A semanas de que el plebiscito constitucional de salida se lleve a cabo, las encuestadoras -para bien o para mal- han demostrado ser parte principal de la agenda de los medios, siendo alabadas como fuente de información por algunos y condenadas por otros, cuando se ha dicho que influencian a la opinión pública en un sentido u otro en pos de intereses políticos o económicos.
Más allá de eso, lo cierto es que varias de las encuestadoras más replicadas en los medios de comunicación han tenido grandes fallos que han justificado algunas de estas críticas. Es el caso de la candidatura presidencial de Beatriz Sánchez, del Frente Amplio, cuando en las elecciones presidenciales de 2017 consiguió un 20% de las preferencias, mientras que encuestas, como la de Cadem, habían pronosticado un 13% de las preferencias.
¿Cómo se comportaron las encuestas más replicadas para el plebiscito constitucional del 25 de octubre de 2020, cuando el 78% de los votantes se inclinó por la opción Apruebo para una nueva Constitución?
Para el caso de las encuestas que se refieren al plebiscito constitucional de salida, que en general dan resultados favorables al Rechazo por márgenes no tan amplios, lo cierto es que tenemos un antecedente bastante reciente: ¿Cómo se comportaron las encuestas más replicadas para el plebiscito constitucional del 25 de octubre de 2020, cuando el 78% de los votantes se inclinó por la opción Apruebo para una nueva Constitución?
No tan lejos en el ‘Apruebo’ versus ‘Rechazo’, bastante lejos en ‘Convención Constitucional versus Mixta’
Nuestro medio revisó los últimos sondeos publicados por algunas de las encuestadoras que han gozado de mayor reverberación en los medios de comunicación, como es el caso de Cadem (encuesta Plaza Pública), Activa (Pulso Ciudadano), Criteria, Mori-Fiel y también TúInfluyes (encuesta Data Influye).
Tal como se puede revisar (ver cuadro a continuación del párrafo), la mayoría de estos últimos sondeos acertaron en que la opción Apruebo sería la ganadora, pero subestimaron dicha opción en distintos rangos, considerando los resultados finales del plebiscito constitucional de 2020.
La última encuesta Plaza Pública de Cadem -antes del plebiscito constitucional de entrada- fue publicada los últimos días de julio de 2020, y arrojó un 71% de las preferencias para el Apruebo. De esta forma, la firma dirigida por Karen Thal, y que cuenta con Roberto Izikson en la gerencia de asuntos públicos y estudios cuantitativos, subestimó la opción apruebo en 7 puntos porcentuales respecto de los resultados finales.
En el caso de Criteria -agencia dirigida por el psicólogo y experto en comunicación, Cristián Valdivieso- su encuesta Agenda Criteria, publicada en septiembre de 2020, señaló que un 72% preferiría la opción Apruebo, subestimando esa opción en 6 puntos.
Por otro lado, la última encuesta Data Influye, de la firma TúInfluyes, ligada al sociólogo Axel Callis señaló ya en octubre de 2020 que el 69% de los encuestados preferiría la opción Apruebo, de manera que subestimó esa opción en 9 puntos porcentuales. La encuesta Mori-Fiel, por su parte, entregó a la opción Apruebo una preferencia de 66%, subestimando esa opción por 12 puntos porcentuales.
El caso de la encuesta Pulso Ciudadano -publicada el 10 de octubre de 2020- de la encuestadora Activa Research es distinto. Dicha encuestadora, dirigida y fundada por el ingeniero comercial Ramón Cavieres, utilizó una metodología que entrega distintas cifras. En primer lugar, entregó un pronóstico de las preferencias de toda la población, es decir, del total de ciudadanos hábiles para votar. Y en segundo lugar, un pronóstico respecto de las preferencias del ‘votante probable’, el cual Activa decidió -según un algoritmo- estimar en un 54,6% de la población total.
En la pregunta que sí hubo más error por parte de estas encuestadoras, fue en aquella correspondiente a la segunda cédula del plebiscito constitucional (revise el cuadro a continuación), la cual se refería al mecanismo para la redacción de la nueva Constitución.
Esta segunda cifra, que busca pronosticar el comportamiento del votante probable, al contrario que el resto de los sondeos entregó un pronóstico que sobrevaloro las preferencias de la opción Apruebo, pues estimó que un 84,89% de dicho votante probable votaría Apruebo, sobrevalorando dicha opción en 6,8 puntos.
En la pregunta que sí hubo más error por parte de estas encuestadoras, fue en aquella correspondiente a la segunda cédula del plebiscito constitucional (revise el cuadro a continuación), la cual se refería al mecanismo para la redacción de la nueva Constitución. En ella se le preguntó al votante si prefería una Convención Constitucional compuesta por integrantes democráticamente elegidos para redactar la Constitución, o una Convención Mixta, compuesta por convencionales elegidos para la redacción de la carta magna, pero también por parlamentarios en ejercicio.
Para esta pregunta, la última encuesta de Cadem de julio de 2020 estimó que un 55% preferiría una Convención Constitucional (CC), por sobre un 35% para la Mixta. Considerando que en realidad un 79% de los votantes prefirieron una Convención Constitucional, entonces la encuesta subestimó la opción de la CC en 24 puntos. Lo mismo ocurrió con Criteria, que en septiembre de 2020 dió un 58% a la opción Convención Constitucional, con un error de 20 puntos porcentuales.
