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Viernes, 19 de Abril de 2024
El acuerdo político

Los encuentros previos al 15 de noviembre en que RN, la DC y el PS definieron el inicio del cambio a la Constitución 

Francisco Velásquez
Maximiliano Alarcón G.

El 8 y 9 de noviembre fueron días clave en que estos partidos de oposición dejaron en claro que la única forma de llegar a un acuerdo era con un proceso constituyente participativo. La respuesta temprana de Mario Desbordes fue la de abrir la cancha para una convención constituyente.

Admision UDEC

Hace exactamente un año, un 14 de noviembre, comenzó la reunión en el edificio del ex Congreso de Santiago de la cual, a la madrugada siguiente, se firmó el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” que dio inicio al proceso constituyente en Chile, y al mismo tiempo, el salvavidas al gobierno de Sebastián Piñera.

Pese a la mediatización de aquella jornada en que un grupo de parlamentarios de distintos sectores firmaron la decisión política, esta se fue gestando en una serie de reuniones entre representantes de Chile Vamos y la ex Concertación durante los días previos, siendo la madrugada del 15 de noviembre el momento en que se ajustaron sólo los últimos detalles.

La Moneda estaba desesperada y el presidente Sebastián Piñera no encontraba soluciones políticas, el 18 de octubre había iniciado el estallido social y era evidente que el ancho de los manifestantes pedía –entre otras cosas– la salida del mandatario, así se veía en múltiples rayados en las calles de todo el país, como también en la Marcha más grande de todas, realizada el 25 de octubre. Incluso, el senador Alejandro Guillier, quien había sido derrotado por Piñera en las presidenciales de 2017 representando a la ex Nueva Mayoría, planteaba por aquellos días que el presidente debía abdicar, así como el Congreso en su totalidad.

En medio de esto, distintos representantes de Renovación Nacional comenzaron a buscar una salida política que diera vida a la gobernabilidad de Piñera, esto a través de un acuerdo con la oposición, principalmente con el Partido Socialista y la Democracia Cristiana. Entre los oficialistas destacan figuras como Mario Desbordes, quien por aquel entonces era diputado de Renovación Nacional y presidente de dicho partido, pero que hoy ocupa el cargo de ministro de Defensa del gobierno. Asimismo, participaron activamente los diputados Gonzalo Fuenzalida y Paulina Núñez.

Un punto en común con los socialistas

El domingo 10 de noviembre, en la casa del presidente Piñera ubicada en el barrio San Damián, comuna de Las Condes, se llevó a cabo una reunión entre el mandatario, los ministros del comité político, los presidentes de los partidos de Chile Vamos y parlamentarios integrantes de las comisiones de Constitución del Senado y la Cámara de Diputados.

Pasadas las 23 horas, los participantes –a excepción del dueño de casa y su primo Andrés Chadwick (UDI), quien hace dos semanas había dejado el cargo de ministro del Interior–, se retiraron de la vivienda con algo ya definido: se iniciaría el proceso para cambiar la Constitución vigente, esto a través de un “Congreso constituyente”, así lo anunció el entonces titular de Interior, Gonzalo Blumel (Evópoli).

Lo cierto es que esto no fue un acuerdo unilateral tomado por la derecha aquella noche, sino que respondía a encuentros previos que sostuvieron parlamentarios de Renovación Nacional –Mario Desbordes, el entonces senador Andrés Allamand y los diputados de la Comisión de Constitución, Gonzalo Fuenzalida y Paulina Núñez– con representantes de partidos de la ex Concertación, tales como el Partido Socialista, la Democracia Cristiana, el PPD y el Partido Radical.

Si bien, hubo una serie de conversaciones desde que comenzó el estallido social, hubo dos instancias clave cuando se sellaron los acuerdos entre el oficialismo y este segmento de la oposición.

El viernes 8 de noviembre de 2019 el Partido Socialista era el principal objetivo de los negociadores de RN, esto por su rol de “articulador” de la oposición. Para esto se reunieron en el ex Congreso Nacional.

El viernes 8 de noviembre de 2019 el Partido Socialista era el principal objetivo de los negociadores de RN, esto por su rol de “articulador” de la oposición. Para esto se reunieron en el ex Congreso Nacional Andres Allamand, Mario Desbordes y Gonzalo Fuenzalida con los representantes socialistas Álvaro Elizalde, Marcelo Díaz, Leonardo Soto, Alfonso de Urresti y José Miguel Insulza.

El diputado Gonzalo Fuenzalida, quien también fue parte de dicha reunión, en conversación con INTERFERENCIA, entregó detalles de ese encuentro: “Todos sabíamos que teníamos que llegar a una nueva Constitución, pero el mecanismo era lo que teníamos que discutir. Hasta ese momento no se pensaba en un plebiscito. Nuestra conversación con el PS era sobre la base de hacer una reforma constitucional y sacar una ley que creara una comisión mixta para redactar la constitución en el Congreso y que los miembros de esta comisión fueran elegidos en las próximas votaciones municipales”, recuerda Fuenzalida.

