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Miércoles, 3 de Septiembre de 2025
Listas de espera fraudulentas

Denunciante de listas de espera: “Muchos quieren denunciar los horrores de los servicios de salud y no se atreven por las represalias que estoy viviendo”

Felipe Arancibia Muñoz

Karla Gajardo, ex funcionaria del Hospital de Concepción, relata los costos que le significó denunciar la omisión de pacientes en listas de espera hace varios años: amenazas, despido,  censura y no poder reincorporarse trabajar en el sector de la salud.

El miércoles 26 de enero Karla Gajardo, la enfermera que denunció irregularidades en las listas de espera del Hospital Regional de Concepción, visitó a Gabriel Boric en la ‘Moneda Chica’, en la comuna de Providencia. 

Gajardo viajó desde Concepción para entregarle al presidente electo un informe con los documentos que acreditan la omisión de 52 mil pacientes de las listas de espera del hospital regional entre 2010 y 2018. Pero, también, acudió para pedirle ayuda para volver a integrarse en el servicio de salud público, del que fue expulsada hace cuatro años, luego de denunciar estas faltas administrativas.

La denuncia de Gajardo se hizo pública en julio del 2019, cuando ya no formaba parte del hospital. Para la ocasión, fue entrevistada en múltiples canales y su testimonio fue usado en reportajes que pusieron en jaque la administración de Jaime Mañalich en el Ministerio de Salud.

La investigación posterior, llevada por la misma enfermera ante Contraloría, derivó en una auditoría publicada en septiembre de 2020. El órgano contralor resolvió que las denuncias eran efectivas en un universo acotado de las listas. Dos de las cinco denunciadas por Gajardo.

En total, se constató que 15.711 pacientes no habían sido ingresados a las listas de espera del hospital, de los que más de 8 mil eran derivaciones de centros primarios y alrededor de 5 mil estaban a la espera de una intervención quirúrgica. Además, de 124 pacientes investigados al detalle por la Contraloría, 32 fueron egresados como fallecidos, cuando aún estaban vivos. 

A día de hoy, ningún directivo ha recibido sanciones por su responsabilidad en las omisiones.

Sin embargo, quien sí sufrió sanciones y la pérdida de su trabajo fue Gajardo, quien conversó con INTERFERENCIA para contar cómo ha sido su calvario luego de denunciar la omisión de 52 mil pacientes de su derecho a ser atendidos en el sistema público.

- ¿Cómo llegó a hacer esta denuncia?

- Todo comenzó cuando entré a trabajar el 2015, cuando llegué como enfermera de apoyo a la unidad de lista de espera, como se llamaba en ese tiempo. Ahí se encontró un listado de alrededor de 1800 personas que no estaban en las nóminas oficiales y se notificó al servicio de salud. A mí me llegó una amonestación por haber realizado una notificación directa al servicio sin haber pasado por mi jefatura en el hospital, que era la señora Patricia Martínez que también es enfermera.

"Lo que hice fue tomar los RUT de la lista completa de los pacientes del repositorio nacional y la lista completa de estas pre admisiones y me encontré con más de 52 mil personas que no estaban ingresadas. No tenían ningún registro en el repositorio nacional ni como ingreso ni como egreso".

Luego, en 2016, se encontraron otros tantos pacientes que no estaban en los listados oficiales. En 2017 también. Y resulta que yo tenía una oficina sola en el hospital y a mi oficina llegaban todos los días personas preguntándome por su estado en lista de espera.

Yo los buscaba y en sus fichas clínicas aparecía que tenían indicada una hospitalización, pero no salían como que se hubieran subido a la plataforma. Así que pedí la lista de todas las personas que en su ficha clínica tenían indicado hospitalización, que son los pacientes que suben a la lista de espera. Me mandaron una lista de indeterminada cantidad de personas, eran muchos miles.

Entonces, lo único que hice fue tomar los RUT de la lista completa de los pacientes del repositorio nacional y la lista completa de estas pre admisiones y me encontré con más de 52 mil personas que no estaban ingresadas. No tenían ningún registro en el repositorio nacional ni como ingreso ni como egreso.

- ¿Esto era algo que el directorio sabía, por eso decidieron amonestarla?

- Era algo que todos sabían, pero nadie quería hacerse cargo de la situación. Si yo desde 2015 que estaba notificando pacientes que no estaban registrados. Le notifiqué al director del hospital de ese entonces, Carlos Capurro, en el 2018, cuando estaba Michelle Bachelet. Ahí me dijeron que esperara el cambio de gobierno. Y tres días después de que le avisé al director, me llegó mi carta de término de contrato. Ahí la Fenats intervino y solicitó al hospital que por último me reacomodaran en otro servicio. Ahí me acomodaron en una unidad clínica.

