Luis Silva

Aunque por razones distintas, la propuesta constitucional que redactó el Partido Republicano de José Antonio Kast y moderada por Chile Vamos, logró aunar posiciones en sectores disimiles e incluso encontró resistencia dentro de las posiciones más conservadoras y ultraderechistas del espectro político.

Tras recibir la nueva propuesta constitucional, el presidente Boric firmó el decreto que habilita el próximo plebiscito para aprobar o rechazar el texto del Consejo. Aquí tres figuras oficialistas y tres opositoras entregan sus argumentos.

El partido de José Antonio Kast condujo íntegramente el proceso gracias a su poder de veto. Chile Vamos ya se cuadró a favor del texto, en tanto el oficialismo no ha transparentado su opción para no transformar la elección en un plebiscito sobre el Gobierno, aunque se espera sea en contra.

"El Opus Dei sí que ha aumentado su influencia, me parece indudable", afirma la periodista y autora del libro El Imperio del Opus Dei en Chile, texto que ahora saca su tercera edición revisada y con menos páginas, aunque con información nueva sobre las donaciones que recibe el movimiento religioso ligado a la élite.

Ad portas de decidirse el futuro de la nueva propuesta constitucional, los seguidores de Kast la llenan de elementos de su exclusivo gusto, como la constitucionalización del rodeo o la privatización de las playas, cosa de que si ganan, la nueva carta magna sea a su imagen y semejanza, y si no, que siga teniendo el rostro de Jaime Guzmán.

La lectura de la resolución del 22 de agosto de 1973 en la Cámara, mediante la cual se quiso hacer ver ilegítimo el gobierno de Salvador Allende, tensionó el Congreso a días de la conmemoración por los 50 años. Detrás hay una disputa por el relato histórico, donde figuras de la derecha han impulsado operaciones comunicacionales orientadas a suavizar el juicio histórico contra la dictadura y favorecer el negacionismo de las violaciones a los derechos humanos.

La derecha concordó en disminuir los diputados de la Cámara, incluir un capítulo para las FF.AA. y asegurar al sector privado en educación, salud y pensiones. Republicanos anunció enmiendas para prohibir el aborto, causando molestia en el progresismo que solo tiene un 34% del Consejo.

Cuatro comisiones, cuatro presidencias, todas para el sector; es el diseño que este martes se sancionará al interior del Consejo. Sin embargo, los consejeros oficialistas -en minoría- insisten en un acuerdo de última hora que les de al menos una presidencia, como "una señal".

El partido de José Antonio Kast invoca a la prudencia y pasa a la primera línea política en medio de semanas controversiales, a propósito de declaraciones de Luis Silva o los casos de causas judiciales de Aldo Sanhueza y Ninoska Payauna. La Mesa Directiva quedó conformada por la republicana Beatriz Hevia y el independiente pro PS y ex PPD, Aldo Valle.

Los consejeros tendrán 40 días para realizar enmiendas al anteproyecto redactado por la Comisión Experta designada por los partidos políticos. Todo indica que la presidencia del órgano quedará en manos republicanas -en particular de Beatriz Hevia- y la vicepresidencia en el oficialismo con Aldo Valle (PS-ex PPD), además la coalición de Gobierno podría quedar sin presidencias en las comisiones. A la ceremonia, asistirá el presidente Gabriel Boric.

La deliberación democrática consiste en un juego de concesiones, como prometen los republicanos, pero cuando el fanatismo religioso está de por medio y “el orden natural” es el principio rector del partido mayoritario, solo el martirio podrá absolvernos del pecado del autoritarismo.

Con un 35,5% de las preferencias al cierre de esta edición, el Partido Republicano se convierte -por lejos- en la primera fuerza electoral del país. Estaría logrando 22 de los 50 consejeros constitucionales, asumiendo de facto la conducción del proceso constituyente.