El vasto programa “del segundo gobierno democratacristiano” -como lo llamó la comisión redactora que presidió Bosco Parra- está dividido en siete capítulos: política fundamental; reformas institucionales; de desarrollo económico y social; acción cultural; internacional; defensa nacional y mística de la solidaridad y del trabajo.
Para quemar las dudas, parte con la siguiente formulación; "En 1964 el pueblo hizo Presidente a Eduardo Freí. Estableció así el primer gobierno democratacristiano en Chile y América latina. La historia confirmará la profunda y valiosa labor de transformación cumplida. El de Frei fue el mejor gobierno para el pueblo que tuvo Chile en el presente siglo, según lo demuestra la obra realizada en educación, viviendas, salud, reforma agraria. etc.".
El documento define a la Democracia Cristiana como "una filosofía política sobre el Hombre, la Sociedad y el Estado que se distingue nítidamente del Capitalismo y del Marxismo. Su fundamento es la defensa de los valores propios de la persona humana simultáneamente con el necesario sometimiento de los intereses individuales a las exigencias superiores del bien común. La sociedad comunitaria es la expresión concreta de estas dos características y sus metas fundamentales son: a) la sustitución de las minorías en los centros del poder político, social, económico y cultural; b ) la sustitución del capital financiero por los trabajadores organizados como el motor fundamental del esfuerzo productivo de la economía, pasando a ser estos sus principales beneficiados".
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Agotamiento capitalista
"Los indiscutibles avances alcanzados por la Democracia Cristiana a favor de Chile durante su primer gobierno se lograron pese a que el país enfrenta una crisis institucional profunda; la más grave desde la guerra civil de 1891. Su expresión inmediata es el agotamiento del sistema capitalista y neocapitalista que se revela en la incapacidad de producir riquezas, proporcionar trabajo y asegurar la independencia nacional. La agudización de las contradicciones entre las necesidades del pueblo y la ineficiencia de las instituciones políticas, jurídicas y sociales heredadas del pasado, está llegando al punto de ruptura. La empresa capitalista sólo alcanza desarrollos superiores al amparo del Estado y del dinero fiscal, es decir, subvencionada por los demás chilenos. El puñado de grandes empresas neocapitalistas explota al país encubierto tras una seudo intervención del Estado; lo cual le permite capitalizar riqueza pública a beneficio de algunos particulares, y en completa impunidad. El peor precio que el país paga es la inevitable pérdida de la solidaridad del pueblo organizado y de los sectores de la clase media con la gestión económico- social del gobierno".
Por eso, "las estructuras actuales ya no sirven más a Chile. Así lo demuestra el debilitamiento creciente del sentido de unidad nacional y solidaridad; las tensiones sociales en los campos; los bajos índices del desarrollo económico chileno; la desnacionalización de nuestro desarrollo industrial.”
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Unidad del pueblo
"Una vez más la DC reitera su sincero llamado a las fuerzas sociales y partidos políticos de base popular a integrar un gran movimiento de unidad del pueblo. Sin el pueblo organizado y solidario es imposible resolver los problemas fundamentales del país. Sólo una nueva Institucionalidad que haga responsable de la dirección del Estado a la mayoría organizada, podrá obtener el asentimiento del pueblo para un gran esfuerzo nacional de trabajo y disciplina destinado a producir más, ahorrar más e invertir más en beneficio de la comunidad.
"La realización de tal esquema requiere la participación popular. La meta suprema de la participación popular es la sustitución de las minorías por el pueblo organizado en los centros decisivos de poder e influencia. En esto consiste la Revolución chilena, democrática y popular."
"Las exigencias fundamentales de la revolución chilena, democrática y popular son: a) asegurar el respeto efectivo a los derechos y valores de la persona humana; b) ser expresión de la voluntad de la mayoría mediante el voto secreto, libre e informado en la generación y renovación periódica y fiscalización de los gobernantes; c ) establecer una nueva institucionalidad que dé fundamento jurídico al nuevo ordenamiento político y económico; d ) reconocer y valorizar el pluralismo ideológico; e) afirmar y promover los valores nacionales, y f) acrecentar una voluntad de cambios que haga imposible el retorno de la vieja institucionalidad que le entregó el poder a la minorías."
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El nuevo Estado
"El actual sistema institucional hizo crisis. Es incapaz ya de readaptarse a las nuevas exigencias de desarrollo económico, social y político. Por eso, el nuevo Estado será transformador, democrático y moderno. Su base será la participación de las grandes mayorías sociales y también de las fuerzas políticas populares, cuyo concurso se buscará lealmente. El nuevo Estado definirá las garantías constitucionales, fin de consagrar los derechos sociales de los trabajadores y de establecer como garantía fundamental el derecho a participar en todos los organismos de la sociedad chilena.
"La Administración Pública estará al servicio del pueblo. Se creará un Ministerio de Planificación con poder real de decisión y Consejos de Desarrollo Regional que tendrán amplias facultades. Se modernizará profundamente la Administración, racionalizando y simplificando sus engorrosos procedimientos."
Continúa mañana...
Comentarios
Mientras leo, se me vienen a
Manuel, concuerdo contigo en
El proyecto de Tomic tuvo
Estimados,
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