Pasadas cinco décadas del caso Watergate, parece que llegó el momento de tomar el asunto como material de comedia. Lamentablemente, no como parte de una autorreflexión sino como burla partisana en un país polarizado.

¿Es malo que las ficciones audiovisuales parezcan videojuegos y viceversa? Hasta hace poco se creía que sí, pero esta serie dice lo contrario y hace pensar que algo más saldrá de esta simbiosis.

Se nos presenta un relato hipotético de lo que será la década de 2020, pero sin saber que vendría el Covid-19. ¿Importa? No, mucho. Hay otras fuerzas más grandes y más dañinas que se desenvuelven creíblemente en sus capítulos.

En esta columna de Juan Pablo Vilches, se analiza La Conjura Contra América, estrenada seis meses antes de la última elección presidencial de Estados Unidos. Esta serie se basó en una novela de Philip Roth para mostrarle al país las cicatrices que dejó y dejará el gobierno de Trump. Y eso que la pandemia ni siquiera era un tema en aquellos días.