Yo soy enfermera hace ya 12 años y toda mi vida me he dedicado a la gestión administrativa. Estuve trabajando 28 días en la unidad de gestión de camas y me hicieron una evaluación que ni te cuento. O sea, prácticamente que yo era una ineficiente que no sabía ni leer ni escribir. A ese nivel. La verdad es que no la firmé, pero con esa evaluación me echaron del hospital.

- ¿A quién más pudo hacer llegar su denuncia antes de ser despedida?

- Hablé con el director del servicio de salud, entonces era el doctor Grant del Río, que falleció de Covid. Y la verdad es que no me salté ningún protocolo. Hablé con mi jefa, con el director del hospital, con el director del servicio de salud. Llegué a hablar con el ministro Jaime Mañalich, a través del senador Navarro. La verdad es que ya había acudido a la derecha, había estado con Van Rysselberghe, el hermano diputado y la senadora Jacqueline.

Pero ellos lo único que hicieron fue seguir ocultando el tema. Acá en Concepción es sabido que la mafia Van Rysselberghe es la que maneja el tema de la salud.

"Me di cuenta que el hospital había elaborado un nuevo informe que todo lo que había dicho no era verdad. Pero hay entrevistas donde el director del hospital regional y el del servicio dicen que: "No, son solo 500 pacientes". Después, en otra entrevista dicen: "No, solo se encontraron 1500 pacientes". Y en otra dicen: "No, son solo 3200 pacientes". Así, en cada entrevista las cifras iban cambiando.

Imagínate que cuando llegué a conversar con Mañalich, me dijo que iba hacer pagar con cárcel a las personas que querían ensuciar el nombre de las instituciones de la salud, después de que él había dicho que las listas de espera se habían acabado.

- ¿Luego de esto no pudo volver a reincorporarse al servicio de salud?

- Estuve más de un año esperando a que me reincorporaran para poder trabajar. Y cuando me dicen que no me iban a reincorporar, ya habían pasado todos los plazos para poder hacer algún tipo de denuncia en tribunales.

Fue en ese entonces, cuando me di cuenta que el hospital había elaborado un nuevo informe que todo lo que había dicho no era verdad. Pero hay entrevistas donde el director del hospital regional y el del servicio dicen que: "No, son solo 500 pacientes". Después, en otra entrevista dicen: "No, solo se encontraron 1500 pacientes". Y en otra dicen: "No, son solo 3200 pacientes". Así, en cada entrevista las cifras iban cambiando.

- ¿Entonces fue cuando decidió recurrir a la Contraloría?

- En ese momento nos presentamos a la Contraloría para decir "las listas están en este lugar, estas son. Es una lista de 500 mil pacientes". Les expliqué cómo había que hacer el filtro para llegar a los 52 mil pacientes que yo había encontrado. Y ahí la Contraloría encontró que eran más de 8500 personas, pero sin revisar las cinco prestaciones. Se revisaron solo dos: las atenciones nuevas de especialidad médica, que son las interconsultas, y las intervenciones quirúrgicas.

Al final si yo denuncio que 52 mil personas están siendo eliminadas de las listas de espera, lo mínimo que espero por la vida y la integridad es que revisen a los 52 mil, porque somos personas que estamos esperando poder sobrevivir. Este es un tema de sobrevivencia. Aquí las personas están esperando operarse para tener un mayor tiempo de vida y una mejor calidad de vida. Aquí se ha cometido un error gigante con el tema de las listas de espera.

- ¿Qué sucedió tras la denuncia en Contraloría?

- Después de la denuncia para que te cuento. Incluso empecé a estudiar otra carrera, porque no pensé que iba a poder reincorporarme al mundo laboral. Ha sido bastante difícil. Recibí amenazas de muerte, he participado en miles de concursos públicos y no me han considerado. Tampoco me han considerado mis años de servicio. Trabajé a honorarios en un consultorio de Concepción donde me dieron la oportunidad de trabajar por un año debido a la pandemia. Ha sido súper difícil volver, porque uno queda fichada. No sé si será que hay tanta corrupción en la salud que tienen miedo que uno vaya a volver a denunciar.

A mi familia, para qué te cuento. Tengo un hijo de 19 que estaba acostumbrado a otro tipo de vida comparada con la que tenemos ahora. Yo tenía mi casa, él tenía su pieza. Pero el tema de la denuncia provocó que tuviera que volver a vivir donde mis papás. Hace cuatro años que no he podido trabajar con un contrato. Pero si tuviera que volver el tiempo atrás y hacerlo de nuevo, lo haría, pero no tan mediático como fue. Porque la exposición de mi nombre me ha traído hartos problemas.

