Faltan pocas semanas para que comience marzo, de seguro uno de los meses más relevantes en términos políticos a nivel nacional. El día 11, asumirá Gabriel Boric como nuevo presidente de la República, dando inicio a un nuevo ciclo en el que si bien existen varias figuras de la ex Concertación, gran parte del protagonismo lo tienen representantes nuevos, hombres y mujeres, que liderarán puestos clave del Poder Ejecutivo.
Pero días antes esto, el 8 de marzo específicamente, se realizará una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, fecha que en los últimos años ha quedado marcada como uno de los principales hitos políticos debido a las considerablemente masivas manifestaciones que se realizan a nivel nacional.
La principal movilización es la Huelga General Feminista, convocada cada 8 de marzo desde 2019 por la Coordinadora Feminista 8M y que en 2020 tuvo su participación más alta con más de 1 millón de mujeres manifestándose en las calles de Santiago, más otras miles en el resto de las ciudades del país. De hecho, justo durante este fin de semana se encuentran desarrollando el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que Luchan, instancia en que definen las claves de la próxima huelga además de la agenda para el resto del año.
A raíz de esto mismo, la mirada de la coordinadora es fundamental para el panorama político actual, considerando que el feminismo es uno de los ejes principales en el proceso de cambios que se viven en Chile.
La Coordinadora Feminista 8M además forma parte de Movimientos Sociales Constituyentes –a través de la convencional Alondra Carrillo–, articulación política creada al interior de la Convención que además integra otros grupos de distintos territorios del país, como por ejemplo, el Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima).
Este bloque irrumpe como una nueva fuerza política dentro de la institucionalidad, después de años de ser la contraparte del poder en las manifestaciones. Hoy no son parte del gobierno que comenzará el 11 de marzo y en medio del trabajo constituyente que realizan, llevan a cabo la reflexión sobre qué hacer dentro del actual panorama político.
Por todo esto INTERFERENCIA conversó con las voceras de la Coordinadora 8M, Daniela Osorio y Pamela Valenzuela, quienes entregaron el punto de vista de la organización respecto de la entrada del nuevo gobierno, del proceso constituyente y de otros temas políticos que consideran deben ser tratados con urgencia, más allá de lo que haga la institucionalidad, en los cuales los movimientos sociales tendrán un rol fundamental.
- ¿Cuáles son las expectativas que tienen con el gobierno entrante?
P.V: Nosotras nos hemos declarado en autonomía desde el inicio de la coordinadora, entonces nuestras opiniones parten desde esa reafirmación, de que somos un proyecto autónomo de todos los poderes, ya sean partidos políticos, iglesia, gobierno y poderes empresariales. Desde esa autonomía hemos tomado decisiones colectivas, como haber llamado a votar por Gabriel Boric en segunda vuelta. Ese llamado trasciende a la persona misma de Gabriel Boric, porque tomamos esa decisión ante el otro escenario, que el candidato pinochetista (José Antonio Kast) se instalase en el gobierno, por todo lo que conllevaba el programa y el desarrollo que han tenido los fascismos en el último tiempo en el país. Frente a eso el programa de Gabriel Boric y su proyecto político nos ofrece un escenario en el cual nosotras podemos seguir disputando y abriendo caminos para nuestras luchas desde nuestra posición de autonomía, donde nuestra lucha ya no es sólo desde una posición de resistencia y defensa de la vida, sino también de seguir avanzando y profundizando un proceso que nosotras hemos venido sosteniendo desde antes de la revuelta, sino que desde 2018 de manera continua e intensa.
