Partido Popular

Tras la victoria de Jeannette Jara en las primarias presidenciales del oficialismo, los partidos de la coalición debaten entre avanzar en una lista parlamentaria única para maximizar escaños o mantener listas separadas que prioricen sus propios intereses de representación en el Congreso.

Ninguno de los partidos en disputa logró la mayoría absoluta del parlamento, equivalente a 176 escaños, lo que obligará a ambos bandos a negociar. En esa negociación, a pesar de haber obtenido menos escaños, el PSOE liderado por Pedro Sánchez podría tener la ventaja con los partidos más pequeños de comunidades autónomas.

El Partido Popular terminó sacando 65 escaños, a 4 de alcanzar la mayoría absoluta del Parlamento de Madrid. Aliados con VOX, un partido abiertamente de extrema derecha y franquista, logran los populares así obtener los votos para gobernar la ciudad. De paso, la derrota generó la renuncia a la política del líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el temor en el PSOE de que el triunfo en la capital vaticine un futuro gobierno del PP en el país.

Fracasaron las negociaciones entre los socialistas y Unidas Podemos, lo que terminó por evitar la investidura de Pedro Sánchez como jefe de gobierno, pero Izquierda Unida -movimiento que acompañó a Podemos en la elección- emplazó a sus aliados a firmar un acuerdo programático legislativo de modo que el PSOE pueda gobernar en solitario, a cambio de evitar la vuelta de la derecha al poder.

La reciente irrupción de Vox, radicales de derecha, asustó al electorado español. Con una participación que superó 70%, los votantes le dieron un contundente triunfo al PSOE y una dura derrota al PP. El partido socialdemócrata necesitará los votos de una serie de partidos para formar gobierno, entre ellos Unidas Podemos de Pablo Iglesias, que sufrió un fuerte retroceso.

Tras un convulsionado clima marcado por el asunto independentista catalán, el PSOE y el PP aparecen como los favoritos para conformar el próximo gobierno español. Ambos apuntan al voto útil: mientras que los socialistas -quienes tienen la primera opción- se aferran al “todos contra las derechas”, el PP hace gala de ser el único partido capaz de asegurar una administración sin terroristas, independentistas ni bolivarianos.