Quien compra algo robado, se hace cómplice y parte del delito: se llama delito de receptación. En este caso es mucho peor, porque el que compró es un alto funcionario de gobierno y se trata de tierras ancestrales mapuche. Siendo parte interesada en apropiarse indebidamente de esas tierra, trató además de criminalizar la causa mapuche y ocultar o justificar el asesinato de Camilo Catrillanca.