Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Domingo, 20 de Julio de 2025
'Que todo el territorio se vuelva feminista'

Autora de libro sobre tomas feministas de 2018: "el estallido social fue impulsado por ese movimiento"

Lissette Fossa

La filósofa Beatriz Navarrete, junto a dos investigadoras, entrevistó a decenas de jóvenes que participaron en las tomas del 2018. El resultado fue un libro que se lanzó en mayo del 2021. Para Navarrete, las palabras "dignidad", "basta de abusos" y la rabia frente a las injusticias aparecen ya en 2018 entre las jóvenes feministas y dan impulso al estallido social.

Beatriz Navarrete es arquitecta y doctora en Filosofía de la Universidad de Chile y por años se ha dedicado a la academia y la enseñanza universitaria. Por eso, durante las tomas feministas del año 2018, que nacieron desde las universidades, no dejó de observar y escuchar a sus alumnas.

En ellas, encontró historias y demandas en común, pero también la rabia frente al silencio, a la impunidad y a la injusticia, que volvió a ver en las calles durante el estallido social.

Por ello, Navarrete cree que fue el movimiento feminista un inicio de un levantamiento popular posterior, meses después, en 2019.

Junto con Silvia Aguilera y Diana Bravo, entrevistaron a decenas de jóvenes al interior de las tomas en distintas ciudades del país y recopilaron sus demandas y sueños. En mayo del 2021 lanzaron el libro que reúne este trabajo.

“Siento que el 2019 fue impulsado por el movimiento de las mujeres. Obviamente tiene muchas lecturas, aún se escribe sobre lo que pasó el 2019, pero si uno ve las entrevistas del libro, aparecen las palabras “dignidad”, “igualdad”, “abuso de poder”, y eso se expresaba en las universidades. Hablaban de dignidad, de abuso de poder, de la desigualdad que existía dentro de las universidades”, afirma en esta entrevista a INTERFERENCIA.

Junto con Silvia Aguilera y Diana Bravo, entrevistaron a decenas de jóvenes al interior de las tomas en distintas ciudades del país y recopilaron sus demandas y sueños. En mayo del 2021 lanzaron el libro que reúne este trabajo, Que todo el territorio se vuelva feminista, las protagonistas de las tomas universitarias del 2018, editado por LOM.

En esta entrevista, Navarrete reflexiona sobre este movimiento y el efecto que tuvo para las mujeres del país y para la historia del movimiento feminista en Chile. Además, comparte sus apreciaciones sobre los avances en protocolos de acoso y de violencia machista en las universidades y los pendientes que aún quedan para avanzar en estos temas.

- ¿Cómo nació la inquietud de plasmar en un libro lo que ocurrió durante las tomas y marchas feministas en 2018?

- Yo estaba trabajando en ese momento en una universidad, y vimos la importancia de este momento histórico. En ese momento ya lo vimos como un momento histórico, donde las tomas y el movimiento feminista se estaba expandiendo en todo Chile, en todas las universidades. Estaban paralizadas las universidades, las autoridades estaban pasmadas, no sabían qué pasaba. Se hablaba de una ola, un tsunami, porque emergió desde abajo, y de repente emergió en las universidades. Y decidimos ir al interior de las tomas, y entrevistar a las protagonistas para saber cómo aparece esto, porque esto partió en regiones, en la Universidad Austral, lo que lo hacía interesante también, aunque se hizo más mediático por la toma de la Universidad Católica en Santiago. 

"Aún se escribe sobre lo que pasó el 2019, pero si uno ve las entrevistas del libro, aparecen las palabras 'dignidad', 'igualdad', 'abuso de poder', y eso se expresaba en las universidades".

Quisimos ir a todas las regiones y pudimos entrar a varias tomas. Y en ese momento la editora visualiza que esto iba a ser un momento histórico, yo creo que sí, con el tiempo, podemos ver que ese movimiento fue el inicio de todo lo que vino después, ahí se cuestionaron las políticas internas de las universidades, pero también el momento que se estaba viendo, yo veo que con el estallido social de alguna forma tuvo continuidad.

De alguna manera pudimos vislumbrar que ese momento iba a ser importante, por eso nace el libro.

- ¿Y por qué cree que el 2018 marca un antes y un después?

- Para mi tiene continuidad con lo que pasó en octubre del 2019. Yo lo vinculo con el estallido. Siento que el 2019 fue impulsado por el movimiento de las mujeres. Obviamente tiene muchas lecturas, aún se escribe sobre lo que pasó el 2019, pero si uno ve las entrevistas del libro, aparecen las palabras “dignidad”, “igualdad”, “abuso de poder”, y eso se expresaba en las universidades. Hablaban de dignidad, de abuso de poder, de la desigualdad que existía dentro de las universidades y eso se exteriorizó y se hizo un discurso común durante el estallido social. 

