A pocos días de cumplir 36 años, sentado en el café Brasil, en calle Cumming, el periodista Richard Sandoval conversó con Interferencia sobre el lanzamiento de su nuevo libro: Amor, te sigo buscando.
El comunicador, titulado de la Universidad de Chile, trabaja durante las mañanas en el matinal de radio Nuevo Mundo, mientras el resto de la jornada se dedica a sus proyectos literarios. Es autor de los libros Colo-Colo ya no es de Chile —junto a Dante Faúndez—, Soy periférico (Contragolpe ediciones), Tanto duele Chile (Los Libros de la Mujer Rota), Tiempos peores (Planeta) y La sonrisa de Gladys (Planeta), una biografía da la dirigente del Partido Comunista, Gladys Marín.
Desde Tiempos peores, su interés por abarcar las historias de familiares de detenidos desaparecidos por la dictadura militar chilena creció, sobre todo tras entrevistar a Ana González, dirigente histórica de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Ya hace un año se adentró en la historia de tres detenidos desaparecidos y de quienes los buscaron hasta el cansancio, aún sin respuestas. El libro fue lanzado el 1 de julio por la editorial Penguin Random House y ya está disponible en librerías.
Sandoval destaca que es su libro “más musical”. Lo escribió, según dice, escuchando música y cada una de las historias hace referencias a canciones.
“Van a leer y escuchar a Sting, Sinéad O'Connor, U2, porque Violeta Zúñiga bailó con Sting y con Bono la cueca sola. También aparece la banda Tenemos Explosivos, y la canción del libro para mí, que es La Conquistada, de Los Jaivas", cuenta.
"El libro de Gladys Marín también trata este tema, es una historia de amor y resistencia, como siempre digo, porque toda la vida de Gladys está ligada por el amor a Jorge, que fue su pareja y el detenido desaparecido que buscó siempre".
- ¿Cómo nació este proyecto? ¿Tenía pensado hace mucho tiempo escribir sobre historias de desaparecidos? ¿Estaba planificado sacarlo para los 50 años o coincidió?
- Coinciden varias cosas. El tema de los derechos humanos lo vengo trabajando hace tiempo. De hecho, una de las crónicas a las que más amor le tengo es una que aparece en el libro Tiempos peores, libro que salió por Editorial Planeta el año 2018, que es una crónica que hice sobre Ana González de Recabarren. Es un texto emotivo, porque fue la última entrevista que se le hizo a Ana González. Y cuando salió tuvo un impacto importante, porque salió justo cuando murió y fue potente también para mí, como escritor. Desde ahí que tengo una afinidad con el tema de los desaparecidos, creo que es un tema muy potente a nivel humano, la idea de la búsqueda, son conceptos humanos trascendentales y dramáticos. Son historias muy conmovedoras.
El libro de Gladys Marín también trata este tema, es una historia de amor y resistencia, como siempre digo, porque toda la vida de Gladys está ligada por el amor a Jorge, que fue su pareja y el detenido desaparecido que buscó siempre. Y en ese sentido, este libro lo entiendo como una continuidad de ese trabajo. También una continuidad de la literatura en torno a la memoria.
Por ejemplo, una sobrina de Gerardo Rubilar Morales, que es uno de los protagonistas del libro, me pregunta por qué elegí la historia de su tío y agradeciéndome por eso, habiendo tantas historias, decía ella. ¡Y eso quiere decir que hay tantas historias por contar! A propósito de los 50 años han aparecido muchos libros, todos rescatan historias particulares, pero imagínate, con más de tres mil muertos, cuántos libros faltan por escribir en torno a esta temática. Y han pasado 50 años. La memoria es urgente y necesaria porque se ha hecho muy poco.
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- ¿Con qué historias se van a encontrar los lectores cuando abran este libro?
"También, en el libro, está narrado el día del golpe en La Legua, el único lugar de ese 11 de septiembre donde se combatió el golpe, con piedras, palos, armas, hasta bazucas. Y el exilio, las huelgas de hambre, la depresión".
