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Jueves, 17 de Julio de 2025
Columna musicología (CMUS)

Banda sonora mapuche del documental "Bajo Sospecha" es nominada a Premios Pulsar 2023

Leonardo Díaz Collao*

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Banda sonora del documental “Bajo Sospecha: Zokunentu”. Fotografía Rock Legacy
Banda sonora del documental “Bajo Sospecha: Zokunentu”. Fotografía Rock Legacy

El álbum “Inatugen BSO” reúne las composiciones de Vñvm y cuenta con colaboraciones de Waikil, Daniela Millaleo, Ketrafe y Tüfachi Beat, con su relato honesto y crítico al racismo, nos regala un recorrido sonoro que genera goce estético y despierta preguntas por la identidad. Fue galardonado con el premio a Mejor Música Nacional de Largometrajes Chilenos en FICVIÑA.

Francisco Moreira, Vñvm, ha sido nominado a los Premios Pulsar 2023 en la categoría de mejor compositor(a) de música para audiovisuales por la composición de la banda sonora del documental Bajo Sospecha: Zokunentu (2022). Por ello, es que la siguiente reseña1, trata sobre "Inatugen BSO", álbum digital que reúne las composiciones de Vñvm para el documental y que cuenta con colaboraciones de Waikil, Daniela Millaleo, Ketrafe y Tüfachi Beat. El disco está disponible en Spotify, Apple Music, Deezer, Anghami, entre otras plataformas. 

Cuerdas frotadas, leitmotiv, sonidos electrónicos, trip-hop, ayekan, mapuzugun2. Estos y otros elementos son desplegados a lo largo del álbum "Inatugen BSO", tercer disco del compositor, violinista y productor champurria Francisco Moreira Herrera, más conocido como Vñvm3. Esta obra corresponde a la banda sonora original del documental Bajo Sospecha: Zokunentu (2022), del director y guionista Daniel Díaz.4. 

Dicha película es un recorrido personal del director narrado completamente en mapuzugun. A través de la historia familiar de su abuelo, abuela, su tío -el artista Bernando Oyarzún-, y la suya propia, Díaz nos entrega una reflexión que relaciona la diáspora mapuche con las complejidades de las experiencias warriache (gente de la ciudad), champurria (concepto que refiere a lo mezclado) y el racismo sistémico chileno. 

De igual manera, los tránsitos, hibridaciones y experimentaciones musicales que Vñvm y sus colaboradores desarrollan en Inatugen participan conscientemente de estos debates. Y lo hacen con un discurso sonoro que mezcla de un modo orgánico los sonidos de violines y violas con música electrónica, urbana y mapuche. Probablemente, por esto el disco fue recientemente galardonado con el premio a Mejor Música Nacional de Largometrajes Chilenos en FICVIÑA 2022, gracias a la deliberación de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD).

Leer: Director de documental 'Bajo sospecha: Zokunentu': “Es triste vivir en un país tan racista”

Las piezas del disco: “Inatugen” o “ser perseguido”

La primera pieza, “Namek mew” –Namek, el nombre del planeta de origen de Gokú, el protagonista de Dragon Ball, y mew, la posposición del mapuzugun que en este caso se traduciría como “en”–, nos sitúa y advierte sobre el recorrido al que nos invita el disco:

Comienza con sonidos de violines con efectos análogo-digitales, que luego adquieren estructura rítmica gracias a la batería electrónica interpretada por Vicente Cuadros que ejecuta ritmos de subdivisión ternaria a los que muy pronto se suma una waza (maraca o sonajero mapuche) y los característicos giros melódicos de una xuxuka. Abrupta, pero armónicamente, los sonidos electrónicos dan paso al sonido del kulxug, kaskawija y tres pifijka; todo esto en 1:40’’.

