Juan Eduardo Fuentes

La ausencia a la Parada Militar del presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes, no pasó desapercibida para círculos políticos y judiciales, considerando que en subrogancia asistió el ministro Arturo Prado Puga, habiendo otros seis ministros que por antigüedad podrían haber ocupado ese puesto. Fuentes judiciales aseguran que fue una señal de descontento al Gobierno, aunque otras afirman que fue una excepcionalidad y no existiría molestia.

Algunas figuras disparan contra Gabriel Boric y sus ministras Ana Lya Uriarte (Segpres) y Marcela Ríos (Justicia), mientras que las voces oficialistas las emprenden contra los senadores, y no falta quien dice que la quina de la Corte Suprema fue el problema desde el principio. Pero nadie renuncia.

Tal como adelantó INTERFERENCIA, en el pleno de ayer lunes de la Corte de Apelaciones de Santiago se planteó realizar un sumario administrativo en contra del juez Daniel Urrutia, pero esta iniciativa impulsada por los sectores conservadores del Poder Judicial fue rechazada por 11 votos a favor y 12 en contra y provocó que seis bloques de la Convención Constituyente salieran en defensa del magistrado.

La semana pasada el magistrado aseguró que el poder judicial está al servicio de las elites y que durante el estallido social se volvió cómplice pasivo de las violaciones a los derechos humanos. Dio como ejemplo que el tribunal de alzada había rechazado entre octubre y diciembre de 2019 casi todos los recursos de amparo y de protección.

La ministra es profesora en la Escuela de Carabineros y participa en causas donde están involucrados miembros de la fuerza policial. Ha estado en resoluciones de la principal arista del Pacogate y, en 2016, la misma Corte Suprema declaró su apartamiento en una causa de derechos humanos donde estaban procesados funcionarios en retiro.

Después que el Senado rechazara al juez Raúl Mera para integrar esa corte, el máximo tribunal completó la quina con Adelita Ravanales, descrita como una jueza conservadora y de derecha. El gobierno estaría inclinado en proponerla, ya que cuenta con poderosos padrinos al interior de la corte, entre ellos Juan Eduardo Fuentes que preside la primera sala de la Suprema.