Según informes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y del Registro Civil existe una preocupante disminución en la tasa de natalidad en Chile. Por otro lado, tal como informó Noticias UdeC, surge una tendencia creciente entre las mujeres chilenas de postergar la maternidad, evidenciada por un aumento en la cantidad de mujeres que tienen su primer hijo a edades más avanzadas, dificultando los embarazos en edades “tardías”, condicionadas por factores como la realización personal, la estabilidad laboral y los avances en el acceso igualitario a la educación y la carrera profesional, que son algunos de los motivos detrás de esta tendencia.
Así lo ejemplificó el director del departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Concepción, Dr. Raúl Escalona Muñoz, quien describió que “la fisiología reproductiva de la mujer es sumamente cruel, porque su cuerpo está preparado para la reproducción en su máxima eficiencia entre los 15 y los 20 años. Luego solo hay una disminución de su reserva ovárica”.
En conversación con Interferencia, el académico opinó que esta tendencia a la baja en la natalidad “es parte de una historia natural y tiene que ver con el progreso de las sociedades. Cuando nos vamos acercando al desarrollo, todas las sociedades sufren de lo mismo. Lo que pasa es que el control de la natalidad automáticamente impactó en la salud materna infantil, es una cosa dramática. Hace 50 años, la cantidad de mujeres embarazadas que morían en el parto era una cifra espantosa y lo mismo ocurría con la mortalidad infantil. Con todas las políticas de control de la natalidad eso se estabilizó y ahora tenemos las mejores cifras de Latinoamérica, pero eso tiene como consecuencia que la natalidad tiene que bajar. Es algo que es histórico y va con el progreso de las sociedades”.
Junto a ello, destacó que “automáticamente, cuando tenemos alta disponibilidad de métodos anticonceptivos, se les permite a las mujeres desarrollarse más. Obviamente, en ese desarrollo, el hecho de tener un hijo será postergado para más tarde o para una segunda decisión, lo cual es una decisión de cada mujer y así debería ser siempre. Me parece sumamente lógico”.
“Se aprecia una diferencia abismal al buscar las tasas de mortalidad infantil entre Chile y el resto de los países de Latinoamérica. Nosotros tenemos cifras muy parecidas a Europa y Estados Unidos, a excepción de Cuba que tiene números similares”.
En cuanto a la comparación con otros países del continente, Escalona apuntó que “tenemos la tasa más baja. Lo que pasa es que no podemos comparar, por ejemplo, a las ciudades periféricas de Argentina, Perú o Paraguay y hay gente que vive sin atención de salud. En ese sentido, la salud rural en Chile es un lujo, hay postas hasta en los lugares más recónditos del país”.
En esa línea, sostuvo que “se aprecia una diferencia abismal al buscar las tasas de mortalidad infantil entre Chile y el resto de los países de Latinoamérica. Nosotros tenemos cifras muy parecidas a Europa y Estados Unidos, a excepción de Cuba que tiene números similares”.
Consultado sobre si se trata de una cifra preocupante, el experto afirmó que “desde el punto de vista de salud pública, hay que tener mucho cuidado al interpretar este dato, en el sentido de si es preocupante o no. En el fondo, tenemos que convivir con la modernidad, del desarrollo de vida de la mujer con la maternidad. Puede ser considerado preocupante, en el sentido de que vamos a tener menos jóvenes y en pocos años más tendremos una población mayor gigantesca sin renovación”.
Aún así, puso el énfasis en los incentivos y en la coyuntura que viven las mujeres en la actualidad. “Si queremos modificar esta tendencia, tenemos que partir por lo básico, que es apoyar a la maternidad cuando las mujeres son profesionales y/o quieren desarrollar una carrera laboral. Para esto, hay que facilitarles las cosas. Esto se puede ver en el acceso a salas cunas, apoyo del punto de vista estatal para que el subsidio de maternidad sea realmente pagado”, aseveró.
“Junto con ello, propiciar el desarrollo de los centros de tratamiento de la fertilidad. Imagínate, si están naciendo pocos niños y el acceso de nuestra población a estos procesos para las mujeres que sí quieren tener hijos es muy deficiente. Ahí sí tenemos que poner una energía y recursos muy importantes”, manifestó.
“En este momento, creo que es un acto heróico extremo tener un hijo para una mujer, porque se termina llevando todo el peso. Por eso, las políticas públicas deben incentivar y proteger a esas mujeres que quieren tener hijos, creando normas para facilitarles al máximo eso”.
“Sobre lo anterior, el acceso para los tratamientos de alta complejidad de fecundación in vitro es amplio para quienes tienen muchos recursos. Pero, tomando como ejemplo el caso de las pacientes de la Región del Bío Bío más el Servicio de Salud Araucanía Norte, es decir antes de Angol, sólo tenemos 40 cupos para el año para tratamientos de fertilidad, considerando todo ese territorio. Y la realidad es que necesitamos 350 cupos, es sólo un tema de política y recursos. No hay un incentivo por ese lado y es por ahí que tenemos que trabajar”, dijo.
Finalmente, el académico opinó que “en este momento, creo que es un acto heróico extremo tener un hijo para una mujer, porque se termina llevando todo el peso. Por eso, las políticas públicas deben incentivar y proteger a esas mujeres que quieren tener hijos, creando normas para facilitarles al máximo eso. Así por ejemplo, se deben proteger sus puestos de trabajo al volver del postnatal y que realmente el subsidio estatal para mujeres que trabajan sea el que corresponde y no menos dinero. También asegurarles el acceso a la salud, lo cual es muy deficiente en Chile”.
Comentarios
En Chile es carisima la
Pero ¿de verdad necesitamos
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