El feminismo lleva más de un siglo en el país, ha tenido mayores momentos de algidez que otros, y nosotras también nos reconocemos herederas y continuadoras de ese proyecto político que busca la emancipación de la vida. Entonces nuestras expectativas dentro de ese escenario, en el cual hay un gobierno que ya no es de un candidato pinochetista, es seguir corriendo el cerco, tanto en el escenario de la constitución, para que haya una nueva, que haya un plebiscito de salida, pero que además esa constitución tenga escritos los derechos desde nuestras voces y como los hemos escrito nosotras, que nos hemos embarcado en el tema de las iniciativas populares de norma, por ejemplo. Hay otro ámbito que tiene que ver con los derechos humanos, con la prisión política y con aquellas cosas que consideramos son urgencias y que no esperan a que haya una nueva constitución o un proceso de redacción de leyes, sino que son cosas que deben ocurrir hoy, porque si no ocurren hoy está en riesgo la vida.
"Nuestras expectativas, que son algo que todavía estamos debatiendo, están por poder correr el cerco, por empezar a profundizar elementos como democracia paritaria, derechos sexuales y reproductivos, legalización del aborto"
Entonces nuestras expectativas, que son algo que todavía estamos debatiendo, están por poder correr el cerco, por empezar a profundizar elementos como democracia paritaria, derechos sexuales y reproductivos, legalización del aborto, que la crisis del agua tenga soluciones bien concretas, porque a la gente se le siguen muriendo los animales, la tierra se sigue muriendo y el agua sigue faltando en los territorios. Entonces medidas que tiendan a disminuir precariedades y a erradicar precariedades que hoy son insostenibles.
D.O: Vamos a estar muy pendientes de lo que va a hacer el gobierno de Boric, pero esto no significa que vayamos a tener un rol fiscalizador, sino que vamos a estar mirando cuáles son las propuestas. Nosotras partimos de la idea de que Boric obedece a una mirada más socialdemócrata de la política, no creemos que sea un cambio muy radical, su constitución ministerial también tiene viejas figuras de la Concertación. Independiente de que hayan cosas buenas, como el hecho de que hayan feministas dentro de este nuevo gabinete y que incluso haya incorporado al Ministerio de la Mujer al Comité Político, no deja de lado de que haya muchas figuras de la Concertación en puestos muy estratégicos.
- Tomando en cuenta a estas figuras de la ex Concertación ¿Creen que se pueda ir corriendo el cerco?
D.O: Creo que son señales. También está dando señales al feminismo con ciertos nombramientos. Pero se necesita más que eso, estamos en un contexto de crisis y una de las preguntas fundamentales va a ser quién va a pagar ese crisis ¿nosotros los pobres, la clase trabajadora, o serán los ricos? Ahí es donde yo creo que está el hilo fundamental sobre cómo se medirán las políticas que va a sostener el gobierno de Gabriel Boric. Tenemos una expectativa un poco baja debido a la conformación del gabinete, se ha ido manteniendo la figura de administración posdictadura y aparece como una Concertación más renovada, lo que es bien complejo para nosotras.
"Tenemos una expectativa un poco baja debido a la conformación del gabinete, se ha ido manteniendo la figura de administración posdictadura y aparece como una Concertación más renovada"
- Sobre esto, ustedes tuvieron una opinión bastante crítica respecto de la decisión de que Irina Karamanos asumiera como primera dama ¿Es una mala señal?
P.V: Habla de los límites que tiene este gobierno y de los clivajes políticos que están en la interna. Distinto habría sido si no hubieran hablado del cargo de primera dama en la campaña de segunda vuelta, pero sí lo hicieron, y lo hicieron de manera rotunda, dijeron que era algo que debiera abolirse. El rol de primera dama obedece a la división sexual del trabajo, perpetuando una continuidad histórica de lo que se supone deben hacer las mujeres en la sociedad, que no le habla a todas las feministas ni a todo el feminismo. El rol de primera dama no tiene que ver con el programa o proyecto político más allá de que se le impongan determinadas tareas, además subervigila y fiscaliza materias solo del mundo de los cuidados, a lo cual si bien en su programa podrían darle un giro, nosotras en nuestra autonomía podemos decir que quizás no es el camino, quizás es continuar con una institucionalidad o aquello que es muy importante para un sector de este nuevo gobierno, que es mantener las bases republicanas o tradiciones de este país, más que darnos señales a nosotras.
