Era temprano este martes cuando llegaron los candidatos presidenciales de todos los sectores hasta la casa central de la Universidad Católica, en el centro de Santiago. Venían preparados para un debate que, según los organizadores del evento, alcanzó a 4,5 millones de personas, lo que hace que sea uno de los más relevantes en estas elecciones.
Por lo mismo, cada candidato de derecha intentó diferenciarse de sus pares, pero siempre teniendo como objetivo común la crítica a este gobierno o a la candidatura oficialista de Jeannette Jara.
Evelyn Matthei aprovechó la instancia para hacer declaraciones contra el Servicio Médico Legal. Ya se había pronunciado al respecto durante los días anteriores, pero en el debate profundizó en aquello. Habló de instituciones vinculadas a los derechos humanos que están politizadas, y que, según ella, han caído en el “desprestigio”.
“La verdad es que el trabajo que han hecho es pésimo. No puedo creer que aún hoy, haya cualquier cantidad de restos humanos, básicamente huesos, que no se les haya hecho el test de adn. Eso es una vergüenza del Estado y de esta administración”, dijo Matthei, criticando al gobierno.
Por su parte, Johannes Kaiser vio en uno de sus puntos más polémicos la idea que tiene de indultar a los presos por violaciones a los derechos humanos que se encuentran en Punta Peuco.
“Voy a cerrar el capítulo 73-90. Definitivamente. También el que se siga pagando a falsos exonerados y a exonerados políticos por generaciones. Ya basta del abuso que ha sido esta política de reparación, que ha sido pura venganza. Voy a cerrar el capítulo para todos. Usted no puede tener gente de 80 y 90 años pudriéndose en una cárcel, queriendo mezclarlos con delincuentes comunes”, afirmó.
José Antonio Kast se mantuvo dentro de los márgenes que él mismo junto a su equipo habían establecido. Su característica fue que apuntó directamente a Jeannette Jara por políticas que no se desarrollaron durante su gestión como ministra del Trabajo. “Se habla y se promete de que se va a dedicar el tiempo a la primera infancia. ¿Y qué pasó con la sala cuna? La ministra Jara no avanzó en ese tema y fue la ministra del Trabajo”, aseguró.
Kast, retornando a su característica frontalidad, dijo además que durante este gobierno la calidad de la educación ha bajado su nivel. En ese minuto también se enfrentó con el candidato Eduardo Artés, reprochándole sus declaraciones respecto de los alumnos que han utilizado bombas molotov.
Respecto a Matthei, la abanderada de Chile Vamos se refirió a seguridad mencionando que existen en Chile 16 grupos de crimen organizado operando, pero acompañó dicha aseveración con una crítica al anuncio del presidente Boric respecto al cierre de Punta Peuco y acusando que esto se trataría de una “cortina de humo” señalando que ella quiere hablar de los problemas “de ahora y del futuro” con una población “desesperada” por la “violencia”. Posteriormente, la candidata enfatizó en que ella estaba convencida de que la delincuencia en el país estaba vinculada con la migración y que por ello defendía un cierre de fronteras.
Por su parte, Kast, consultado sobre el conflicto del Estado chileno con los mapuche, afirmó que “vamos a combatir con todas las fuerzas del Estado dentro del marco legal y constitucional al terrorismo, el narcotráfico, la migración irregular y la delincuencia”. El republicano, en su minuto de cierre, apuntó a su eventual gobierno como uno de emergencia para “enfrentar la delincuencia, el crimer organizado, el terrorismo y el narco que se toman nuestras escuelas y nuestros barrios”.
En tanto Kaiser, cuando se refirió a seguridad planteó que un minuto y 30 segundos no era suficiente para tratar dicha materia y la abordó señalando que “proponemos una reforma judicial, reforma a la fiscalía, introducción de la pena de muerte, trabajos forzados, reforma procesal penal, fortalecimiento de Gendarmería y Carabineros. Todo esto junto con el necesario control de fronteras, imprescindible para poder hacernos cargo de la situación de delincuencia y crimen organizado que tenemos”.
El libertario, además agregó que “tenemos que detener la persecución judicial a nuestros carabineros que se está transformando en una peste que está destruyendo nuestra institucionalidad”. En esa línea, Kaiser fue el único que se refirió de manera concreta a medidas en materia de seguridad, mientras que Matthei y Kast abordaron el fenómeno desde una arista migratoria, con diferencias respecto al control en que esta se ejercería.
Concretamente, Kast volvió a insistir en que se entregará presupuesto para expulsar con vuelos particulares a los más de 300 mil migrantes irregulares que hoy están en el país, pese a que dicha gestión en su experiencia más exitosa alcanzó la cifra de dos mil en un año y con un presupuesto muy acotado en el Servicio de Migraciones.
Por otra parte, Matthei apostó por la reconducción de los migrantes que fueran sorprendidos ingresando al país de forma irregular y sostuvo que se crearían campamentos en que se analizaría la situación de estos para luego ser expulsados.






Comentarios
Añadir nuevo comentario