La OTAN declaró ayer miércoles 29 de junio a la Federación Rusa como la “amenaza más significativa y directa” para la paz y la seguridad de sus miembros y prometió fortalecer el apoyo a Ucrania, con lo que las relaciones entre la alianza atlántica y Kremlin registran su punto más conflictivo desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
Con esto acaban más de 30 años en los cuales la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y Rusia no habían explicitado antagonismos. De hecho el país euroasiático era considerado como aliado estratégico, en materias como tráfico de armas o terrorismo, y había múltiples mecanismos de cooperación, como lo era el Consejo Ártico, que reune a varios países de la OTAN y Rusia, además de Suecia y Finlandia.
Incluso en 1990, 1991 y 2000, Rusia coqueteó con la idea de pertenecer al pacto atlántico, aunque a partir de 2004, con la incorporación de las ex repúblicas soviéticas del báltico -Estonia, Letonia y Lituania- a la OTAN y, especialmente con los intentos de expansión hacia Ucrania y Georgia -otras dos ex repúblicas soviéticas- de 2008, fue creciendo el antagonismo, aunque sin llegar a ser institucional.
Todo eso cambió desde ayer, y se volvió a los origenes mismos de la OTAN.
Hoy la OTAN y Rusia se enfrentan de manera indirecta en Ucrania, lo que ha llevado a que en Madrid -ciudad sede de la Cumbre atlántica- los países miembros muestren sus cartas para enfrentar el desafío ruso que parece buscar desmantelar el orden internacional post-soviético, en una alianza tácita con China.
La OTAN fue creada en 1949 como un sistema de defensa mutua de las potencias occidentales vencedoras de la Segunda Guerra Mundial con presencia en el Atlántico Norte, lo que se avizoró como una alianza militar para contener al Ejército Rojo en Europa, también vencedor. Es decir la Rusia soviética.
El nuevo actor militar -que acordó un sistema de mutua defensa en caso de ataques de terceros- implicó -en respuesta- la creación del Pacto de Varsovia el mismo año, el cual agrupó a la Unión Soviética y los países ocupados por las fuerzas militares soviéticas hacia el fin de la conflagración mundial, también como un acuerdo de defensa mutua.
En adelante -hasta 1991, que colapsó la Unión Soviética- la OTAN y el Pacto de Varsovia vivieron un aguzado antagonismo, aunque nunca hubo guerras directas entre sus miembros, pues los acuerdos de mutua defensa implicaban conflagraciones directas entre Estados Unidos y la Unión Soviética, países que desarrollaron la capacidad de destrucción mutua asegurada.
Hoy la OTAN y Rusia se enfrentan de manera indirecta en Ucrania, lo que ha llevado a que en Madrid -ciudad sede de la Cumbre atlántica- los países miembros muestren sus cartas para enfrentar el desafío ruso que parece buscar desmantelar el orden internacional post-soviético, en una alianza tácita con China.
Tal vez el punto más llamativo es el allanamiento del camino para que Finlandia y Suecia entren a la OTAN, luego del memorándum que firmaron ambos países con Turquía, en el cual los paises nórdicos accedieron a todas las garantías que pidió el gobierno turco, con lo que la alianza atlántica crecería -si todo sale sin nuevos vetos- a 32 miembros, siendo esta la novena ola de su expansión por Europa (1949, 1952, 1955, 1982, 1999, 2004, 2009, 2017 y 2022).
Otro punto clave del encuentro de la OTAN de ayer, en el marco del nuevo Concepto Estratégico que buscan sus potencias, es la consideración de China como un "desafío" para la seguridad mundial. Algo que despertó la inmediata respuesta de la diplomacia china.
Otro punto clave del encuentro de la OTAN de ayer, en el marco del nuevo Concepto Estratégico que buscan sus potencias, es la consideración de China como un "desafío" para la seguridad mundial. Algo que despertó la inmediata respuesta de la diplomacia china.
"Instamos a la OTAN a que aprenda sus lecciones, no provoque una confrontación abierta con la excusa de la crisis de Ucrania, ni provoque una nueva Guerra Fría, ni busque enemigos imaginarios en la región de Asia y el Pacífico para crear conflictos y divisiones", dijo el embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, junto con asegurar que ha sido la OTAN la que ha causado problemas en distintas partes del mundo.