Hay figuras del feminismo bien fuertes, como Camila Vallejo, Antonia Orellana, Izkia Siches que es referencia para los movimientos de mujeres aunque nunca la he escuchado definirse como feminista. Hay un desafío que van a tener ellos y ellas. Ellas han decidido llamarse 'gobierno feminista', pero hay que ver qué implicará eso en lo concreto ¿Abrirán el espacio a que se legalice el aborto? ¿Van a llegar con una ley maqueteada entre cuatro paredes o van a fortalecer iniciativas populares de ley que podamos ser el movimiento feminista de manera deliberativa las y les que redactemos nuestra propia ley, mientras ellos nos allanan el camino a que esto ocurra?
"Lo mismo en la relación que tenga el futuro Ministerio de la Mujer cuando se instale. El nombramiento de Antonia Orellana marca un piso mínimo, pero cuáles van a ser las seremías ¿Serán feministas también?"
Lo mismo en la relación que tenga el futuro Ministerio de la Mujer cuando se instale. El nombramiento de Antonia Orellana marca un piso mínimo, pero cuáles van a ser las seremías ¿Serán feministas también? ¿Feministas que vienen de los movimientos sociales y que han levantado los derechos de mujeres y disidencias? ¿O van a aparecer nombramientos de personas interpeladas por casos de acoso, abuso o más de lo mismo? Ahí también habrá una tensión que a nosotres nos irá diciendo cuáles serán los clivajes de esta relación. Hoy podemos decir que vamos a tener una interlocutora válida, la que en los últimos cuatro años no hubo, porque había mujeres que defendían la precarización de la vida, mujeres que invisibilizaban la violencia, mujeres que hasta hace poco no tenían un rol de defensa de mujeres y niñeces, sino que se planteaban desde una nebulosa y desde la duda. Desde ahí que salieron varias de ellas, como Isabel Plá, por ejemplo.
D.O: También hay un tema con la función pública. La figura de la primera dama no está regulada, no hay una normativa que la envuelva dentro de la función. Entonces uno de los principales problemas que nosotras planteamos es que un cargo no puede estar dado por una relación sexoafectiva. Además se pone a la cabeza de fundaciones que cumplen labores de cuidado, respecto a la niñez o la vejez, entonces ahí es donde el Estado da esta iniciativa a la primera dama para que cumpla esta función normada, entonces por donde lo miremos es una figura compleja. Entonces si se necesita que alguien se haga cargo de este departamento de cultura de la presidencia, creemos que tiene que haber una funcionaria o un funcionario que tenga el cargo, no tiene por qué ser la pareja de tal o cual, el hijo o hije de tal o cual, tiene que estar normada la función pública, porque eso también nos da garantías democráticas, transversales y no un trato diferenciado a partir de una relación sexoafectiva.
- Las expectativas son altas con este gobierno y se habla de que puede ser histórico. Cuando uno piensa en gobiernos históricos puede citar a Salvador Allende, con la nacionalización del cobre, por ejemplo. En el caso de Boric ¿Cómo podría pasar a la historia?
P.V: Yo creo que ya está dentro de la historia, eso no está en discusión. El hecho de que haya sido la elección con más participación, que haya sacado la tradición de hombres en determinados ministerios, por ejemplo, para que esté Izkia Siches en el Ministerio del Interior tuvieron que pasar 200 años, eso no es menor. Aún quedan otros ministerios que sólo los han ocupado hombres en nuestro país, como Hacienda, por ejemplo.