- En este libro hay tres grandes historias. El resultado final del libro me gusta mucho, porque no es sólo la historia de la búsqueda, ni sólo de las víctimas, que es un concepto que también está en juicio, para transformarlos en protagonistas, resistentes, etc. Entonces, no vamos a encontrar una historia unidimensional, vamos a encontrar el fulgor de la década de los setentas y sesentas, que dio el triunfo a la Unidad Popular, el fulgor revolucionario de familias obreras que pudieron conocer la playa y vacacionar por primera vez, porque así lo permitió una política de gobierno. En el libro encontramos sueños de jóvenes pobladores, que decidieron postergar tener hijos porque su familia era su partido político, como Violeta y Pedro, que eso ahora no se ve, porque los partidos son espacios más bien de oportunidades de desarrollo económico.
También, en el libro, está narrado el día del golpe en La Legua, el único lugar de ese 11 de septiembre donde se combatió el golpe, con piedras, palos, armas, hasta bazucas. Y el exilio, las huelgas de hambre, la depresión, la locura que se desató en algunas familias que frente a esta barbarie de la dictadura cayeron en la locura. El odio y la paz. Ese es el caso de Elsa, la esposa del detenido desaparecido Víctor Hugo Morales, a ella le dio un infarto al corazón mientras estaba en huelga de hambre. Y cuenta cómo en un momento fue presa del odio, que todo lo que tenía en su corazón era odio. Y cómo, después de mucho tiempo, llegando a los 80 años, va encontrando la paz, a partir del amor que le dan sus nietas. Es una historia de cómo el amor es capaz de sobreponerse al odio, frente a todo, sin jamás abandonar la búsqueda, la justicia y la memoria. Es una cuestión increíble encontrar una historia así.
Además, este libro es una crónica narrativa. Si a ti te gusta leer novelas, vas a leerlo rápido, es un libro que está bien escrito para una lectura placentera.
- De alguna manera, a pesar de que son historias particulares, tocan temas universales, como el amor, la música, la búsqueda…
- A mí me hace feliz escribir y leer. Escribir o leer una buena historia me hace feliz por lo que provoca el desarrollo dramático, y uno de los principales elementos dramáticos es el amor, con todo lo que significa, con la ilusión inicial, el desarrollo, la madurez del amor y la pérdida del amor. Estas son historias humanas, en mi escritura, yo siempre tengo como preocupación primordial que sea una buena historia, a veces entretenida, a veces única, otras con más acción, melodrama o una atmósfera trágica. Todos esos elementos se conjugan para hacer una buena historia y lo primero que empiezo a hacer cuando avanza la investigación es identificar los elementos que me permitan contar una buena historia.
"Pueden parecer libros muy políticos, históricos, pero mi principal preocupación es la historia humana. En este libro, nos encontramos con historias de amor, principalmente".
Este libro se llama Amor, te sigo buscando, porque la primera historia es increíble, que es la historia de amor de Nelly y Gerardo. Él tenía 24 años cuando fue detenido y desaparecido, y estaba a cargo del abastecimiento de los balnearios populares. Y en uno de esos balnearios, en Tongoy, conoció a la joven Nelly, que era de familia socialista, él era de familia comunista. Y cuento la historia de cómo se enamoraron desde el primer día, cómo él le iba a coquetear mientras ella se hacía la linda tirada en la playa. Y a esa historia le dedico las primeras diez páginas del libro, porque es una historia de amor hermosa, de ilusión, el coqueteo, el primer beso. Y también, está el último beso.
Pueden parecer libros muy políticos, históricos, pero mi principal preocupación es la historia humana. En este libro, nos encontramos con historias de amor, principalmente.
- Como periodista, ¿tiene una visión crítica del rol del periodismo, ahora cuando se cumplen 50 años del golpe? ¿Cree que el periodismo o la literatura de no ficción han abandonado estas historias? ¿O, al contrario, se han abordado bien?
- A mí me alegra ver tantos libros sobre memoria y derechos humanos en las librerías.
