Fueron 110 votos a favor, 26 en contra y 13 abstenciones. Durante la sesión especial del lunes, la Cámara de Diputados aprobó y despachó el proyecto Aula Segura que faculta a los directores de colegios públicos a expulsar de manera expedita a estudiantes si son sorprendidos cometiendo actos de violencia.
En un 2018 donde el movimiento estudiantil fue prácticamente invisible, el gobierno de Sebastián Piñera, y en específico la ministra de Educación, Marcela Cubillos, lograron aprobar la iniciativa, pero además centrar la agenda mediática y legislativa en Educación con un enfoque punitivo.
En el Congreso actualmente se encuentran dos proyectos relevantes en la materia y que no han tenido la misma celeridad que Aula Segura, que ingresó a trámite legislativo el 25 de septiembre pasado, lo que significa que solo tardó 48 días en ser despachado.
En tanto, el proyecto que busca ampliar la gratuidad en institutos técnico-profesionales al 70% más vulnerable, fue presentado el pasado 16 de abril. A siete meses del mensaje presidencial la iniciativa todavía está en primer trámite en la Comisión de Educación del Senado. En la misma etapa se encuentra el Sistema de Financiamiento Solidario que reemplazaría al Crédito con Aval del Estado, el cual fue ingresado al Congreso el 15 de junio pasado.
Respecto de Aula Segura, el Frente Amplio y el Partido Comunista fueron los principales opositores durante la jornada. Si bien durante la discusión previa, diputados como Gonzalo Winter (Movimiento Autonomista) criticaron la extrema celeridad que el Ejecutivo dio al proyecto, impidiendo una debate más profundo, no se pudo detener el primer triunfo de Marcela Cubillos.
Tomando en cuenta que en noviembre es bastante improbable que se articule un movimiento estudiantil que apure las anteriores iniciativas, este año político quedará marcado, en materia educacional, por una discusión que superpuso la seguridad pública por lo netamente pedagógico.
La falta de una oposición alineada favoreció el avance de Aula Segura. Si bien en el Senado la Democracia Cristiana, a través de Yasna Provoste, complicó por momentos la apuesta de Cubillos, se llegó a un acuerdo y una vez en la Cámara, la Democracia Cristiana con facilidad se cuadró con el Ejecutivo.
Con esto último coincide Claudio Fuentes, cientista político de la Universidad Diego Portales. “La oposición, al estar fragmentada, no logró tempranamente entender y dar una respuesta coherente. Aula Democrática llegó muy tarde y con una agenda confusa”, dijo a INTERFERENCIA.
Aunque a esto suma que “la astucia política del gobierno fue colocar esto en la agenda. En el sistema presidencial que tenemos es el gobierno el que pone la urgencia”, agregó.
Por su parte, Claudia Heiss, cientista política del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, considera que se “legisló para la galería”, algo que califica como irresponsable.
“La oposición no fue sólida en plantear una alternativa porque vieron que Aula Segura tiene buena recepción en la ciudadanía. Con esto a los legisladores les cuesta mucho votar, cuando su convicción va en contra de lo que es popular. Esto se mezcla con la falta de coordinación en el sector”, indicó.
Tal como dice la académica, existía un ambiente de buena recepción ciudadana, al menos según sondeos cercanos al gobierno, donde más de un 75% de los consultados respaldaba Aula Segura.
Esta cifra se impuso a datos presentados por académicos, los cuales, tal como publicó INTERFERENCIA, demostraban que las expulsiones no solucionan los actos de violencia en los colegios, basados en la experiencia estadounidense.
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