la del triunfo de la libertad en 1989. Hoy enfrentamos un mundo que se volvió a llenar de complicaciones”, concluyó Merkel en su controvertida entrevista.

Poco después, Rusia fue expulsada del G-8.

Unos meses después, en febrero de 2015 y mientras se negociaban los Acuerdos de Minsk (capital de Bielorrusia), Kerry volvió a visitar Kíev prometiendo US$ 16,4 millones en apoyo militar a las fuerzas armadas ucranianas en su lucha en contra de los separatistas pro-rusos en el Donbás. Una declaración de la Secretaría de Estado en ese momento aseguró que “este financiamiento se usará para apoyar la respuesta del gobierno de Ucrania ante la crisis provocada por las acciones agresivas de Rusia”.

Una de las reflexiones de la ex canciller Merkel, criada en la ex Alemania comunista, fue acerca del cambio de época que vive Europa. “Esta guerra pone fin a una fase de la historia”, aseguró en la entrevista. “Pone fin a una fase eufórica, la del triunfo de la libertad en 1989. Hoy enfrentamos un mundo que se volvió a llenar de complicaciones”.



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