China y Rusia firmaron a días de la invasión un "acuerdo sin límites", y han protagonizado ejercicios de aviación conjunta en el Pacífico, mientras se reunían los líderes de Quad (Estados Unidos, Japón, Australia e India) en Tokio el pasado mayo.
También china ha penetrado el espacio de seguridad aérea de Taiwán en varias ocasiones durante este último tiempo y firmó un acuerdo de cooperación militar con Islas Salomón, lo que le permite tener presencia en la zona de influencia de Australia. El acuerdo incluye la simbólica isla de Guadalcanal, escenario de una batalla en la Segunda Guerra Mundial contra Japón que abrió el Asia-Pacífico a la marina de Estados Unidos.
También despierta temor en Occidente el rápido crecimiento de China, su desarrollo de tecnologías usadas mundialmente, su incursión comercial en América Latina y África, su comportamiento durante la pandemia de Covid y su veloz desarrollo en el ciberespacio.
El escenario de Madrid
La primera señal de la respuesta de la OTAN al desafío ruso en el marco de la Cumbre de Madrid fue dada por el presidente estadounidense Joe Biden, quien a su llegada al foro anunció el envió de nuevas tropas para custodiar Polonia y Rumania, países limítrofes con Ucrania. Esto se suma a los efectivos militares instalados en los países bálticos, Estonia, Lituania y Letonia.
Los distintos líderes que se dieron cita en Madrid -la ciudad sede de la Cumbre- con mayor o menor convicción han usado en sus alocuciones las palabras “amenaza”, “enemigo” y “riesgo”. Esto, en respuesta a la invasión de tropas rusas a Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022, lo que desató una guerra que lleva más de cuatro meses y que ha desequilibrado el orden internacional nacido de la caída de la Unión Soviética en 1991.
El presidente de Polonia, Andrzej Duda, indicó que Rusia es un país "no fiable" y que constantemente amenaza Varsovia y los estados bálticos. Un poco menos duro ha sido el canciller alemán, Olaf Sholz, quien ha dicho que la relación con el Kremlin “no volverá a ser como antes”.
"Si Putin fuera una mujer, simplemente no creo que hubiera lanzado una guerra tan machista”, declaró el primer ministro británico en la cadena pública alemana ZDF. En cambio, el presidente de francés, Emmanuel Macron, había advertido semanas atrás que Europa tendrá que sentarse a negociar con Moscú cuando termine la guerra. “No hay que humillar a Rusia”, precisó.
Las nuevas consideraciones hacia China tomaron por sorpresa a los más de 2.000 periodistas que cubren el evento. Por primera vez se cita al país como un desafío clave para la OTAN.
“China no es nuestro enemigo”, indica el secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg. Pero, el secretismo de sus líderes y la idiosincrasia del gigante asiatico se ven bajo cuerda como los principales obstáculos que ve el pacto para entablar una relación más estrecha con esta superpotencia.
El momento de Erdogan
Los flashes y las cámaras de los principales medios de comunicación apuntaban hacia él. Se ha convertido en protagonista de la jornada, algunos incluso lo postulan como el futuro negociador entre Rusia y Ucrania.
Sin cerder ni un centímetro en su postura, Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, logró que Suecia y Finlandia firmaran un escueto memorándum en el que se comprometen a mejorar la cooperación en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada. Todo a cambio del beneplacito turco para la entrada de ambos países.
Cabe mencionar que la integración de nuevos miembros debe decidirse por unanimidad, por lo que cada país perteneciente a la OTAN tiene derecho a veto.
Ankara no solo logró reducir el apoyo internacional a la causa kurda, sino que podrá participar de las iniciativas de la Unión Europea en materia de Seguridad, incluido el proyecto sobre Movilidad Militar. a pesar de no pertenecer a la UE.
en concreto, Helsinki y Estocolmo se comprometieron a investigar e interceptar cualquier financiación y actividades de reclutamiento del Partido de los Trabajadores Kurdo y de todas las demás organizaciones Kurdas.
Esto afecta a las Unidades de Protección Popular, milicias constituidas en los territorios controlados por los kurdos en el norte de Siria, quienes ya no recibirán más apoyo económico de los países escandinavos. El pacto también repercutirá en el Partido de Unión Democrática, brazo político de las milicias kurdas.
De tal modo, Ankara no solo logró reducir el apoyo internacional a la causa kurda, sino que podrá participar de las iniciativas de la Unión Europea en materia de Seguridad, incluido el proyecto sobre Movilidad Militar. a pesar de no pertenecer a la UE.