"Todavía quedan muchas cosas de este modelo republicano, que es profundamente patriarcal, y que este gobierno las interpela, pero el tema es saber si va a poder llevar a cabo su programa. Eso ya sería histórico"
Todavía quedan muchas cosas de este modelo republicano, que es profundamente patriarcal, y que este gobierno las interpela, pero el tema es saber si va a poder llevar a cabo su programa. Eso ya sería histórico tomando en cuenta los últimos 15 años, porque los últimos cuatro gobiernos no han podido ejecutar su programa. Bachelet I no puedo ejecutar la reforma de pensiones, ni la de salud, ni la de educación tal como las tenía pensadas. Piñera I fue muy poco lo que pudo hacer. Bachelet II, un elemento estructural de su programa, la reforma tributaria, no la pudo llevar a cabo. Y Piñera II su gobierno ha estado centrado en tratar de contener la crisis política y social. Entonces la pregunta es cuánto del programa podrá ejecutar Gabriel Boric, y cuánto de lo que se declara feminista en ese programa se podrá llevar a cabo. Ahí hay temas como derechos sexuales y reproductivos, tratamiento de las violencias, reconocimiento de todos los trabajos, el tratamiento de los ecosistemas, que no se sigan construyendo más centrales hidroeléctricas o cómo se dialoga contra el extractivismo, qué se hará en función de eso en un país que además está en crisis económica y que los grupos empresariales tienen intereses en que eso no cambie.
D.O: Si todo sale bien y como esperamos que salga, va a pasar a la historia con un cambio de constitución, que no es por él, pero está inmerso en este ciclo político en el cual esperamos darle muerte a la constitución de Pinochet. Eso va a generar un campo político distinto y mucho más fértil, el cual han ido construyendo los pueblos y los movimientos sociales, discutiendo estas iniciativas populares de norma. Se ha ido reconfigurando harto el panorama político en ese sentido y creemos que eso podría ser un proceso histórico el que este gobierno estaría atravesando.
- A propósito de esta irrupción de los movimientos sociales, no se vio mucho de esto en los nombramientos del gabinete. La Coordinadora Feminista 8M, a través de la convencional Alondra Carrillo, participa de Movimiento Sociales Constituyentes y con esto al interior de la Convención ha avanzado en la perspectiva de cómo relacionarse con el poder. Según esto ¿Cuál debería ser el rol de los movimientos sociales respecto del gobierno entrante?
D.O: Pienso que la gran tarea es constituirse como una alternativa política. Que vayan apareciendo nuevas dirigencias, puesto que la idea de representarnos en distintos espacios de poder es muy necesaria. Para nosotras la apuesta institucional era una de las apuestas tácticas, entendiendo que entrar a la Convención nos permitía cambiar el escenario político y creo que se abrirá una nueva discusión desde ese lugar, sobre cuáles son las oportunidades ¿Vamos a seguir apostando con los Movimientos Sociales Constituyentes y qué se puede ganar desde esa articulación? También sobre cómo nos podemos volcar a los territorios en esta construcción de poder. Los territorios aparecieron como algo muy determinante a la hora de expresar las representaciones populares, entonces también nos hemos hecho esa pregunta, sobre cómo se puede construir desde ahí, qué miradas podemos aportar en esta práctica política y este conocimiento que hemos ido acumulando. En esto veo una oportunidad de poder transformar de forma más radical la vida.
P.V: Quiero plantear una reflexión, que tiene que ver con la maduración política de los movimientos sociales. Hace poco en la Comisión de Sistema Político de la Convención, el día en que se debatió lo de Estado Plurinacional y Congreso Unicameral, uno de los centros hablaba sobre el rol político de los movimientos sociales y cómo habían emergido como una alternativa de construcción democrática frente a la crisis de los partidos políticos tradicionales y la corrupción profunda que les atraviesa, lo cual no quita que dentro de la misma construcción de los movimientos sociales no se atraviesen todos los problemas que atraviesa la humanidad, como el caso de Rodrigo Rojas Vade. Pero no es lo mismo que este deterioro profundo, esta podredumbre que atraviesa a los partidos del orden que administraron el poder.
