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Viernes, 18 de Julio de 2025
Querellante visita a querellados

Querellados por el mismo INDH: Sergio Micco visitó a tres gendarmes imputados por tortura incluyendo corte de dedos a un interno

Diego Ortiz
Joaquín Riffo
Francisco Velásquez (Mongabay Latam)

El director del Instituto Nacional de Derechos Humanos visitó a los funcionarios en prisión preventiva acusados de torturar y mutilar a un joven de 20 años con medicación psiquiátrica. La víctima no ha sido visitada por Micco y se encuentra en prisión fuera de la Región Metropolitana.

El pasado miércoles 13 de abril, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, se apersonó en la ex Penitenciaría de Santiago con el fin de reunirse con asociaciones gremiales de Gendarmería y con el director de la misma institución, Christian Alveal. Según señaló la cuenta de Twitter del INDH, esta reunión tuvo como foco “las condiciones en las que los funcionarios civiles y uniformados desarrollan sus labores”, además de realizar “una visita a la ex Penitenciaría para constatar las condiciones de privación de libertad de los internos”.

En ese contexto, Micco también aprovechó para reunirse con un capitán, un sargento y un gendarme, todos funcionarios de Gendarmería acusados de gasear, golpear y mutilar a un interno en 2020, razón por la cual se encuentran en prisión preventiva, decisión decretada por el 7° Juzgado de Garantía de Santiago y respaldada por la Corte de Apelaciones de la misma ciudad.

Interferencia consultó al INDH por los motivos detrás de la visita a los tres imputados por torturas, quienes son querellados por la propia entidad, ante lo que se aseguró que se trató de una reunión en un contexto “más general”, no siendo la visita un “hecho aislado”; sino que motivada en la ya mencionada constatación de condiciones para los privados de libertad. 

De todos modos, la decisión de Micco de reunirse con las asociaciones gremiales de Gendarmería y con los tres gendarmes en prisión preventiva causó ruido dentro de los trabajadores del INDH, quienes apuntaron a las dificultades que han tenido sus propias organizaciones gremiales para establecer un diálogo fluido con él; además de la señal que envía el director del INDH al reunirse con tres internos que están siendo querellados por tortura por el propio Instituto. 

Desde el INDH aseguraron que la visita a los gendarmes judicializados por tortura se trató de una reunión en un contexto “más general”, no siendo la visita un “hecho aislado”; sino que motivada en la constatación de condiciones para los privados de libertad. 

En ese sentido, según fuentes al interior de Gendarmería, esta visita también responde a un intento por apaciguar los ánimos dentro de los propios funcionarios de la institución penitenciaria, puesto que existiría disconformidad con el proceso legal que llevó a los tres gendarmes a estar presos. Los funcionarios acusan que se les privó de una defensoría legal adecuada por parte de la institución dirigida por Alveal, lo que incluso podría derivar en una huelga en el futuro, según conoció Interferencia.

Esta redacción consultó al INDH por el motivo de la visita a los tres querellados por el servicio y si se encontraba en la agenda del director visitar también a la víctima. 

La respuesta llegó a través de una declaración, la que cuatro horas después de entregada a esta redacción fue publicada en las redes sociales de la institución, donde indican que Micco acudió a la ex Penitenciaría con “el objetivo de interiorizarse sobre las condiciones de privación de libertad de la población penal que se encuentra recluida”. Respecto a los tres gendarmes imputados de torturas, la institución comentó que “además, conversó con tres funcionarios de esa institución que se encuentran cumpliendo prisión preventiva”. (Revise acá la declaración del INDH). 

La decisión de Micco causó ruido dentro de los trabajadores del INDH, quienes apuntaron a las dificultades que han tenido sus propias organizaciones gremiales para establecer un diálogo fluido con él; además de la señal que envía el director del INDH al reunirse con tres internos que están siendo querellados por tortura por el propio Instituto. 

Cerca del final del comunicado, la institución apunta que “es importante recordar que los derechos humanos son universales, esto es, que pertenecen a todas las personas sin ningún tipo de condicionamiento”, pero en ningún momento se menciona a la víctima defendida por el Instituto, mutilada, según la Fiscalía, por los gendarmes que visitó Micco. 

