Durante el fin de semana recién pasado, el senador Felipe Harboe (PPD), anunció que dejará su cargo en el Congreso con tal de ser candidato en las elecciones para la Convención Constituyente que redactará la nueva constitución del país, esto representando a la Región de Ñuble.

“Si el Servel acepta mi candidatura, lo que debiera ocurrir el día 15 de enero, automáticamente ceso en el cargo de senador y me convierto en el ciudadano y abogado Felipe Harboe, alguien común y corriente sin ningún tipo de cargo”, dijo Harboe en un comunicado público.

Más allá de calificarse a sí mismo como alguien corriente, el todavía congresista tiene una trayectoria de 22 años en cargos públicos ligada al establishment político de la cual le costará despercudirse. Partió como jefe de gabinete de la Subsecretaría de Economía en 1998, pasando posteriormente por dirigir la Subsecretaría de Carabineros y la de Interior en los gobiernos de Ricardo Lagos y el primero de Michelle Bachelet, respectivamente.

Estos últimos cargos, junto con su especialización en materias de seguridad pública, lo llevaron a ganarse el apodo de “el Sheriff”.

Sus actos y pensamientos 

Uno de los hechos más recordados por estos días respecto de su paso por la Subsecretaría del Interior, es la declaración que hizo posterior al asesinato del joven mapuche Matías Catrileo en 2008. Harboe dijo en esa ocasión que según información policial esto habría ocurrido durante un enfrentamiento, siendo que posteriormente se comprobó que el carabinero responsable había disparado innecesariamente por la espalda de la víctima.

En el Senado también ha dejado clara su tendencia a las salidas policiales para enfrentar problemas políticos. Por ejemplo, fue uno de los senadores de oposición que aprobó la ley antisaqueos y la ley antibarricadas impulsadas por Sebastián Piñera posterior al estallido social.

En su libro ‘El derecho a vivir seguro’, el cual recopila columnas de opinión escritas por él mismo relativas a seguridad entre los años 2003 y 2016, se muestran pensamientos sobre esta materia que han acompañado su trayectoria.

¿Un tema progresista?: “El progresismo o la concepción moderna de las funciones públicas implica tener plena conciencia de la importancia que el Estado reviste para los más desposeídos. En efecto, una gran parte de nuestros compatriotas carece de las condiciones básicas para enfrentar la vida de manera adecuada, debiendo el Estado asumir la función de apoyar mediante planes y programas enfocados en fortalecer el proceso de inclusión social (...) Es por ello que una mirada progresista del país implica necesariamente ir en auxilio de los más desposeídos, que viven a diario el flagelo de la delincuencia y que muchas veces observan con impotencia cómo sus familiares o vecinos participan de la actividad delictual”.

Progresismo y seguridad pública, publicada en felipeharboe.blogspot.com el 17 de septiembre de 2005.

Sí a Carabineros, no a una policía municipal: “Mucho se ha hablado sobre la posibilidad de establecer la modalidad de policías municipales en nuestro país. El aceptar esta instauración implica, en primer término, que el Estado se desprendería de una de sus más importantes funciones, como es la de brindar seguridad de manera equitativa a la población a través de una institución seria, responsable, técnica, unitaria y profesionalmente preparada para ejercer la fuerza dentro de un estado de derecho democrático y de los principios de transparencia y legalidad”.

Por qué no a las policías municipales, publicada en felipeharboe.blogspot.com el 22 de septiembre de 2005.

Su opinión cuando Piñera invocó la Ley de Seguridad Interior del Estado durante las protestas de 2011: “Es hora de que el Gobierno comprenda que el camino del control de la violencia no va por el lado del incremento de penalidades, sino por el mejoramiento de la gestión y eficacia de detección, individualización y captura de esos aislados sujetos que hacen de la violencia y el delito su actividad habitual”.

Invocar la Ley de Seguridad del estado, publicada en felipeharboe.blogspot.com el 19 de octubre de 2011.

Modificaciones a la Ley Antiterrorista durante el primer mandato de Piñera: “La incorporación del agente encubierto previa autorización judicial constituirá un aporte al proceso investigativo y a la eficacia de la ley. Un punto relevante –no exento de discusión– serán los testigos protegidos. El texto asume los cuestionamientos internacionales y prohíbe que sean el único elemento de prueba que sustente una condena”.

Ley Antiterrorista, publicada en Publimetro el 5 de noviembre de 2014.

Sus conflictos de intereses

Probablemente las principales fuentes de conflicto de intereses que el senador Harboe pudiera tener se relacionan con su esposa, la abogada Katia Trusich Ortiz. Ella se desempeña como presidenta de la Cámara Chilena de Centros Comerciales, razón por la cual Harboe se encuentra inhabilitado para votar en proyectos de ley que involucran al retail y también materias relacionadas con los derechos del consumidor, tal como se puede observar en la última declaración de intereses de Harboe, de abril de 2020. 

En el pasado, Trusich fue parte del influyente estudio de abogados Carey, y también fue parte del directorio de Amcham Chile, la cámara chilena norteamericana de comercio. 

Sus cargos más importantes hoy en día los cumple como directora de Essal, la empresa de servicios sanitarios de Los Lagos, y también en el directorio de Cementos Bio Bio, razón por la cual Harboe no se refiere a proyectos de ley que involucren el rubro de las sanitarias y la producción de cemento. Harboe tampoco puede participar de discusiones sobre proyectos de ley que versan sobre cooperativas de ahorro y créditos debido a que Trusich también es parte del consejo de administración de Coopeuch desde abril del 2019.

Además de esto, algo que llama bastante la atención, es que en su última declaración de intereses, Harboe menciona que Trusich se encontraba al menos hasta ese momento “prestando una asesoría profesional específica a la empresa Pfizer Chile”. Es decir, la subsidiaria de la farmacéutica estadounidense que desarrolló la única vacuna que hasta el momento ha comprado el Gobierno de Chile. Por la misma razón, Harboe se inhabilitó en “todos aquellos proyectos que digan relación con las materias referidas”.

En lo relacionado al mundo político, Trusich fue parte del segundo gobierno de Michelle Bachelet, en el que se desempeñó como subsecretaria de Economía entre 2014 y 2016. Eso no la ha limitado de participar de alguna forma en el gobierno de Sebastián Piñera, en el cual fue parte del Acuerdo Nacional para el Desarrollo Integral, instancia asesora creada por el ministerio de Hacienda en 2018 -al mando de Felipe Larraín- para agrupar a expertos en distintas áreas, la cual tuvo como fruto una serie de medidas para llevar al país a mejores metas de desarrollo integral.

Otro aspecto que llama bastante la atención en la declaración de intereses de Harboe es la cantidad de bienes inmuebles que posee. Tiene cinco propiedades en Vitacura, de las cuales, cuatro tienen un avalúo fiscal que bordea los cinco millones de pesos. El inmueble restante en Vitacura está avaluado en un precio muy superios $503.962.048. Según datos aportados desde el equipo de Harboe, estas propiedades corresponden a 3 estacionamientos, una bodega y un departament.o.

Además de estas propiedades, posee un inmueble en Zapallar, cuyo avalúo fiscal es de 240 millones de pesos. Cabe mencionar que estos avalúos suelen estar muy por debajo del valor de mercado al que se transan estos inmuebles.

N. de la R.: El artículo fue modificado a propósito de información entregada por el equipo de comunicaciones de Felipe Harboe, desde donde se nos mencionó en qué consisten las cinco propiedades que tiene este senador en la comuna de Vitacura.