En conversación con nuestro medio, Álvaro Elizalde, quien pidió desde un principio que estas reuniones se realizaran en el Congreso para que no se hablara de una “cocina”, explicó cuáles fueron las propuestas de su partido en estas conversaciones.

“Nosotros planteamos que fuera a través de un plebiscito, que dentro de las opciones a elegir por la ciudadanía estuviera una convención constitucional o una asamblea constituyente, además de que hubiera un plebiscito ratificatorio, todo esto para garantizar que el proceso fuera participativo. El sector de RN liderado por Desbordes, por el senador Ossandón y por los diputados Paulina Núñez y Gonzalo Fuenzalida, manifestaron desde un principio su disposición a realizar un proceso constituyente participativo. No obstante, otros sectores del oficialismo se negaban, de hecho el propio presidente Piñera había sido categórico en descartar un diálogo constitucional”, dijo el presidente del PS.

Por esos días, había un acuerdo entre RN y el PS en que había que redactar una nueva constitución, sin embargo, faltaba por dialogar.

Desbordes y la DC avanzan en una convención constituyente

Al día siguiente, el sábado 9 de noviembre, las tratativas se enfocaron en llegar a un acuerdo con la Democracia Cristiana. Los negociadores de RN esta vez convocaron a una cita en el departamento de Andrés Allamand en la comuna de Lo Barnechea, donde participaron Mario Desbordes, Paulina Núñez y Gonzalo Fuenzalida por RN, mientras que por la DC estuvieron el presidente del partido, Fuad Chain y el diputado integrante de la Comisión de Constitución, Matías Walker. Este encuentro era desconocido hasta ahora.

“El Consejo Nacional de la DC ratificó, el lunes anterior a la reunión en el departamento de Allamand y por unanimidad, negociar con RN para que existiera una convención elegida 100% por la ciudadanía”, recuerda Matías Walker en conversación con INTERFERENCIA.

Pero en la antesala no había señales del oficialismo que permitieran este afán. El diputado de la DC cuenta que entre las conversaciones que sostenía con Gonzalo Blumel en que aquellos días “él nos transmitía siempre que la derecha no iba a aceptar que la convención fuera 100% electa por la ciudadanía y que no teníamos mucho tiempo, porque efectivamente se estaba viendo la opción de recurrir a un estado de excepción constitucional”.

Las posiciones encontradas de Andrés Allamand y Mario Desbordes, según recuerda Matias Walker, dejaban ver los dos espíritus de Renovación Nacional, puesto que Allamand representaba a la derecha más dura que no quería transar para avanzar a un proceso constituyente, mientras que Desbordes se puso firme como presidente del partido para plantear la salida política que terminaría por darle un poco de aire al gobierno de Sebastián Piñera.

Fuad Chahín relató a INTERFERENCIA que “estábamos ahí para que la derecha dejara de hablar de reforma constitucional y se abrieran a una nueva constitución, porque su posición siempre se planteaba de una convención donde el 70 por ciento fuera parlamentario y que el proceso se desarrollara en el congreso”.

“Esa reunión fue clave, porque Mario Desbordes abrió la puerta a una convención elegida 100% por la ciudadanía y eso fue muy relevante".

Walker, según contó a nuestro medio, tenía la impresión de que los de RN se habían puesto de acuerdo antes de la cita, porque el resultado del diálogo fue más de lo esperado por los falangistas.

“Esa reunión fue clave, porque Mario Desbordes abrió la puerta a una convención elegida 100% por la ciudadanía y eso fue muy relevante. Allamand peleó por su fórmula que era que por lo menos un 50% de la convención la integraran miembros del Congreso, pero rápidamente se impuso que fuera la ciudadanía la que eligiera la opción de una convención constitucional, lo mismo que una asamblea constituyente, pero que a la derecha le parecía el nombre menos estrabista y lo aceptaron”, relató Walker.

De vuelta al 10 de noviembre, la noche de San Damián

RN ya había llegado a buenos puertos con dos de los partidos más importantes de la oposición, dejándoles en claro, al menos a los falangistas, que existía la posibilidad de una convención constituyente. El tema ahora consistía en ver qué quería Piñera.

“Nos sentamos y el presidente nos dijo que había que hacer una nueva constitución y que había que definir un mecanismo y lo ideal sería que éste fuera un 60 por ciento parlamentarios y un 40 de participación ciudadana, o en el mejor de los casos 70-30. La UDI se fue de espalda y con Mario Desbordes nos miramos y nos dimos cuenta de que estábamos en sintonía con el presidente. Éramos los únicos que estábamos en la línea del mandatario y los únicos que teníamos una propuesta, porque Evópoli y la UDI no tenían nada”, así describe los primeros minutos de la reunión en San Damián el diputado Gonzalo Fuenzalida.