El otro día fui a la Feria Chilena del Libro de calle Huérfanos, y estaban instalando un mesón, para poner todos los libros que tienen que ver con el tema. Creo que es positivo lo que está ocurriendo y la industria de la cultura se está poniendo a tono con el tema. Y hay que decir que la lectura en Chile es floja. Pero veo que hay un esfuerzo por plantear el tema desde puntos de vistas diversos y que la industria cultural se ha puesto las pilas con darle visibilidad a proyectos que a veces quedan como meros testimonios, y a veces no tienen el alcance que deberían, y ahora se está dando la oportunidad de que éstos se masifiquen.
Ojalá todo esto no se acabe el 12 de septiembre, ojalá perdure este esfuerzo humano y que los 50 años sean un trampolín para proyectos culturales en torno a la memoria. Porque hay una infinidad de historias que se tienen que contar.
"Lo que sí, a propósito de la polémica en torno a Patricio Fernández, creo que puede servir para comprender el cuidado que hay que tener con un tema tan sensible. Porque todo este tema de los crímenes de lesa humanidad son temas que están muy vivos".
- A propósito de la renuncia de Patricio Fernández, quien lideraba la planificación de la conmemoración de los 50 años del golpe, y con un enfoque de los 50 años desde un lado cultural solamente, ¿cree que es un enfoque correcto? ¿O despolitiza el tema?
- Creo que eso es una propuesta de Gobierno, es cómo el Gobierno quiere enfocar el tema, y no veo en sí algo negativo en eso.
Lo que sí, a propósito de la polémica en torno a Patricio Fernández, creo que esta polémica puede servir para comprender el cuidado que hay que tener con un tema tan sensible. Porque todo este tema de los crímenes de lesa humanidad son temas que están muy vivos. Uno no está dialogando ni haciendo el trabajo con muchas generaciones después de los crímenes, uno está trabajando con protagonistas de esos eventos. Con madres, esposos, esposas, hijos, que hasta hoy buscan a sus seres queridos y tampoco tienen una reparación de la justicia, nadie está pagando por esos crímenes.
Es muy sensible referirse al golpe y deslizar la idea de que el golpe y sus razones son diferentes a la dictadura y los crímenes de lesa humanidad. Solamente deslizar que un análisis de dos dimensiones puede resultar tan sensible, que puede generar una polémica de esta envergadura. Entonces, hay que tener mucho más cuidado con un tema tan sensible y tan vivo para las familias de las víctimas.
En Twitter hay gente que habla de que vemos cultura de la cancelación, en relación a Patricio Fernández, o, por el contrario, otros afirman que estuvo bien sacarlo. Yo no sería tan tajante. Solo creo que puede ser una oportunidad para entender la sensibilidad del tema.
"Los familiares piden, por ejemplo, no sólo que se les consulte al principio para armar el plan de búsqueda de detenidos desaparecidos, sino también que se les considere en el desarrollo, ser parte de la búsqueda".
- A propósito de las historias de su libro y también de la salida de Patricio Fernández, vi mucha gente en redes sociales cuestionando la autoridad de los familiares de detenidos desaparecidos, acusándolas de imponer la cultura de la cancelación, y todo eso, y no me imagino que tratasen así a las organizaciones de madres o abuelas de la Plaza de Mayo, en Argentina. Hay menos respeto, quizás, acá, quizás es abandono a esas organizaciones, o clasismo. ¿Qué piensa usted de eso?
- Yo converso con estas dirigentas siempre, por mi trabajo. Alicia Lira me decía hace unos días que era injusto atacarlas a ellas por pedir la renuncia de Patricio Fernández porque se les reducía, casi que estuvieran haciendo el ridículo, cuando ellas han hecho un análisis acabado durante meses de la conmemoración de los 50 años. Y así también me lo comentó Gaby Rivera, de la Agrupación de familiares de Detenidos Desaparecidos. Ellos piden, por ejemplo, no sólo que se les consulte al principio para armar el plan de búsqueda de detenidos desaparecidos, sino también que se les considere en el desarrollo, ser parte de la búsqueda. Porque ellas han sido las que han buscado, por 30, 40 años.
Lo que dices sobre el abandono es real y potente. Hoy, quizás, tienen más protagonismo por los 50 años, pero esta es gente que ha dado sus vidas y se han postergado por hacer memoria. Hoy debieran estar en un lugar primordial.
Comentarios
El que no tiene memoria, no
Si no tienes memoria no
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