Desde comunicaciones complementaron la declaración indicando que la víctima de iniciales J.R. “no está privado de libertad en Santiago” ante la consulta de una visita del director durante la jornada de ayer a la víctima, además de mencionar que la reunión con los tres imputados se dio en el marco de un contexto “más general”, no siendo el encuentro un “hecho aislado”.

Gas, golpes y dedos mutilados

Esta redacción tuvo acceso a la carpeta investigativa del caso, donde un jóven de 20 años afirma haber sido agredido por tres gendarmes de iniciales C.R, M.C. y MM., estando la víctima privado de libertad. Cabe mencionar que se protege la identidad de los gendarmes, pues en caso contrario podrían sufrir represalias por parte de los reos.

Según el relato de los hechos que acompaña la querella, la víctima se encontraba aislada, cumpliendo cuarentena en el módulo D por haber salido positivo por Covid-19. Luego de horas de encierro, decidió subir las escaleras hasta el cuarto piso, con el objetivo de preguntarle a un amigo si le podía entregar cigarrillos. En dicho contexto se habría acercado uno de los funcionarios de Gendarmería, sumamente alterado, propinándole golpes en su cabeza, en el cuerpo y gritándole “¿Qué te pasa concha de tu madre? ¿Qué película te estás pasando? Baja al tiro concha de tu madre”. 

Posteriormente el mismo funcionario fue a buscar a la víctima a la pieza, ingresando al lugar otros dos gendarmes. Entre los tres funcionarios sacaron a J.R. de la pieza y le arrojaron gas en su cara. Luego lo obligaron a descender las escaleras propinándole fuertes golpes con sus palos, hasta llegar a una oficina. Allí lo habrían encerrado, tirado al suelo y golpeado con palos. La víctima refiere que no podía ver mucho pues mantenía gas en sus ojos, sin embargo, de todas formas logró percatarse al escuchar un sonido parecido a un “click”, de que uno de los funcionarios abrió su chaqueta y desde allí sacó un corta cartón con el que le cortó los dedos de su mano izquierda. 

Acto seguido, según el relato de la víctima, el funcionario le propinó una patada en su pecho. En el mentado contexto J.R. sintió una sensación de frío en su mano izquierda y escuchó que uno de los funcionarios exclamaba lo siguiente: “Se te pasó la mano huevón”, “Llevemos a este huevón al tiro para allá”. 

Los funcionarios esposaron a J.R. y los trasladaron, con las manos ensangrentadas, hasta el módulo de la enfermería de la Penitenciaría. De acuerdo con el relato, la enfermera del lugar indicó a los funcionarios de Gendarmería que ella no podía realizar las curaciones pues los dedos del herido se encontraban literalmente “colgando”, por lo que la situación resultaba verdaderamente grave. Dada la gravedad de las lesiones, el agredido debió ser trasladado de forma inmediata al Hospital Penal. 

Según fuentes al interior de Gendarmería, la visita de Micco también responde a un intento por apaciguar los ánimos dentro de los propios funcionarios de la institución penitenciaria, puesto que existiría disconformidad con el proceso legal que llevó a los tres gendarmes a estar presos.

Una vez ingresado el personal médico le preguntó a J.R. su nombre, sin embargo él respondió que prefería no entregarlo porque es un hombre positivo de Covid, esquizofrénico y el personal de Gendarmería lo estaba agrediendo, como demostraba su dedo ensangrentado. Luego J.R. intentó correr, siendo reducido por un funcionario que le propinó una patada para inmovilizarlo. Posteriormente, fue sentado en una camilla y se le acercó un médico a revisarlo y tranquilizarlo. Acto seguido y según la declaración, el médico le apretó los dedos, sintiendo J.R. un dolor indescriptible, para luego ser vendado en el lugar de la lesión. La víctima inevitablemente comenzó a pensar que perdería sus dedos. 

El doctor le preguntó con qué se había cortado. J.R. respondió que un funcionario de Gendarmería lo había agredido con un corta cartón. A estas alturas el dolor experimentado por el agredido resultaba insoportable, de acuerdo con su declaración. Posteriormente la víctima refiere haber sido llevada hasta el Hospital de Urgencia de Asistencia Pública (Ex Posta Central), donde le colocaron puntos para cerrar la herida de su mano izquierda. El joven de 20 años señala que en esa ocasión el doctor le advirtió que sus dedos se encontraban fracturados, pero que Gendarmería no puso atención ni le brindó los tratamientos adecuados. 

