“Tengo confianza en que eliminaremos la pobreza. Son tantos los esfuerzos que se han orientado a ello en estos años que ya estamos a las puertas de la meta”.

Estas palabras corresponden a Marcela Cubillos, quien renunció el viernes pasado a su cargo de ministra de Educación en el gobierno de Sebastián Piñera, con la misión de asumir un “rol clave” –según adelantó en Twitter la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe–, dentro de la campaña que rechaza cambiar la Constitución que rige políticamente a Chile en la actualidad.

Sin embargo, la frase citada anteriormente, no es actual y no corresponde a la tarea que tendrá ahora Cubillos de ahora en adelante. Esas palabras son de 1988, cuando ella tenía 21 años y era uno de los rostros de la campaña del ‘Sí’ en el plebiscito que definía si la dictadura de Augusto Pinochet continuaba o no. Como militante de la UDI, la ex ministra promovía en ese entonces que los militares continuaran en el poder.

Pasados 32 años de ese plebiscito, el escenario para Cubillos no es tan distinto en términos políticos. Hoy Pinochet está muerto, pero el próximo 26 de abril los chilenos definirán en las urnas si es que la Constitución creada durante su dictadura seguirá con vida. La ex ministra, hoy promueve que se mantenga la misma Carta Magna, posición similar a la que tuvo en 1988.

Hasta ahora no existen certezas sobre qué hará Cubillos en concreto, pero sí hay dudas de por qué Van Rysselberghe apostó por ella en el liderazgo, considerando que en la última encuesta CEP fue la ministra –de los considerados en la medición– con la peor evaluación, alcanzando sólo un 8% de valoración positiva.

Sumado a este dato, está el registro histórico que durante su administración en el Mineduc, los conflictos abundaron. Para esto, es suficiente citar los problemas en torno a la implementación de la Ley Aula Segura y el paro de profesores cuya negociación delegó en el entonces subsecretario Raúl Figueroa, quien ahora la sucede en el cargo de titular en Educación.

Allamand y Cubillos, primero Sí y ahora No

Desde ahora, la ex ministra de Educación compartirá el liderazgo del “rechazo” con su esposo Andrés Allamand, actual senador, militante de Renovación Nacional y uno de los principales promotores dentro de su colectividad en la opción de no cambiar la Carta Magna. 

De esta forma, el matrimonio volverá a unir fuerzas tal como lo hicieron hace 32 años para el plebiscito de 1988. En ese entonces, ambos participaron por la Franja del Sí. 

“El Sí en el plebiscito le abre a usted el proyecto del futuro, desarrollo en democracia”, decía en 1988 Andrés Allamand desde el sillón de su casa, sentado junto a su entonces esposa, Bárbara Lyon. “RN apoya el Sí en el plebiscito, y defenderá en el Congreso, con la independencia que lo caracteriza, un proyecto de sociedad que compatibilice en plena democracia, la libertad política con la libertad económica”, agregaba el ahora senador.

Actualmente Andrés Allamand, divorciado de Lyon y casado con Marcela Cubillos, es uno de los más enérgicos militantes de RN en la cruzada por el rechazo, apuntando a que lo conveniente es mantener la Constitución y llevar a cabo más reformas. Tan enérgico ha sido que ha recibido críticas de sus pares de militancia como Mario Desbordes y Andrés Longton.

El pasado jueves, Allamand publicó en su cuenta de Twitter un video de una barricada con un encapuchado y lo acompañó de una frase que recordó la lógica con la que la derecha levantó la franja por el Sí. “Rechazar es condenar la violencia, es terminar con la destrucción, es preocuparse por la seguridad de los chilenos. El voto de muchos es capaz de frenar la violencia de unos pocos”. 

El alarmismo de sus palabras, ha sido observado como mal ejemplo por compañeros de su colectividad. Por ejemplo, el diputado de RN, Andrés Longton,  a propósito del tuit le recordó el fracaso de la campaña del “Sí” en 1988, que se desarrolló en el mismo tono haciendo augurio de que si ganaba el “No” se vendría un clima de violencia y descontrol en el país, algo que en realidad no sucedió.

Por otro lado, Cubillos quien desde comenzado el estallido del 18 de octubre y el boicot a la PSU ha mantenido un bajo perfil, desde hace varias semanas ya pensaba en salir del gabinete de Piñera, según adelantó INTERFERENCIA. 

“Chile enfrenta en estos momentos definiciones fundamentales y yo tengo la decisión de asumir nuevos desafíos y ser parte activa en los debates que vienen, que van a afectar nuestro futuro y el de nuestros hijos", fueron algunas de las palabras con las que la ex ministra se despidió del Mineduc. 

El beneficio que pueda traer Cubillos a la opción rechazo es incierto, pero al menos el hecho de que la ex ministra asuma este rol en paralelo a lo que hace Allamand desde RN, le da mayores esperanzas a Chile Vamos de tener una buena coordinación.

Además de esto, el tener a ambas figuras liderando el “rechazo” desde la coalición, da cuenta de que son los rostros del “Sí” de 1988 los llamados a defender hoy en día el legado de la dictadura de Pinochet.