Por otro lado, la encuesta Data Influye pronosticó que un 61% preferiría la opción Convención Constitucional, subestimando esa opción en 18 puntos; mientras que Mori-Fiel entregó un pronóstico de 51% para la opción Convención Constitucional, equivocándose por 28 puntos respecto del 79% que resultó en el plebiscito del 25 de octubre de 2020.
Nuevamente el caso de Activa, que publica Pulso Ciudadano, es distinto y entrega dos resultados, y nuevamente, las cifras entregadas para el pronóstico de votante probable se encuentran bastante cerca de lo que ocurrió en el Plebiscito de octubre de 2020. Para este caso, Activa señala que el 77,7% de las preferencias irían con la opción Convención Constitucional, teniendo un error de tan solo 1,3%, siendo la que más se acerca de todos los sondeos.
Respecto a la diferencia entre los datos arrojados por las últimas encuestas previas al plebiscito y el resultado oficial sobre Convención Constitucional y Convención Mixta, INTERFERENCIA consultó al sociólogo y creador de la encuesta de La Cosa Nostra, Alberto Mayol, las posibles razones tras estas diferencia.
También señala que el escenario es complejo pues existen pocos puntos de referencia y apunta a que “el gran desafío es cómo construir predictores para saber quienes van a participar y quienes no. Cómo entender la conducta de un voto obligatorio que no sabemos si la gente se lo va a tomar livianamente o muy en serio".
“Hay temas que se aclaran a la opinión pública muy al final. En el caso del plebiscito me parece lógico que se equivocaran en esa pregunta porque hasta semanas antes no había sido tema explicar qué era Convención Mixta. Entonces, en las últimas semanas vienen las aclaraciones en la tele, los matinales y ahí se dirime el asunto. Son cosas medias lógicas, son errores no muestrales, problemas que tienen que ver a veces con el instrumento o con que la realidad se modifica a última hora”, afirma Mayol.
También señala que el escenario es complejo pues existen pocos puntos de referencia y apunta a que “el gran desafío es cómo construir predictores para saber quienes van a participar y quienes no. Cómo entender la conducta de un voto obligatorio que no sabemos si la gente se lo va a tomar livianamente o muy en serio. Cuánto va a afectar el grado de conflictividad que ha habido, que es elevado, para que la gente participe”.
Asimismo, indica que las encuestas no siempre son los instrumentos ideales para explicar todo tipo de fenómenos. “El Rechazo no tiene gracia electoral, no tiene fundamentos en la calle, pero se cierne como en una especie de conciencia ominosa que molesta y perturba. En ese sentido, las encuestas ante fenómenos de esa naturaleza ayudan poco a comprenderlo, no es la herramienta adecuada para comprender ese tipo de fenómenos, por lo tanto, las encuestas van a mostrar síntomas, no van a mostrar mucho más que eso”.
De igual forma, Mayol sostiene que las encuestas han ido afinándose en el tiempo y que existe un terreno fértil donde conviven distintos estudios de esta categoría, no obstante, indica que “la manipulación es algo que igual puede darse, no se puede descartar, porque la verdad es muy sencilla, pero yo en general veo problemas metodológicos en la construcción de los cuestionarios o en los procedimientos de aplicación”.
Por otro lado, Mónica Vargas, socióloga y ex presidenta del Colegio de Sociólogos, argumenta dos precisiones respecto a posibles sesgos en las encuestas. “Haría dos precisiones. Una relacionada con sesgos de muestras, problemas de la encuesta misma, la manera en que haces la pregunta, donde vas a preguntar, que tienen que ver con aspectos metodológicos. Y una segunda, con el manejo comunicacional de la información tendenciosa en nuestro país. Tanto en los medios como en las redes sociales”.
Afirma que existe un elemento tendencioso de manejar los resultados de las encuestas. “Hay otro tema que es la utilización del resultado de una encuesta con la intención de manipular la opinión pública con las redes sociales y los medios de comunicación”.
En ese sentido, afirma que existe un elemento tendencioso de manejar los resultados de las encuestas. “Hay otro tema que es la utilización del resultado de una encuesta con la intención de manipular la opinión pública con las redes sociales y los medios de comunicación”, sostiene Vargas.
Además, agrega que existe una sobrevaloración de los propios instrumentos de las encuestas según los distintos estratos sociales. Bajo esa premisa Vargas dice que “el común de la población tampoco es que les importen estas encuestas, también hay una sobrevaloración de un sector de la población que es más educado, de clase más alta, que tiene una mayor posibilidad de comprender esto que piensa que puede ser relevante, pero la población está preocupada de sí tiene dinero para comer”.
Por último, agrega una alternativa diferente para obtener información respecto del comportamiento electoral de los votantes por medio de las redes sociales. “Si me preguntas cómo es posible obtener una información más fidedigna del modo en que va a votar la población por medio de las redes sociales. Es mucho más fácil extraer información de la población respecto de su tendencia. Cuando haces análisis de datos de esa magnitud hay herramientas para identificar las cuentas falsas, definiendo números de publicaciones, hace cuanto tiempo publica, desde hace cuando tiene la cuenta”, acota Vargas.
Comentarios
Seria interesante contrastar
Efectivamente le apuntan al
Apruebo
Me parece que tú titular es
Subo por segunda vez ya que
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