Yo creo que las universidades, en la historia de los países, son el reflejo de lo que está pasando afuera, de la sociedad misma, y siendo mujeres, de alguna manera ellas llevaron la voz primero y de ahí sus palabras también le hicieron sentido a la sociedad en general. Pero las mujeres pusieron en la palestra estos temas, muchos eran problemas históricos, que veíamos hace años en las universidades, pero en algún momento las mujeres dijeron “ya basta”. Y creo que se vincula con el 2019 porque ahí la sociedad en general empezó a decir lo mismo: basta de abusos, basta de que no pase nada. Y de alguna manera fue un impulso para tener una buena Constitución.

Con el tiempo, vemos que las mujeres pedían un cambio de estatutos, cambio de reglamento o protocolos, que es lo mismo que tuvo un reflejo en el país, que es cambiar la Constitución. Es hablar de cómo nos relacionamos de mejor forma, incluso a nivel de lo normativo. Porque en este movimiento las estudiantes se preocuparon de que hubiese redacción de protocolos, que quedara por escrito. Ellas en las tomas pasaban horas, trasnochaban, escribiendo protocolos, y ahí se puede hacer el continuo con escribir una nueva constitución.Lo veo como un contínuo.

"Sin el movimiento del 2018 hubiese sido impensado que se pensara en la paridad en la Constituyente y en el gobierno, en el nuevo gabinete. Uno ve que los defensores de la naturaleza, el medio ambiente, del agua, son liderados por mujeres".

- Y en medidas concretas, ¿qué efectos tuvo el movimiento del 2018?

- Yo creo que la Convención Constituyente es como una “hija” de esas protestas. Si ves las personas electas ahí, incluso las alcaldesas que fueron elegidas después, se refleja en algo el movimiento del 2018.

Vemos, por ejemplo, que fue clave la paridad. Sin el movimiento del 2018 hubiese sido impensado que se pensara en la paridad en la Constituyente y en el gobierno, en el nuevo gabinete. Uno ve que los defensores de la naturaleza, el medio ambiente, del agua, son liderados por mujeres. Y que el tema de la paridad también es resultado de las protestas del 2018. Sin el movimiento del 2018, difícilmente se hubiese conseguido algo así. Al menos un cerco se corrió. 

En lo personal, yo creo que el mayor reflejo se vio en la Constituyente, en la elección de los convencionales y en la estructura que toma ésta. Y hay que ver qué va a pasar con el nuevo gobierno, ya que varios integrantes del nuevo gobierno también vienen de las protestas del 2011. Yo veo ahí una continuidad, ligado al movimiento universitario, sin poner un juicio de valor si es bueno o malo, uno ve la continuidad de las protestas del 2011, 2018, 2019. El movimiento estudiantil ha tenido un impacto desde la universidad hacia el país, en demandas sociales.

- Mirando hacia atrás, ¿se pudieron lograr las demandas del 2018 o quedan cosas pendientes?

- Depende de las universidades, en las públicas fue más fácil. Uno de los resultados concretos fue haber sacado a los rectores de la UTEM y de la UMCE que llevaban cada uno como 25 años. Hombres, uno del Partido Radical, masón. Y esas dos universidades lograron una rectora mujer y a partir de esas rectoras se supone que han habido cambios, no sé el detalle, pero lo que me han contado es que han logrado cosas y en la Universidad de Chile igual.

Ahora en las privadas es mucho más difícil y eso siempre va a ser así. En la UDP hubo harta represalia, en la Universidad Central también. Incluso las de la UDP no querían ni hablar del tema porque se sentían perseguidas, por ejemplo ahí el rector siguió siendo tal cual después de todo lo que lo criticaron. En la Universidad de Chile es más lento, pero yo creo que algo se movió.

"Creo que el protocolo, como en todas las cosas, no basta. Se necesita una intervención mayor desde la autoridad hacia abajo en términos de práctica sociales. Eso es súper complejo porque es un cambio cultural".

En regiones, también siguió lento, pero las chicas con las que hablé después me contaban que donde se había movido el cerco eran ciertas prácticas en el aula, donde los profesores la pensaban dos veces, de cosas no se atrevían a decir, por ejemplo en regiones como Maule. Allí, era muy violento el lenguaje verbal. Ellas me contaban que eso al menos “lo pensaban” y que se habían frenado esa parte. Sin embargo, estaban pendientes algunos protocolos. La mayoría no lograron instalar todo lo que ellas querían, pero por lo menos una parte o una gran parte de las demandas.

