A horas de la segunda vuelta presidencial que definirá al sucesor de Gabriel Boric, la tensión entre el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, y los medios de comunicación ha escalado más allá de las fronteras nacionales. Interferencia detectó que el silencio del abanderado de la derecha es más profundo de lo conocido hasta ahora.
De acuerdo con fuentes ligadas a corresponsales extranjeros, el comando de Kast ha bloqueado de forma sistemática las solicitudes de entrevista de las principales agencias internacionales con presencia en Chile. Durante las últimas dos semanas de campaña, el equipo de comunicaciones declinó o simplemente dejó sin respuesta las peticiones formales de al menos tres agencias que operan en Santiago y proveen información a medios de alcance global.
El bloqueo no se limita a las entrevistas, sino que afecta la operatividad diaria de la prensa. La gestión comunicacional del comando se canaliza prioritariamente a través de un grupo de WhatsApp administrado por la jefatura de prensa. Sin embargo, el acceso a este canal ha sido restrictivo: un número significativo de corresponsales fue rechazado o nunca aceptado tras solicitar su incorporación.
El grupo es administrado por la periodista Ignacia Porcile y fue creado a solicitud de los propios corresponsales, ante la falta de respuestas previas. No obstante, el flujo informativo no se ha normalizado. Aunque el chat está habilitado para consultas, la administradora no responde preguntas directas y solicita habitualmente que los requerimientos se canalicen “por interno”.
Las fuentes consultadas, quienes solicitaron la reserva de su identidad por razones laborales, describen un patrón de incomunicación. Las solicitudes formales enviadas por mensaje directo vía WhatsApp a la jefa de prensa o a su equipo y, en menor medida, por correo electrónico, suelen quedar sin respuesta. Asimismo, el comando ignora consultas temáticas o requerimientos de acreditación para actividades futuras.
Consultado por este medio sobre las razones para marginarse de la prensa internacional, hasta el cierre de esta edición el comando de Kast no entregó respuesta.
Selección estratégica
El actual hermetismo contrasta con la disposición que el propio candidato exhibía hace poco más de dos meses. El 28 de septiembre de 2025, José Antonio Kast concedió una entrevista al diario argentino La Nación, medio de línea editorial tradicionalmente vinculada a la centroderecha. Se trata de la única entrevista otorgada a un medio internacional durante esta campaña.
Bajo el título “Respetamos a la prensa y creemos en los acuerdos políticos para gobernar”, el candidato entregó definiciones que no ha vuelto a reiterar ante las agencias extranjeras. El contraste revela una estrategia de selección editorial: mientras se abren las puertas a medios regionales ideológicamente afines, se cierran a las agencias globales, caracterizadas por sus estrictos protocolos de verificación de datos y cobertura en tiempo real.
Este silencio ante los medios internacionales corre en paralelo a una ausencia sostenida en el escenario local, marcada por su inasistencia al debate organizado por Mega. La estrategia de evitar el escrutinio público ya había generado críticas en su propio sector durante la primera vuelta presidencial. En esa instancia, el senador Juan Antonio Coloma (UDI) indicó: “es muy importante en momentos de campañas presidenciales que los candidatos enfrenten a los periodistas, es como el mínimo que uno puede plantear”.
Tras el paso al balotaje, el hermetismo se profundizó en noviembre, con la inédita cancelación de 'Las Caras de La Moneda' en Canal 13. El tradicional espacio conducido por Don Francisco, que se emitía sin interrupciones desde 2009, se vino abajo ante la negativa del candidato de participar en el programa.
La disputa por la etiqueta "ultra"
En el plano internacional, la clasificación política de José Antonio Kast se mantiene como un conflicto abierto. Ya durante la campaña de 2021, el candidato intentó zanjar la discusión ante los corresponsales extranjeros: “No me siento un político de ultraderecha”, afirmó, apelando al “sentido común” como eje de su propuesta.
Ese relato, sin embargo, no permeó en la prensa global. Medios como CNN en Español, France 24 y El País mantuvieron el calificativo de “ultraderecha” en sus despachos. La agencia EFE —cuyos cables suelen contextualizar la política local con el historial de violaciones a los derechos humanos y el legado de Augusto Pinochet— también conservó dicha denominación.
A la disputa semántica se sumó la evidencia documental sobre su origen familiar. En diciembre de 2021, la agencia estadounidense The Associated Press (AP) publicó el hallazgo de un documento que contradecía las versiones de la familia Kast sobre la militancia de su padre, Michael Kast, durante la Segunda Guerra Mundial.
“Funcionarios alemanes confirmaron esta semana que una cédula de identidad en el Archivo Federal de Alemania revela que Michael Kast, de 18 años, se afilió al Partido Nacionalsocialista de los Obreros Alemanes (NSDAP) el 1 de septiembre de 1942, en el apogeo de la guerra de Hitler contra la Unión Soviética”, consignó el reporte de AP.
Ese antecedente marcó la pauta informativa de la actual campaña. En noviembre de 2025, El País tituló un perfil del candidato como “el ultraderechista que no quiere parecerlo”, mientras que France 24, en una de sus coberturas tituló: “José Antonio Kast, hijo de un militante nazi, en su tercer intento por la Presidencia de Chile”.
La clasificación mediática también se sustenta en sus alianzas internacionales. El líder republicano ha sido un asistente regular de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) —epicentro del trumpismo y la derecha radical global— y presidió la Political Network for Values, una organización dedicada a articular agendas ultraconservadoras a nivel internacional.








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