La investigación judicial y los mensajes dejados por el presunto asesino del activista conservador Charlie Kirk abren una puerta al mundo de los criminales políticos y en masa de la generación Z, nacidos entre mediados de los noventas y fines de los 2000, cuyos perfiles comparten algunas características clave: nihilismo, memes, radicalización online y una presencia crónica en las redes sociales.
En el caso de Kirk, su presunto asesino fue identificado como Tyler Robinson, un estudiante universitario de 22 años, quien habría enviado una serie de mensajes de texto a su compañero de cuarto, con quien también mantenía una relación sentimental, confesando haber disparado.
Un artículo de The Guardian describe que, según la acusación de la fiscalía, “Robinson parecía pasar gran parte de su vida en Internet y jugando a videojuegos, y sus amigos lo describían como ‘terminalmente online’. Era activo en Discord, una plataforma de mensajería popular entre la comunidad de jugadores, y de adolescente se disfrazaba de memes de Internet para Halloween”.
En la conversación con su compañero de cuarto, Robinson se jacta de haber escrito en las municiones distintos mensajes relacionados a memes: “¿Recuerdas que grababa las balas? Los malditos mensajes son en su mayoría un gran meme”.
Los casquillos recuperados contienen referencias a jerga de nicho en Internet, como “notices bulge OwO what’s this” (nota un bulto OwO, ¿qué es esto?), una referencia a un meme sexual de la subcultura furry. También figuran los textos “si lees esto, eres gay, jajaja”, “Hey fascista! ¡ATRAPA!” y la letra de la canción antifascista Bella Ciao, popularizada entre los jugadores tras aparecer en juego de disparos en primera persona Far Cry 6. Incluso, se encontró una secuencia de movimientos que se realizan en el videojuego Helldivers 2 (↑ → ↓ ↓ ↓) para usar una bomba.
En las conversaciones, Robinson discutía sobre cómo se recibirían los mensajes irónicos: “Si veo ‘uwu nota un bulto’ en Fox New [sic], me dará un infarto”, escribió a su compañero.
Según expertos, “la motivación de los tiradores, especialmente los jóvenes, no encaja perfectamente en el espectro tradicional de izquierda-derecha, sino que está determinada por el estado fracturado y fuertemente online de la política moderna”.
Según The Guardian, la actitud del asesino de Charlie Kirk encaja en la tendencia moderna de los agresores que dejan mensajes que no solo muestran que son producto de la cultura online, sino que también dialogan con ella.
“En los últimos años, un número cada vez mayor de tiradores han dejado escritos, ya sean manifiestos completos o publicaciones de una sola frase en Internet, que contienen bromas nihilistas y referencias que pretenden diferenciar a su cohorte extremadamente conectada de los ‘normies’ [gente ajena a la subcultura] quienes tendrán dificultades para entenderlos”, apunta el artículo de Nick Robins-Early.
Los casos se repiten en el manifiesto que dejó el neonazi que mató a 51 personas en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, en 2019, el que contenía tanto ideología nacionalista blanca extrema como referencias irónicas al estilo ‘shitpost’ de videojuegos y podcasters. También con el tiroteo en un supermercado de El Paso, Texas, del mismo año, y cuyo perpetrador anunció sus asesinatos en el foro 4chan. Ello, más que causar alarma motivó a los usuarios a crear memes y animar a otros a intentar “superar sus puntuaciones más altas” en número de víctimas mortales.
Una investigación realizada en 2022 por varias redacciones, que analizó decenas de miles de mensajes de una red internacional de extremistas neonazis, descubrió que los chats estaban plagados de memes y jerga de videojuegos mientras planeaban cometer actos violentos, apunta el artículo de The Guardian.
Del mismo modo, los mensajes de Robinson parecen seguir la lógica de los mensajes meme que dejó en municiones y armas de fuego Robin Westman (23), tirador que atacó una escuela católica de Minneapolis en agosto de este año. Ambos casos parecen hacer eco de los grabados que Luigi Mangione, asesino del director ejecutivo de United Healthcare, dejó en sus balas (delay, deny, defend) y que cruzaron internet hasta convertirse en un meme.
"La cultura en línea en torno a la violencia y el extremismo acaba difuminando las líneas tradicionales del terrorismo y fomenta la creación de contenidos performativos que acompañan a los ataques".
Ahora bien, hasta ahora las motivaciones de Robinson no son claras y los mensajes en las balas parecen no ayudar.
Sin embargo, los fiscales afirman que el tirador le dijo a su compañero que disparó a Kirk porque estaba difundiendo el odio. Así también, alegan que su madre dijo a los investigadores que su hijo había pasado el último año “volviéndose más político y empezando a inclinarse más hacia la izquierda, orientándose más hacia los derechos de los homosexuales y los transexuales”.
El artículo citado señala que, según expertos, “la motivación de los tiradores, especialmente los jóvenes, no encaja perfectamente en el espectro tradicional de izquierda-derecha, sino que está determinada por el estado fracturado y fuertemente online de la política moderna. Ignorar la naturaleza más compleja de la radicalización para encasillar a los agresores en categorías convenientes conlleva el riesgo de pasar por alto lo que realmente impulsa a las personas a cometer actos de violencia extremista”.
En un artículo de 2023 para el Proyecto sobre Extremismo de la Universidad George Washington, Jacob Ware, investigador, describió lo que denominó “tercera generación de radicalización en línea”, que surgió a finales de la década de 2010.
El artículo señala que sus características incluyen cómo la cultura de los memes contribuye a radicalizar y normalizar los ataques, así como cómo la ideología precisa o la afiliación a una organización pierden importancia frente a los actos violentos aislados. La cultura en línea en torno a la violencia y el extremismo acaba difuminando las líneas tradicionales del terrorismo, argumenta Ware, y fomenta la creación de contenidos performativos que acompañan a los ataques.
“Las reivindicaciones globales se llevan a cabo con gran furia en contextos muy locales y, sin embargo, la audiencia principal suele estar en línea”, señala el artículo.
En este sentido, si bien el humor irónico relacionado al extremismo no es exclusivo de la era digital, sí se ha convertido en una parte omnipresente de la experiencia en línea. El artículo del Guardian señala que el “propio Kirk era un producto de este mundo online, conocido sobre todo por los vídeos virales de sus combativos intercambios al estilo de un debate, que los usuarios de las redes sociales de todo el espectro político compartían para defenderlo o burlarse de él”.
Comentarios
Añadir nuevo comentario