Tras firmar el memorándum, el líder turco dio un paseo nocturno por el exclusivo barrio Colón de Madrid en compañía del presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte Macron. El encuentro finalizó en un restaurante cinco estrellas de la capital española.
En hora de la tarde del miércoles Erdogan se reunió con su par estadounidense, Joe Biden, en el encuentro trataron la situación en Siria, pais en guerra -con presencia de fuerzas turcas, rusas y estaonunidenses- que ha vivido mayor inestabilidad a propósito de la guerra en Ucrania, dado el impacto desestabilizador del conflicto, ya que -entre otras cosas-. Turquía ha mejorado sus cartas.
Ucrania se toma la agenda
Por su parte, Volodímir Zelensky, el presidente de Ucrania, aprovechó también de ejercer presión en este foro.
Junto con acusar nuevos ataques rusos hacia población civil, Zelenski volvió a pedir recursos para sostener el esfuerzo bélico ucraniano. Esta vez $5.000 millones de dólares mensuales.
Vestido con una sudadera verde militar, como ya es costumbre, con la bandera ucraniana de fondo, hizo su aparición en el pleno de la OTAN. "¿Quién será el siguiente? ¿Moldavia? ¿O los países Bálticos? ¿O Polonia? Respuesta: todos", indicó el líder ucraniano ."La distancia entre Kiev y Madrid es menor que el alcance de los misiles que está usando Rusia contra nosotros", declaró.
El dinero podría ser un asunto delicado, ya que apenas nueve de los 30 miembros de la Alianza cumplen en la actualidad con el objetivo de la organización de destinar el 2% de su Producto Interno Bruto a defensa.
"La distancia entre Kiev y Madrid es menor que el alcance de los misiles que está usando Rusia contra nosotros", declaró Zelenski.
“Una Ucrania fuerte e independiente es clave para la seguridad Euroatlántica”, precisó Stoltenberg, quien aseguró que los 21 países que menos aportan van a destinar el 2% a corto plazo para ir en ayuda de Ucrania.
El líder ultraderechista húngaro, Víctor Orbán, por su parte, cuestionó la decisión y dijo que “la ayuda militar a Ucrania no es un asunto que le concierne a la OTAN”.
El aumento del costo de la energía y otros bienes esenciales, en parte debido a la guerra y las duras sanciones occidentales contra Rusia, ha despertado tensión entre los aliados de la OTAN a la hora de negociar nuevas sanciones económicas, lo que abre la posibilidad de una salida negociada entre los dos actores.
En la otra vereda se encuentra Polonia (también con un liderazgo de extrema derecha) y los países bálticos, quienes respaldan a Zelenski.
El flanco sur
La crueldad de las imágenes difundidas por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, en donde se ven decenas de subsaharianos inertes apiñados en el suelo (23 de ellos muertos), tras participar en el intento de entrada masiva a Melilla, territorio español en África y puerta de entrada al sur de Europa, ha influenciado a España y algunos países mediterráneos a pedir que el tema de la migración subsahariana sea considerado una amenaza para la seguridad.
El concepto Flanco Sur se usó dentro de la OTAN en la Guerra Fría para hablar del arco mediterráneo. Se trataba de un escenario secundario en donde la Unión Soviética intentaba ganar espacio.
Hoy vuelve a tomar sentido este concepto, con la entrada de China como socio comercial de los países del África subsahariana (teme que se convierta en un aliado político) y la presencia de mercenarios rusos del Grupo Warner.
Según The New York Times, Wagner Group es una nebulosa red que combina la fuerza militar con intereses comerciales y estratégicos. Ha participado en las guerras de Mali, República Centroafricana, Mozambique y Libia. Sus combatientes intercambian sus servicios por lucrativas concesiones mineras de metales preciosos como el oro, los diamantes y el uranio.
“El enemigo es muy difuso, será un tema lateral y se tratarán amenazas irregulares”, sentencia el analista Jesús Peréz Triana en Radio Nacional de España.
Este sector presenta diversos focos de inestabilidad yihadista que precupa a la organización, quienes pretenden en esta reunión reforzar la presencia de tropas de la OTAN en Mauritania, territorio que ha participado en cinco iniciativas de seguridad y defensa desde 2011.
Comentarios
Esta crisis es lejos más
Para leer esto, cualquier
Es una crónica como tantas.
...estoy de acuerdo con
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