Cuando en 1989 se realizaron elecciones presidenciales y parlamentarias por primera vez luego de 17 años de dictadura, el resultado fue claro: la Democracia Cristiana (DC) consiguió poner a Patricio Aylwin en La Moneda, 38 de 120 diputados en la Cámara, y 13 de los 38 senadores electos. Sin lugar a dudas, era el partido más grande de la Concertación, y de todo el sistema, con la mayor presencia en el Congreso. 

Hoy, a 33 años de esas elecciones, la DC tendrá tan solo 8 diputados en la Cámara (ver gráfico), y 5 representantes en el Senado. Su candidata presidencial, Yasna Provoste, consiguió un 11,6% de los votos en la primera vuelta celebrada el año pasado, posicionándose en el quinto lugar.

La crisis es innegable en uno de los partidos más grandes que ha tenido la historia reciente de Chile, y supone un oscuro telón de fondo para las elecciones por la presidencia del partido que se tendrán que definir en una segunda vuelta el 6 de febrero, en las que se enfrentarán el alcalde de La Granja, Felipe Delpín, y la diputada por la región del Bio Bio, Joanna Pérez.

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Cantidad de diputados y votación desde 1989 a la fecha.

Delpin, quien suma el apoyo de Yasna Provoste y sectores más progresistas en la DC, propone un cambio en la conducción, considerando el mando que hasta hace poco tuvo Fuad Chahín en la falange, prometiendo una renovación y modernización acorde con las transformaciones del país. Por otro lado, Joanna Pérez representa más bien la continuidad del ala más conservadora del partido, encabezada por Fuad Chahín, uno de los líderes del sector “colorín” en la falange. 

Salga quien salga, lo cierto es que la DC ha perdido terreno como ningún otro partido en el escenario político actual. A los malos resultados en elecciones populares -con la excepción de las elecciones de intendentes, en las que obtuvieron buenos resultados- se suma el hecho de que Gabriel Boric (CS), el Presidente electo, decidió prescindir de representantes de la Democracia Cristiana para la confección de su gabinete. Además, recientemente dijo que tampoco habría nominaciones de falangistas en las subsecretarías. 

Cinco votos DC de oro en el Senado

Así las cosas, la DC se ha convertido en la derrotada de todos los frentes, en especial si se toma en consideración la abierta alianza que sectores de la ex Concertación liderados por el Partido Socialista (PS) han hecho con el gobierno de Gabriel Boric.

En ese complicado escenario, al interior de la Democracia Cristiana tienen claro lo que hay que hacer. ¿El único capital político de peso que poseen? Cinco votos de oro en el Senado para el gobierno de Gabriel Boric durante los próximos cuatro años.

Para lo cual basta observar su gabinete donde los socialistas cuentan con los ministerios de Relaciones Exteriores (Antonia Urrejola), Defensa (Maya Fernández), Vivienda (Caarlos Montes) y de algún modo Hacienda, considerando la cercanía de Mario Marcel con el partido. A lo que hay que sumar el equipo de subsecretarios que acompañará a Izkia Siches en Interior, los cuales son todos cercanos a la facción de la Nueva Izquierda del PS, en partucular al ex subsecretario de Interior de Michelle Bachelet (PS), Mahmud Aleuy. 

En ese complicado escenario, al interior de la Democracia Cristiana tienen claro lo que hay que hacer. ¿El único capital político de peso que poseen? Cinco votos de oro en el Senado para el gobierno de Gabriel Boric durante los próximos cuatro años.

Votos aún más valiosos en un Senado en el que las fuerzas de oposición y oficialismo se encuentran virtualmente empatadas.

Se trata de Yasna Provoste, Ximena Rincón, Francisco Huenchumilla, Matías Walker e Iván Flores; senadores que serán clave para la aprobación de los distintos proyectos que el futuro gobierno tenga que presentar. “Hasta ahora hemos sido los únicos en apoyar a Gabriel Boric sin tener ningún tipo de condición, pero debe haber un gesto”, mencionó un parlamentario DC fuera de micrófono en conversación con nuestro medio.

Y ese gesto sería que el nuevo gobierno y su coalición ayude a los DC a obtener la testera del Senado.

En tal sentido, la 'cocina socialista', que dejó fuera de toda negociación a los demócratacristianos en el Senado, ha sido motivo de comentarios entre parlamentarios de la DC, varios de los cuáles apuntan a una "traición" socialista y miran con recelo la reciente alianza política del PS con el Frente Amplio (FA). Hoy el PS se encuentra negociando la presidencia del Senado para los próximos cuatro años con la derecha y el PPD, donde suenan como nombres fuertes los de los socialistas Alfonso De Urresti, y Álvaro Elizalde, el actual presidente del colectivo,

En tanto, la decisión de la bancada demócratacristiana es postular al senador Francisco Huenchumilla a la Presidencia del Senado. Huenchumilla, cercano a Provoste y a sectores menos conservadores en la DC, publicó un comunicado abierto hace algunos días, en el que felicita a Gabriel Boric por la elección de su gabinete pese a que remarca que la DC es el único partido de la ex Concertación que no lo compone. “En estas circunstancias, y por consiguiente, no somos oposición a su gobierno; pero tampoco somos integrantes de éste. Nuestro apoyo fue incondicional, sin exigencia alguna”, señala. 