"Entonces ha habido una profunda maduración política del movimiento social y una maduración que no es sólo poder tener la fuerza política y la capacidad de instalar personas dentro de una convención, sino que el avance programático"
Entonces ha habido una profunda maduración política del movimiento social y una maduración que no es sólo poder tener la fuerza política y la capacidad de instalar personas dentro de una convención, sino que el avance programático, más allá de la reivindicación de decir 'No + AFP', 'Agua para todos' o 'Nacionalización del cobre', sino de pensar en la configuración y conformación misma del Estado, la relación de los derechos de las personas y de los seres sintientes. Esto es algo que no lo han llevado los partidos, lo han instalado los movimientos sociales organizados, quienes han ejercido procesos de deliberación. Nosotras tenemos un espacio deliberativo con la asamblea del Distrito 12, que lo empujan las compañera que levantan la equipa constituyente junto con la equipa de las asambleas, donde todo lo que se ha instalado ahí proviene de esa reflexión y ese desarrollo. Hoy los movimientos sociales no es sólo hablar de gente que se junta por alguna situación que les ocurrió, sino que habla de que hay un proceso, una trayectoria política donde hay una configuración y una reflexión que apunta desde lo profundo a transformar la vida, a imaginar y proponer cómo debe ser en concreto esa vida. Esto es algo que los partidos políticos no lo pudieron hacer, no fueron capaces de cambiar la constitución, de construir derechos como los queríamos vivir nosotras y nosotres.
- 2022 es un año político interesante. Por un lado hay una ultraderecha recién derrotada, por otro lado un gobierno que es una mezcla entre Concertación y gente joven con ideas nuevas, como también una Convención presidida por una representante de movimientos sociales. Es un contexto distinto ¿Creen que el 8 de marzo de este año será distinto?
P.V: Nosotras esperamos que sea lo más masivo posible y volver a ocupar la calle. Seguimos en huelga general feminista. Hay un tema con el curso de la pandemia del Covid-19, ya tuvimos un 8 de marzo en este contexto y la gente igual se manifestó. Esperamos tener más novedades de eso este fin de semana.
- ¿Cuáles son las expectativas con el Encuentro?
D.O: Es nuestra manera de preparar la huelga general feminista. Ponernos ciertos objetivos, no sólo para la huelga, sino que para el año en general. Es el momento donde hacemos un balance político y también nos planteamos algunos objetivos hacia adelante, el plan de lucha y lo que encuentro más virtuoso, nuestro programa feminista, es decir, establecemos ciertos ejes programáticos que reivindicamos y desde ahí nos posicionamos y articulamos durante el año. En este momento creo que hay una posición de profundizar el programa feminista contra la precarización de la vida. La idea es que podamos sacar mucha gente a la calle.
P.V: Este año nosotras tenemos que instalar cuáles van a ser nuestras urgencias por vencer. Esperamos que del debate del fin de semana salgan claridades respecto de cuáles serán estas urgencias. Algunas las podemos intuir, porque las hemos hablado en otros espacios y articulaciones, como la legalización del aborto, el tema del agua, la libertad de las y los presos, el abordaje sustantivo de los crímenes que se cometieron desde la revuelta y antes, como víctimas de perdigones, trauma ocular, etc. Hay una centralidad de cosas que son urgente abordarlas porque amenazan la vida. Otro elemento central es que salga la constitución feminista, es un elemento central de la huelga, el cómo van a quedar escriturados nuestros derechos.
