La polémica compra del Municipio de Santiago de dos inmuebles que pertenecieron a la ex Clínica Sierra Bella, perteneciente a una sociedad de médicos, entró en una nueva fase: en horas de esta mañana, la Contraloría General de la República le comunicó a la alcaldesa de la Comuna, Irací Hassler, suspender temporalmente la adquisición.

Los municipios tienen autonomía presupuestaria, por lo tanto los actos administrativos no pasan por toma de razón por parte de la Contraloría. Sin embargo, dados los múltiples informes y denuncias por potenciales irregularidades y las dudas sobre el precio de compra, el ente fiscalizador tiene la facultad de cuidar y revisar el uso de los recursos públicos.

Según una fuente de esa entidad, “estamos ordenando que se suspenda cualquier acción que materialice la compra venta final”. De todos modos, no se trata de una cancelación final, sino que dar tiempo para que la Contraloría investigue a fondo este asunto y, probablemente, haga un pronunciamiento jurídico al respecto.

De hecho, el municipio aún no ha entregado la información requerida, pero tiene plazo hasta el próximo lunes para hacerlo.

Ayer, el Conservador de Bienes Raíces de Santiago no inscribió las propiedades de Sierra Bella debido a algunos errores menores en ciertas formalidades. Con esta acción de la Contraloría, no se podrá inscribir las propiedades a nombre de la municipalidad hasta que el ente no resuelva.

Durante esta mañana, la alcaldesa Hassler recibió el escrito formal de Contraloría detallando esta acción.

Una de las principales dudas en este caso es el precio en que el municipio adquirió los inmuebles. Pagó por ellos poco más de $8.000 millones. Sin embargo, en diciembre la inmobiliaria San Valentino le compró esos bienes a Sierra Bella por unos $2.200 millones, apenas unos $300 millones sobre el avalúo fiscal. Esa inmobiliaria se constituyó a inicios del año pasado y sus únicos activos son cuatro inmuebles comprados a Sierra Bella, levantando la sospecha que se podría tratar de un ‘palo blanco’.

La sociedad médica dueña de la ex Clínica Sierra Bella enfrenta una serie de demandas laborales y pacientes.