Huenchumilla también tuvo palabras para el PS y el resto del bloque concertacionista: “Termina así también el ciclo histórico del trabajo conjunto de las fuerzas de centroizquierda, desde el eje articulador entre el PS-DC que, con sus luces y sombras, condujo el Estado en uno de los momentos de mayor progreso y estabilidad del país. Entendemos que los procesos sociales y políticos son dinámicos, y lo asumimos sin reparos. Sin embargo, creo que, en las formas, el procedimiento pudo haber sido más acorde con el affectio societatis que alguna vez nos unió”, menciona en el comunicado, poniendo énfasis en el quiebre de la ex Concertación. 

Por otra parte, existe molestia en la DC con el propio gobierno entrante, pues consideran que han tratado injustamente mal al partido, haciéndolo ver como la encarnación de los frenos en los avances del progresismo, en circunstancias que consideran que eso es falaz. Piensan que en todos los partidos de la anterior coalición gobernante hubo fuerzas retrógradas, no solo en la DC, y las que ahora están entrando con fuerza en el gobierno, como lo es el ingreso de la facción de la Nueva Izquierda del PS, a la que muchos responsabilizan de abandonar el proyecto transformador del segundo gobierno de Michelle Bachelet. 

"Usan a la DC como elemento purificador del nuevo gobierno, pero eso no se condice con todos los nombramientos respecto del PS", señalan fuentes al interior del Senado.

​​​​​​El dilema de Giorgio

Como es de conocimiento público, los senadores de la Democracia Cristiana suelen tener diferencias de opiniones entre sí, en atención a las distintas facciones internas a las que representan. Basta ver las declaraciones cruzadas que hubo el año pasado entre Ximena Rincón y Yasna Provoste, cuando Rincón era la precandidata oficial del partido, al mismo tiempo que la popularidad de Provoste crecía, además de sus números en las encuestas presidenciales, lo cual tuvo como salida que Provoste fuera la candidata presidencial de la DC y Ximena Rincón terminara en la Presidencia del Senado. 

Esto, debido a que la DC está negociando los apoyos para conseguir la Presidencia del Senado directamente con el equipo de Boric. De esta manera, según fuentes del Senado, será Giorgio Jackson -el futuro ministro de la Secretaría General de la Presidencia- quien tendrá que conseguir los votos del PS y el resto de la ex Concertación para así conseguir a futuro los cinco votos de la DC en el Senado, dejando en la testera a Huenchumilla como señal de buena voluntad.

Fuentes al interior del Senado señalan a nuestro medio que “es raro que todos los senadores de la DC estén tan de acuerdo como en esta ocasión, en la que todos están detrás de Huenchumilla para la Presidencia y cualquier tipo de negociación. Pertenecen a distintos lotes, pero están alineados”.  

La jugada de la DC por la Presidencia del Senado se da en contrapartida con los movimientos que ha hecho el PS, de manera que los senadores DC pretenden establecer una relación directa con el FA y el futuro gobierno de Gabriel Boric, lo cual podría complicar la incipiente alianza que establecieron con el PS. 

Esto, debido a que la DC está negociando los apoyos para conseguir la Presidencia del Senado directamente con el equipo de Boric. De esta manera, según fuentes del Senado, será Giorgio Jackson -el futuro ministro de la Secretaría General de la Presidencia- quien tendrá que conseguir los votos del PS y el resto de la ex Concertación para así conseguir a futuro los cinco votos de la DC en el Senado, dejando en la testera a Huenchumilla como señal de buena voluntad.

Una tarea difícil en esta legislatura y en la que inicia en marzo, pues el FA solo tiene un senador -Ignacio Latorre- y Apruebo Dignidad solo cuatro más (dos de FRVS y dos del PC), por lo que inevitablemente las cartas a usar por parte de Jackson provienen de los compromisos que puede adoptar desde el Ejecutivo.

Es así como hoy en el Senado se vivió un complicado episodio, según relata La Tercera, en el cual el senador Alfonso De Urresti -quien suena con fuerza para representar al PS en la mesa del Senado- se indignó con Jackson, el encargado político con las relaciones con el Congreso, en una discusión que llegó incluso a los improperios.

Según varias fuentes del Senado, esta discusión se debió precisamente a las intenciones de la DC de ocupar la presidencia del Senado, lo cual le quitaría espacio a otros partidos de la ex Concertación para presidir dicha corporación durante los próximos cuatro años.