En menos de dos minutos Vñvm y sus colaboradores nos han transportado de los sonidos de la electrónica al ayekan5, de la ciudad hostil (Santiago), al Wajmapu a través de un recorrido vertiginoso. Creo que esta primera pieza sintetiza las intenciones detrás del disco y, en cierta medida, también del documental que acompaña. Pero, por supuesto, hay mucho más que decir sobre Inatugen.

“Inatugen”, que puede ser traducido como “ser perseguido” o “bajo una mirada” -es decir, es una posible traducción del nombre del documental al mapuzugun.

Como una declaración, “Champurria”, la segunda pista, nos revela el leitmotiv principal de la obra, pero no mediante el sintetizador o la xuxuka, sino a través del violín, que a su vez es acompañado por otro que ejecuta un acorde con pizzicato y una viola que dibuja un ritmo de rin; por cierto, todos estos instrumentos son ejecutados por el compositor gracias a las posibilidades que brinda la “loopera”, otro de los recursos utilizados en el disco, y el sintetizador por Víctor González. 

Luego de un breve diálogo entre los violines, se suman dos pifijka y un kulxug y las cuerdas frotadas retoman el ritmo inicial para finalizar con una conversación entre ellas y los soplidos finales prolongados característicos de la flauta mapuche. En “Minche aukiñ” (“Sonido subterráneo”), la tercera pista, por sobre la nota pedal de la viola, se oye el sonido y los ecos de un xompe ralentizado. Los sonidos temblorosos de este instrumento obsesionan y su modificación los hace cada vez menos reconocibles.

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Inatugen (BSO "Bajo Sospecha: Zokunentu") 2022
Inatugen (BSO "Bajo Sospecha: Zokunentu") 2022

“Txegül” es la pieza con que comienza el documental. Presenta, primero que todo, el canto del ave. Inmediatamente, con el violín, secundado por la viola, ejecuta con energía el otro leitmotiv de la obra. A este juego, en que violín y viola intercambian el mismo motivo, se incorpora el xompe con la misma melodía. Asimismo, el sintetizador expresa el leitmotiv. La pieza finaliza con la partida de los violines y el txegül.

“Inatugen”, que puede ser traducido como “ser perseguido” o “bajo una mirada” -es decir, es una posible traducción del nombre del documental al mapuzugun-, además de ser el título del disco, da nombre a las siguientes tres pistas: la nº5, 6 y 7. En la primera versión de “Inatugen”, Vñvm nos entrega una interpretación sobremanera expresiva. El modo en que presenta y desarrolla los leitmotiv recuerdan los virtuosos solos instrumentales del Romanticismo. Pero no por esto el compositor e intérprete abandona la influencia mapuche que es perceptible en ciertos rasgos, como, por ejemplo, el glissando ascendente que emplea al final de algunas frases.

En la siguiente versión, el compositor ejecuta la misma pieza, variada, por supuesto, con su xompe. Y en la tercera, Waikil ejecuta la xuxuka para entregarnos otra variación de “Inatugen”6. “Kollog”, la siguiente pieza, conecta con el ciclo anterior a través del leitmotiv principal, aquel que inicia con una segunda mayor, a través del diálogo incesante entre violines y viola. El sonido de kaskawija incesante anuncia el acuerdo entre las cuerdas frotadas que por momentos ejecutan el motivo al unísono para luego continuar con las texturas contrapuntísticas. “Warriache”, la penúltima pieza, nos presenta otro modo de ejecutar el violín; tal vez, más agresivo, lúdico y unido orgánicamente al recorrido anterior gracias al leitmotiv. Su final brillante nos anuncia el final del disco y el comienzo de lo champurria.

“Tierra en movimiento”, canción completamente en mapuzugun que reúne las voces y melodías de Daniela Millaleo y Ketrafe, dos de los cantautores mapuche más relevantes en la escena.