"Si queda lo de la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho desde la constitución, seríamos la primera constitución en el mundo que lo instala de esa manera"
Por ejemplo, si queda lo de la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho desde la constitución, seríamos la primera constitución en el mundo que lo instala de esa manera, porque en otros lugares se ha abordado desde el derecho constitucional, hay tribunales constitucionales que lo han ratificado, pero no ha implicado un cambio en las cartas constitucionales. Si esto ocurre, el movimiento feminista estaría nuevamente avanzando y corriendo el cerco a nivel transnacional, porque nuestro movimiento es transfronterizo también. Hay elementos como la crisis migratoria que hay en Colchane, por ejemplo, cómo nosotras instalamos que ese tipo de hechos comiencen a tratarse de otra manera desde el Estado, que no sea desde la criminalización. Lo mismo en Wallmapu con el pueblo mapuche, la situación de violencia, el lanzamiento de grupos paramilitares. Estamos en un contexto de recrudecimiento de la violencia y los lenguajes de odio. Para nosotras viene una tarea este año que no se acaba con la derrota del candidato pinochetista, la tarea es derrotar al fascismo, que deje de ser una ideología que cree tener el derecho de instalar en la calle lenguajes de odio, amenazar personas y atacarlas, amenazar a luchadores sociales también, por ejemplo. Esto continúa y nosotras tenemos que jugar un rol desde la primera línea, porque ellos y ellas nos han apuntado como enemigas, nos lo han dicho en la Convención cuando se han tocado estos temas.
D.O: En este proceso de crisis del sistema neoliberal van surgiendo alternativas y estas dos que hay están muy polarizadas. Por un lado está el fascismo y quizás por el otro estamos nosotras que es el feminismo. Esta idea de construir una alternativa es muy relevante para nosotras, porque no podemos seguir dándole paso a los discursos de odio para enfrentar la crisis. Por eso para nosotras estuvo claro lo que teníamos que hacer después de la primera vuelta, porque no podía ser que la solución a nuestros problemas fuera militarizar, matar, expulsar, no creemos que esa sea la forma. Tenemos un rol articulador en este momento, sobre cómo podemos construir una alternativa no sólo desde el feminismo sino que con otras fuerzas.
- ¿Cuál es el mensaje de la Coordinadora en este contexto?
P.V: Yo quisiera hacer un llamado a sostenernos y mantenernas juntas y juntes, estamos atravesando una crisis, una pandemia, con pésimas políticas desde un gobierno que todavía es de derecha. Que las mujeres, niñeces, identidades, migrantes, continuemos encontrándonos y organizándonos juntas y juntes, que no nos soltemos, que nos sigamos encontrando porque si bien hemos avanzado mucho, todavía no hemos ganado nada. Necesitamos tener una constitución que sea feminista y necesitamos avanzar en derechos. Por experiencia propia sabemos que nuestros derechos los hemos ganado desde la movilización social y activa. Lo que hoy estamos conquistando es una lucha que es de décadas, de 100 años, no somos sola nosotras, son también las compañeras del MemCh (Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile), son las compañeras que lucharon en la dictadura, compañeres también, las personas que dieron la vida en la revuelta, las presas y los presos que se movilizaron por una vida mejor. Eso sigue existiendo y es algo que tenemos que conquistar, que tenemos que avanzar. Es la mejor manera de derrotar al fascismo, construyendo esa vida que nos han negado tanto tiempo.
D.O: Hay que tomar la iniciativa, no basta con que entendamos que las cosas están mal, hay que plantear una posición clara. Es un momento difícil para hacer organización popular, pero tenemos que salir un poco del letargo en el que nos tiene la pandemia, porque posterior a esta crisis vendrán otras y es importante que estemos en la primera línea, es lo que hemos hecho siempre las mujeres, las disidencias también, hemos resistido siempre. Todo lo que pasó en pandemia con las ollas comunes son expresión de eso, cómo nosotras hemos sostenido la vida. Tenemos hartas tareas urgentes, no podemos estar indiferentes a lo que pasa con las y los presos, llevan demasiado tiempo encarceladas y encarcelades. La crisis migratoria también, que no es así como la plantean, sino que es una crisis humanitaria y de mal manejo de la política pública. También la criminalización en Wallmapu, la militarización que tiene a nuestras niñes muy vulnerades. Todas esas cosas son una violencia estructural, entonces tenemos que tratar de cambiar desde los cimientos para que en este país quepamos todas y todes. Esa es la apuesta.
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