Cabe agregar que el día 23 de mayo del año en curso funcionarios de Gendarmería trasladaron a J.R. hasta el Hospital Penal para realizar un control médico en relación con el estado de su mano izquierda. En dicho contexto los funcionarios golpearon a la víctima, en reiteradas oportunidades, situación que fue registrada a través de grabaciones. Mentados golpes habrían sido perpetrados a la víctima como forma de represalia a la denuncia realizada por él, en relación con los hechos acaecidos en su contra el 13 de mayo del 2020. 

El 28 de mayo del año 2020, J.R. fue trasladado desde el recinto penal -acompañado por funcionarios de Gendarmería y por un funcionario del INDH- hasta el Instituto Traumatológico con el objetivo de la realización de una evaluación de lesiones.

Molestia en funcionarios del INDH

En conversación con Interferencia, las dos organizaciones que agrupan a funcionarios del Instituto Nacional de Derechos Humanos entregaron su postura respecto de la visita del director a los gendarmes acusados de torturar a J.R. y querellados por el INDH. 

Soledad Molinet, presidenta de la Asociación de Funcionarias y Funcionarios del Instituto Nacional de Derechos Humanos (AFFINDH), expresó respecto de la reunión de Micco con los funcionarios de Gendarmería en prisión preventiva que “no entendemos, nuestro mandato institucional tiene que ver con atender las vulneraciones de derecho que cometen agentes del estado y el instituto tiene que estar con las víctimas de agentes del estado por acción y omisión”. 

Es por esta razón que Molinet indica que “no entendemos la señal que quiere mandar con esta visita que hace a imputados por querellas de torturas que han sido presentadas por el INDH. No comprendemos qué señal quiere dar”.

Para los funcionarios del INDH “parece paradójico que (Micco) aparezca en redes sociales sosteniendo diálogo con organizaciones gremiales de otros servicios, siendo que en su propia institución cortó el diálogo con sus trabajadores”.  

Además, tuvo palabras de la reunión del director con asociaciones gremiales de otra institución, afirmando que “con nuestra asociación no ha retomado diálogo”,  ya que “desde el mes de enero hemos estado insistiendo para reunirnos con él, pero nos ha derivado con sus asesores y no nos contesta los correos electrónicos”. 

En su opinión, les “parece paradójico que aparezca en redes sociales sosteniendo diálogo con organizaciones gremiales de otros servicios, siendo que en su propia institución cortó el diálogo con sus trabajadores”.  

En esa línea, Molinet apuntó que, a tres meses de que Sergio Micco deje su cargo como director del Instituto, “nosotros esperaríamos que dé una señal de hacerse cargo de cómo deja nuestra institución como causante de la grave crisis interna que ha provocado.  Esperaríamos que tuviese altura de miras para poner en perspectiva el mandato institucional por sobre este liderazgo tan personalista y tan errático que ha tenido, pero no sé si en tres meses va a ocurrir algo que no ocurrió durante todo su mandato”. 

Sobre ello, sostuvo que “tenemos esperanza en el cambio del Consejo y que las nuevas nominaciones del poder ejecutivo y la Cámara de Diputado y las elecciones de la sociedad civil traigan un cambio en nuestra institución”.

Por su parte, Luis Guerrero, presidente de la asociación de funcionarios ANDEDH del Instituto, comentó que “el pasado martes la dirección retomó el diálogo con nuestra asociación gremial, no por su iniciativa, sino que por las presiones que hemos ejercido para que esto sucediera”. En esa línea, “hay un acercamiento con las asociaciones, no hay un diálogo fluido y permanente, es una relación que no se va a recuperar, nosotros sabemos eso, pero creemos que es indispensable que logremos amarrar algunas conquistas para el bienestar de los trabajadores”. 

A la vez, Guerrero aclaró que “retomar el diálogo no significa que participaremos en un lavado de imagen de su dirección. Esto no significa un borrón y cuenta nueva, porque no estamos dispuestos a ese tipo de diálogo”.

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