“Ngümküley mapu” (“Tierra en movimiento”) es el final del disco. Canción completamente en mapuzugun que reúne las voces y melodías de Daniela Millaleo7 y Ketrafe8, dos de los/las cantautores/as mapuche más relevantes en la escena, con el sintetizador, bajo, violín y xompe de Tüfachi Beat, colectivo champurria conformado por Vñvm, Víctor González y Dante Miranda.9

El texto de la canción, creado por Daniel Díaz, es una descripción transfigurada de una ciudad y declaración de una búsqueda insistente por la propia identidad. El ritmo escogido para esta narración es un trip-hop, aquel género de los noventa. El ritmo escogido y sus sonoridades nos emplazan en la urbe, lugar en torno al que gira el relato de Bajo Sospecha y espacio desde el que Vñvm construye su identidad y su música positivamente abigarrada. Con total honestidad el recorrido musical y fílmico finaliza (ya que la canción es el final del disco y del documental) con la declaración “chumgei afuy ka, fei tañi mogen” (qué se le va a hacer, así es mi vida) en las voces de Ketrafe y Daniela Millaleo. 

Este disco podría ser considerado como parte de una “producción champurria”, conformada por textos en diversos formatos, que desarrollan una “nueva conceptualización de lo champurria como un espacio posible de habitar desde lugares más ‘impuros’, menos cercanos a ciertos ideales identitarios que promueven algunos sectores mapuche” (Valderrama Cayuman 2019: 347). En su análisis, Angélica Valderrama Cayuman ha considerado, por lo pronto, textos escritos.

Creaciones como Inatugen podrían ser consideradas dentro de la “producción champurria”, ya que su propuesta musical sugiere reflexiones sobre lo champurria a través de la mezcla de –y el tránsito por– diversas sonoridades con orígenes en distintas tradiciones, pero cuya pregunta central emerge de la experiencia mapuche. Como señala la autora, “se puede entender que lo champurria no constituye una nueva identidad, sino que es una enunciación que expande lo mapuche desde dentro” (Valderrama Cayuman 2019: 350-351).

Pero cabe preguntarse, ¿la reflexión champurria solo afecta a las identidades mapuche? ¿Puede la expansión de esta categoría interpelar a chilenos cuyas ascendencias indígenas parecen ser otras y no necesariamente mapuche? Es decir, ¿podría lo champurria contribuir a –en palabras de Marisol de la Cadena– “indigenizar la categoría mestizo” (De la Cadena, Risør y Feldman 2018: 161)?

Quienes participan en el disco son voces protagónicas en las discusiones sobre identidad y música mapuche en diferentes espacios y variadas escalas.

Quienes participan en el disco son voces protagónicas en las discusiones sobre identidad y música mapuche en diferentes espacios y variadas escalas. Las cooperaciones contenidas en Inatugen revelan una red de colaboraciones mayor, cuyo núcleo son músicos y músicas de una misma generación. 

Vñvm y Ketrafe son parte de la banda que acompaña a Waikil. A su vez, en ocasiones Vñvm ha acompañado con su violín a Daniela Millaleo y a Ketrafe. Pero las asociaciones no se limitan a las cooperaciones entre este grupo de músicos y músicas. Por ejemplo, Tüfachi Beat colabora con Isleña Antumalen. Ketrafe ha grabado hermosas canciones junto a músicos mapuche del Puelmapu. Waikil + Banda han compartido escenario durante 2022 con importantes bandas nacionales, como, por ejemplo, Quilapayún, en importantes festivales tales como  el Festival Arte y Memoria, Víctor Jara (FAM) y el Rockódromo.

Por su parte, Daniela Millaleo se ha presentado, por ejemplo, junto a Illapu. La influencia de la cantautora no se limita a los escenarios. Millaleo fue parte del jurado del Premio Nacional de Música 2022 que otorgó dicho galardón a la vlkantufe, compositora e investigadora mapuche Elisa Avendaño. En definitiva, Vñvm y los músicos y músicas que participan en Inatugen son parte de una vigorosa escena musical que además de constituir una fecunda red de creaciones musicales más o menos experimentales siempre en diálogo con la tradición, representan un colectivo de pensamiento sobre la música y la identidad mapuche y champurria. Además, sus lógicas de trabajo se fundan en el xafkinmapuche (intercambio recíproco), en la autogestión y en la colaboración.             

