A fines de diciembre de 2020, la subsecretaria Paula Daza admitió la llegada de la variante británica del Covid-19 a Chile, cuestión que confirmó tres días después de que se detectara. El ministro de Salud, Enrique Paris, anunció en esa fecha la creación de un grupo de trabajo en conjunto con universidades del país liderado por el ministro de Ciencias, Andrés Couve, para darse a la tarea de aumentar la cantidad de secuenciación del virus, análisis fundamental para observar cómo ha cambiado la estructura genómica del virus y así conocer la presencia o surgimiento de variantes.
En marzo de 2021, la variante que causaba temor en Latinoamérica y el mundo era la P1 -también conocida como la variante brasileña- y nuevamente el ministro Paris salió a anunciar su sociedad con las universidades: “vamos a sumar a una red universitaria que puede ampliar la capacidad de secuenciación. Hoy día nuestro ISP [Instituto de Salud Pública] hace aproximadamente 170 secuencias semanales y queremos ampliar esa capacidad a cerca de 500”, dijo el 30 de marzo, y el 3 de abril, lo convirtió en anuncio, señalando que esa operación comenzaría “la próxima semana”.
Sin embargo, a casi dos meses del anuncio la realidad es muy distinta.
Los datos oficiales sobre secuenciación genómica en Chile pueden consultarse en el Informe Epidemiológico sobre circulación de variantes del coronavirus en el país, el último de los cuales tiene datos actualizados al 10 de mayo de 2021. En ese informe se señala el número de casos confirmados con Covid-19 a los que se le hizo secuenciación genómica hasta esa fecha. Se trata de 1.369 secuenciaciones, entre casos positivos comunitarios y de aeropuertos.
¿Qué ha imposibilitado el actuar de las universidades? Básicamente que el gobierno no ha puesto a disposición de estas los insumos necesarios, lo que respondería a problemas de logística y financiamiento.
Según el informe sobre seguimiento de variantes anterior al mencionado, con datos al 9 de abril de 2021 -una semana después del anuncio del ministro Paris- entre casos comunitarios y en aeropuertos, se habían secuenciado un total de 710 muestras de Covid-19 positivo.
Esto significa que entre el 9 de abril y el 10 de mayo se hizo un total de 659 secuenciaciones genómicas, es decir tan sólo 165 semanales. Las mismas 170 que el ministro puso de línea de base, si se aproxima la cifra, y muy lejos de las 500 prometidas.
Sin las universidades
Tal como ha podido averiguar INTERFERENCIA, dicho acuerdo con las universidades no ha sido efectivo, con la excepción de la Universidad Católica, la que sí se ha sumado a la detección de variantes en casos de Covid positivos.
¿Qué ha imposibilitado el actuar de las universidades? Básicamente que el gobierno no ha puesto a disposición de estas los insumos necesarios, lo que respondería a problemas de logística y financiamiento.
Uno que ha seguido de cerca la relación entre las universidades y el gobierno para realizar secuenciación del virus en el país, y así poder comprender su comportamiento y la presencia de variantes, ha sido Miguel Allende, director del Centro de Regulación Genómica (CGR) y académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Allende viene realizando este tipo de análisis con otros investigadores desde el primer semestre de 2020.
“Cuando el ministro Paris hizo el anuncio de las 500 secuenciaciones semanales, de inmediato dije: imposible", relata Allende en conversación con INTERFERENCIA. “Nosotros armamos un consorcio con otros investigadores de distintas universidades y le hicimos ver la importancia de hacer estos análisis al gobierno el 1 de junio del año pasado, pero la verdad no nos pescaron. Hubo una renovada atención en diciembre, cuando llegó la variante británica, y ahora finalmente nos invitaron”, señala el investigador.
“Cuando el ministro Paris hizo el anuncio de las 500 secuenciaciones semanales, de inmediato dije: 'imposible'”, dice Miguel Allende de la Universidad de Chile.
Sobre la puesta en marcha de esta asociación con las universidades, señala que “el gobierno ha tenido problemas de logística y financiamiento. Los insumos no son tan fáciles de conseguir y el Ministerio de Ciencias no tenía las platas”. Según Allende, finalmente el Ministerio de Ciencias consiguió algunos recursos a través del Ministerio de Hacienda, pero a través de un mecanismo que no dejó conforme a los científicos universitarios.
“Es un mecanismo de compra de servicios. Eso no nos gusta, porque significa que hay que hacer la secuenciación con recursos propios, pagarle a la gente, comprar insumos, y luego el ejecutivo reembolsaría esos fondos. Es un mecanismo que a la universidades no les acomoda porque no tienen los recursos suficientes para hacer esa bicicleta financiera”, señaló Allende.
Según pudo averiguar INTERFERENCIA, el Ministerio de Ciencias también ha estado buscando financiamiento en el mundo privado, para lo cual ya habría conseguido comprometer dineros de parte de dos empresas de la gran minería.
La falta de secuenciación del virus en territorio nacional ha sido fuertemente criticada por numerosos expertos, puesto que deja al país "a ciegas" respecto de cómo se comporta el virus en territorio nacional, si ha surgido alguna variante en nuestro territorio, y también sobre el ingreso de variantes extranjeras.
Según pudo averiguar INTERFERENCIA, el Ministerio de Ciencias también ha estado buscando financiamiento en el mundo privado, para lo cual ya habría conseguido comprometer dineros de parte de dos empresas de la gran minería.
La genetista Florencia Tevy señala que "no es nueva la necesidad de tener vigilancia genómica o un monitoreo de cómo es la secuencia del virus a través del tiempo en un territorio, porque lo que mejor saben hacer los virus es precisamente mutar". Es por ello que considera fundamental "monitorear la velocidad de mutación los tipos, qué características tienen y así ver si hay variantes de preocupación o interés epidemiológico. Al estudiar más una variante puedes darte cuenta que, por ejemplo, está relacionada con característica preocupante como que puede ser más infeccioso, por ejemplo".
Tevy señala que "en Chile se secuencia poco para el PIB per capita que tiene. Estamos mejor que Perú o Bolivia, pero mucho peor que los países desarrollados, y además estamos llegando tarde a hacerlo".
INTERFERENCIA se comunicó con el Ministerio de Salud ayer en la tarde para conocer detalles sobre la cantidad de secuenciación genómica desde el anuncio del ministro Paris, además en qué se encuentra el acuerdo con las universidades, pero al cierre de esta edición no habíamos conseguido una respuesta.
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