Carlos Larraín

La renuncia de Javier Macaya a la presidencia de la UDI fue promovida por su propio sector, que no quiere volver a dar la sensación de que a los poderosos no se le aplica la ley como al resto de los chilenos. No quieren que vuelvan los fantasmas del 18 de octubre.

La senadora Paulina Núñez -del ala desbordista de RN- se impuso con el 38% de los votos y competirá en segunda vuelta con la opción de continuidad encabezada por Rodrigo Galilea, dejando en off side el giro a la derecha pretendido por Carlos Larraín, que quedó en el camino con un 29%. Al mismo tiempo, las dos listas que pasan al balotaje cuentan con representantes del piñerismo.

Es una idea tal vez prematura, pues no parece ser este el momento para una escisión, dado el calendario de elecciones nacionales y partidistas. Pero, la idea ya cobra cuerpo, al punto en que tiene un nombre tentativo, el que circula entre los círculos de Carlos Larraín. Esto, en un contexto en que Francisco Chahuán decidió deslucir la nominación de Mario Desbordes como candidato presidencial RN.

La polémica partida del connotado abogado de la firma Guerrero Olivos y su aterrizaje en el estudio español Cuatrecasas ha quebrado confianzas. Algunos de sus ex socios incluso evalúan acciones legales en su contra.

Se le acusa de amedrentar e intentar comprar el silencio de un testigo clave de la brutal agresión que su hermano Alfonso Bulnes propinó al ex publisher de ‘El Mostrador’, Max Raide. El diputado DC Gabriel Silber llamó a Bulnes a "renunciar voluntariamente" al ente electoral.

El agresor fue condenado el año pasado a libertad vigilada tras protagonizar un accidente que mató a un joven conductor en La Dehesa. Max Raide, quien podría perder la visión en uno de sus ojos, alentó desde su puesto en ese diario digital la cobertura del fatal choque ocurrido en 2017. El fiscal Manuel Guerra anuncia una investigación de los hechos.

Es uno de los diputados más jóvenes pero ligado a las ideas más viejas del sector. En su corta carrera ha acumulado éxitos académicos y fue el principal beneficiado con el financiamiento de empresarios en las últimas elecciones (74 millones). Pero sus problemas de convivencia lo acompañan siempre, no sólo con la oposición, sino que también en la derecha.

Data Conversion Service, firma de origen suizo representada por Carlos Larraín Hurtado, se adjudicó una compra con la Agencia de Calidad de la Educación por $68 millones. Este organismo trabaja codo a codo con la División de Educación General del ministerio de Educación, cuyo jefe es su hermano Raimundo Larraín Hurtado, otro de los hijos del ex presidente de Renovación Nacional.

La ministra de Educación afirmó por Twitter que el funcionario, hijo de Carlos Larraín, había explicitado sus intereses en el holding educacional Santo Tomás al entrar al ministerio en abril de 2018. Sin embargo, al solicitar esa información, el MIneduc optó por dilatar la respuesta al pedir a este medio solicitarla por Ley de Transparencia, lo que retarda en torno a un mes una eventual respuesta.

El nuevo jefe de la Dirección de Educación General del Mineduc, el cargo más poderoso después del de la ministra Cubillos, participa junto a sus hermanos y su madre en Inversiones LH Limitada, la que está ligada a ese grupo educacional.