En síntesis, Inatugen sugiere tres invitaciones. La primera es a ver el documental, a identificarse con su relato honesto, a su vez, crítica incontestable al racismo. La segunda, a escuchar la música por sí sola, independiente de la película. No es sencillo reunir en una propuesta culturas sonoras diversas, tales como la música docta, la popular urbana y la mapuche. 

Desde mi punto de escucha, Inatugen lo logra y nos regala un recorrido sonoro que genera goce estético y despierta preguntas por la identidad.

Por último, a través de esta declaración sonora, Vñvm y colaboradores nos invitan a reflexionar sobre lo champurria, sobre cómo experimentamos nuestra identidad mapuche o de otro pueblo originario, según sea el caso, sobre cómo nos relacionamos con los pueblos originarios y con nuestras ascendencias indígenas.

Estas preguntas no son sencillas de responder, ya que remueven posiciones tradicionalistas, conservadoras y racistas enquistadas en sectores influyentes de nuestras sociedades. Las voces y sonidos de Inatugen forman parte de la interpelación de una generación a los esencialismos, a la expoliación, al racismo sistémico y al patriarcado. Desde la crítica anticolonial y descolonizadora, enuncian identidades en movimiento (Alvarado Lincopi 2021). Inatugen BSO nos demuestra, a través de la música y el sonido, que si “los productos puros enloquecen” (Clifford 1995: 18), las creaciones mapuche–champurria trascienden.

*Leonardo Díaz Collao. Investigador adjunto, Núcleo Milenio sobre Culturas Musicales y Sonoras (CMUS).

Bibliografía

-Alvarado Lincopi, Claudio. 2021. Mapurbekistán, ciudad, cuerpo y racismo. Diáspora mapuche en Santiago, siglo XX.Santiago: Pehuén.

-Clifford, James. 1995. Dilemas de la cultura: antropología, literatura y arte en la perspectiva posmoderna. Barcelona: Gedisa.

-De la Cadena, Marisol, Helene Risør y Joseph Feldman. 2018. “Aperturas onto-epistémicas: conversaciones con Marisol de la Cadena” en Antípoda. Revista de Antropología y Arqueología, 32: 159-177.

-Valderrama Cayuman, Angélica. 2019. “Movimiento en las fronteras: lo champurria como estrategia política mapuche” en Nación, otredad, deseo: producción de la diferencia en tiempos multiculturales. Antonieta Vera, Isabel Aguilera y Rosario Fernández eds. Santiago: Ediciones Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

[1] La reseña que compartimos con leves modificaciones fue originalmente publicada en Contrapulso: revista latinoamericana de estudios en música popular:

https://contrapulso.uahurtado.cl/index.php/cp/article/view/206

[2] Agradezco a Vñvm y a Víctor González sus comentarios a este breve texto. Asimismo, debo agradecer a tañi wenvi (mi amigo) Ketrafe por despertar mi interés en el documental Bajo sospecha y en su música. Para los términos en mapuzugun, respeto el criterio del compositor del disco de utilizar el alfabeto Raguileo, al menos, en la mayoría de los casos (las excepciones son mapuche, warriache y txegül). No empleo la “s” castellana para las palabras en lengua mapuche, estas son pluralizadas a través del contexto en que se presentan.    

[3] https://www.instagram.com/hombre.pajaro/

[4] https://www.instagram.com/bajosospecha_docu/

[5] En esta reseña, empleo ayekan para referir a la ejecución de música mapuche a través de instrumentos tradicionales. A lo largo del disco, los instrumentos mapuche son ejecutados por Waikil, con excepción del xompe, que es interpretado por Vñvm.

[6] https://www.instagram.com/waikil_rapmapuche/

[7] https://www.instagram.com/danielamillaleo/

https://www.instagram.com/ketrafe/

[8] https://www.instagram.com/tufachibeat/



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