En términos generales, lo que vimos en el lanzamiento del libro, todas decían que algo se había movido, pero más en las universidades públicas que en las privadas. En las privadas, de la que yo tengo registro, en la que más hubo persecución fue en la UDP.

- Para quiénes aún no han leído el libro, en general, ¿Qué condiciones deberían tener espacios seguros para las alumnas y alumnes en las universidades, qué bases debieran tener para ser espacios seguros? Lo pregunto también porque el movimiento feminista es súper fuerte en universidades donde se han dado violaciones grupales en otros países, abusos de compañeros, profesores.

- Creo que el protocolo, como en todas las cosas, no basta. Se necesita una intervención mayor desde la autoridad hacia abajo en términos de práctica sociales. Eso es súper complejo porque es un cambio cultural, es como si uno dijera que para detener la violencia machista basta con meter preso al agresor, porque eso viene después. Lo que hay que hacer son planes preventivos y para eso yo creo que la única forma son fuertes departamentos de enseñanza a todos, a todes, desde el rector hacia abajo.

Porque los cambios generacionales son muy grandes, tu tienes un rector que tiene tal edad versus una alumna que entra con 18 años en que son otras formas de vida, de pensamientos. Entonces los profesores que son mayores están con susto de decir ciertas cosas, pero no saben por qué, porque no lo entienden. Si no hay un plan educacional anti sexista al interior de las universidades yo creo que eso no se va a lograr.

"Yo creo que la única solución es una educación no sexista, pero también educar para hacer una educación no sexista. En Chile, culturalmente, la educación es muy represiva, por ejemplo, donde el profesor dice “no puede hacer esto, no puede hacer esto otro”, pero al revés, ¿Qué puede hacer?"

Por otro lado, como arquitecta, creo que también hay un tema de diseño de espacios, algo muy típico como los baños. En Estados Unidos ya hay museos que tienen baños unisex, ya no están como hombre y mujer. En la Universidad de Chile ya se habían logrado que tú puedas tener tu nombre social y no solo el de tu número de identidad, pero eso no se ha logrado en todas las universidades y una cosa es que te lo acepten y otra que, aunque no te lo digan, te sigan discriminando internamente. Porque eso se va a reflejar en algún momento y para eso la única posibilidad es educar. Por eso es tan importante cuando ellas plantean la educación no sexista porque eso va desde los niños en el jardín.

Hoy día tendría que haber un plan donde cada universidad invierta en eso, además yo creo que en Chile también falta gente especialista en temas. Porque también hemos visto casos donde las encargadas del departamento de género, son mujeres machistas, porque no solo basta con ser mujer. Entonces muchos rectores y administraciones han zanjado por ahí y eso tampoco sirve.

Yo creo que la única solución es una educación no sexista, pero también educar para hacer una educación no sexista. En Chile, culturalmente, la educación es muy represiva, por ejemplo, donde el profesor dice “no puede hacer esto, no puede hacer esto otro”, pero al revés, ¿Qué puede hacer? ¿Qué puede hacer para integrar las disidencias y que la educación sea no sexista? Yo creo que ahí falta mucho, muchos años. Por lo menos, cómo decían las chicas en el libro, “el tema está sobre la mesa”.  



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.



Los Más

Comentarios

Comentarios

Puede que sea cierto que el movimiento feminista chileno dio la partida a la gran rebelión social del 18 de octubre,pero siempre me ha inquietado que no hay un perfil definido ,de que se entiende por ser mujer plenamente . A lo mejor no lo he leído todo y sea una pregunta ya dada, con una respuesta clara. Pero se habla más de lo que no se quiere y de varias propuestas para obtener libertades y también justicia social de genero, hay diversidad de planteamientos de las feministas , se confunden algunas con nuevas opciones sexuales y reproductivas, que yo las veo separadas o parte de una misma cosa quizás. Por que es como separa una flor del tallo,sin planta no hay tallo y sin tallo no puede haber flor. Los hombres son personas con características distintas, Ahora quienes hacen de esas diferencias problemas discriminando en los derechos al trabajo , sueldo o aceptación social son el problema Pero lo fundamental quizás, sea vernos como personas jurídica y socialmente iguales sin asignaciones de roles estáticos aceptando que cada ser humano merece ser respetado por el solo hecho de serlo. .

Una lectura tremendamente elitista de los orígenes del estallido. Este fue producto de un largo y silencioso tejido social que alcanzó su expresión política gracias a las y los jóvenes estudiantes secundarios con marcada conciencia de clase.

Añadir nuevo comentario