Según un artículo de La Tercera cuando Piñera planteó esto, la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, se alteró tanto que trató de traidores a todos los presentes, acusando que le habían hecho una encerrona, apuntando principalmente a Desbordes.

Lo que salió de esa noche de la casa de San Damián no fue muy cercano a lo que finalmente se definió en el acuerdo de la madrugada del 15 de noviembre, más bien este último se asemeja a las reuniones que sostuvo RN con el PS y la DC.

Lo que salió de esa noche de la casa de San Damián no fue muy cercano a lo que finalmente se definió en el acuerdo de la madrugada del 15 de noviembre, más bien este último se asemeja a las reuniones que sostuvo RN con el PS y la DC. Sobre esto, Fuenzalida entregó una frase clarificadora.

“Este acuerdo lo hicimos entre los parlamentarios, el gobierno influyó poco en esto. El presidente, sin embargo, aportó porque validó el camino que habíamos elegido. Incluso dijo ese día que ‘el que no está de acuerdo, que se haga responsable’”, afirmó.

Los días posteriores las negociaciones y las reuniones no pararon con tal de llegar a un acuerdo más concreto y transversal. Finalmente se llegó al resultado ya conocido de la madrugada del 15 de noviembre.

De todas estas tratativas, Matías Walker es enfático en que el pacto fue gracias a los partidos y no a las gestiones del gobierno: “El acuerdo debería llamarse ‘la noche de Morandé con Compañía, porque el acuerdo fue en el ex Congreso. Piñera no tuvo nada que ver y se sube al carro de la victoria”, dijo.



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Comentarios

Comentarios

Muy buena labor periodística, e interesantes análisis. Me interesa el contenido de este diario.

Pese a todo el proceso, que quieren hacerlo pasar como historico, la clase politica sigue en total desconexion con las organizaciones ciudadanas que han empujado la agenda legislativa en la calle a partir del 2006. El actual mecanismo, no tiene nada de soberano, no tiene nada de constituyente. Impone un filtro que pasa nada mas ni nada menos por los mismos partidos politicos que se encuentran seriamente cuestionados. La consulta del 25 de Octubre, en que casi el 100% del electorado que votó, votó por excluir a los partidos politicos, del proceso, aun sabiendo que el "acuerdo por la paz", imponia travas insalvables a la participacion de independientes. El diseño replica, los mismos vicios del sistema politico, de los que la ciudadania se quiere curar. La formacion de maquinas, los cueteos, el clientelismo, la representatividad vacuna, que si no es por la presion callejera legisla en el lobby. La colonizacion rasca de las reparticiones publicas; ministerios y alcaldias, con la que solo buscan posicionarse como unidades parasitas para sacar ventaja del sistema. De eso se trata el poder politico, de echar anclas y poner obstaculos, trancar la pelota y ver que sale de esas fricciones. En eso se transforma la burocracia, en tiempos muertos y papeleria inutil. Eso es la democracia una forma sumamente ineficiente de adminidtracion publica. Para transferir $ 1 a la sociedad, se gastan $ 10 para legislar y controlar el proceso. Eso son realme te los partidos politicos que algunos juzgan fundamentales para la democracia. Son maquinas de defraudacion y eso lo define el sistema politico inorganico que tenemos, con unos representantes que no tienen ninguna obligacion de rendir cuentas a nadie. Un sistema politico que tiene un alto costo fijo en el aparato de seguridad, donde los sanganos de los pacos y los milicos la cortan a cincel cinstituyendo cero aporte para el progreso y un mas alto costo variable en el juego democratico que cada cuatro años renuevan insesantemente la invencion de la piedra. Cuanto cuesta cada cuatro año el reacomodo de oficiales para una nueva invencion de la piedra. Eso ni mas ni menos son los partidos politicos, los pechugones de la foto de este articulo, lucen orgullosos y autosuficientes de salvar al pais. Las pelotas! No han salvado nada. Por que no se buscan una pega como la gente; digo yo y permiten que el pais despegue, sin el lastre gansteril de la politica. Está bueno ya de rendirle pleitesias a toda esa gente mediocre que como el presidente que tenemos todo lo que posee lo ha cinseguido sacando ventaja del estado (Bancos, Afp, Aseguradoras, experto en sembrar intangibles y cosechar privilegios), un ultra liberar mega protegido por el estado y la iglesia catolica. La constitucion que salga no va ser mas que parte del anecdotario chanta que algun dia dejaremos atras porque la unica forma noble y soberana de gobernar sigue estando en la voz de un millon de personas en la calle. Lo demas es challa.

Lo peor es que se creen héroes, salvadores de la patria, después de que por omisión u obra son responsables, queda claro cuales son los nombre de los políticos que manejan el país y de los partidos que se dividen y se unen para mantener su poder

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