- Parte de esa exposición fueron varios reportajes televisivos. Uno del programa de Mega ‘Misión Encubierta’ fue bajado el mismo día en que iba a ser emitido. ¿Supo por qué razón no fue emitido?

- Cuando tenían que dar ese reportaje era un domingo. En ese momento tenía el número de Soledad Millar de Mega, una de quienes hicieron el reportaje junto con un infiltrado, y la llamé para saber porqué no se emitió. Ella me dijo que no se dio porque había errores en el reportaje, situaciones que no eran reales. Me dio una excusa con la que yo no podía hacer nada.

Además que tuve una participación importante en el reportaje. Estuve siempre atenta. Y al otro día en la mañana apareció el ministro Mañalich en el matinal, dando indicaciones para cuidarse de no sé qué cosa.

Ahí dije ‘ya, acá está la explicación de porqué no lo dieron’. Porque no puede ser que un reportaje que atacaba directamente la gestión en salud y al otro día aparecía el ministro en el mismo canal, en el matinal. Todos impactados. En Concepción generó harto revuelo, porque con el tema de las listas de espera yo me fui haciendo un poco conocida.

En el hospital, por ejemplo, es un secreto a voces el tema de las listas de espera, de la omisión de los pacientes.

- ¿Cree que detrás de esto hay un problema político?

- Es que al final esto se trata de ‘todo el sistema contra una persona’. Un sistema de gobierno sobre una persona. La verdad es que te hace fracasar como profesional, te hace sentir como una fracasada. Créeme que da rabia que el sistema de salud maltrate a los funcionarios y sobre todo a quienes tenemos la valentía de denunciar estos errores que causan tantas muertes, porque detrás de la omisión de estas 52 mil personas hay miles de muertes. 

Todas las personas que han fallecido en estas listas de espera ocultas son personas que nunca tuvieron la oportunidad siquiera de acceder a su prestación médica, nunca tuvieron la oportunidad, porque sus nombres no figuraban. No estaban en ninguna nómina oficial así que no los iban a tomar en cuenta. A menos que esa persona haya ido a preguntar por qué no lo han llamado, pero esos casos son muy pocos.

"Por eso hablé con muchas personas pidiendo ayuda, porque hay muchas personas que necesitan denunciar los horrores que están ocurriendo en los servicios de salud y que no se atreven por las represalias que estoy viviendo yo".

De 52 mil serán 50 los que acuden. Da rabia, da impotencia. Por eso pido justicia: por las personas que han sido vulneradas y también justicia por mí, porque soy mamá, tengo dos hijos, mi calidad de vida cambió absolutamente y creo que mis hijos no se merecen vivir las represalias de que un gobierno completo caiga sobre una por tratar de ayudar. Es súper difícil.

- ¿Qué hay de su candidatura a CORE las pasadas elecciones?

- No estoy metida en un tema político, pero estuve con Yasna Provoste porque era la única mujer. Fui candidata a Core en Concepción. Antes le hice las dos campañas a Sebastián Piñera, pensaba que era el cambio y es terrible ver como terminó en un homicidio omisivo, como dice el senador Alejandro Navarro.

- ¿Pudo hablar con Boric en la Moneda Chica?

- Llegué temprano, a las siete y media, y pude hablar con él como a las ocho, ocho y media. Me escuchó para pedirle ayuda por esos pacientes, por las listas de espera, por mí. Pedir justicia. Le entregué un informe gigante de 500 hojas donde tengo toda la evidencia de lo que presentaba junto con el informe de la Contraloría y él me dijo que lo iba a hacer llegar a la ministra de Salud, y que él iba a ver de qué forma poder ayudar.

Lo sentí como una persona muy cercana. Fue emocionante para mí ver que un presidente tiene tanta cercanía. A mí Piñera no me quiso recibir a pesar que solicité audiencia con él. Ya había hablado con Mañalich y me amenazó prácticamente de que me iba a meter presa por querer ensuciar el nombre de la institución de la salud. Tengo pensado viajar a Santiago una vez más para hacer llegar a la Moneda una carta pidiendo una oportunidad laboral.

- ¿Pidió una entrevista especial?

- Yo no tenía entrevista con él. Vi que había gente que iba a hablar con él a la Moneda Chica y él atendía a todas las personas. Entonces dije voy a ir, porque creo que no sabe de esta situación y para pedir justicia. No pido menos que recuperar mi trabajo para seguir ayudando a las personas que ayudé, a las que puedo seguir ayudando y porque conozco el sistema y sé que esta situación con voluntad se puede mejorar, porque aquí hay que hacer una revisión. Imagínate que en ese tiempo le mandé una carta al doctor Grant del Río porque el mismo sistema informático que trabaja en el hospital de Concepción estaba en el hospital de Coronel, Lota, Santa Juana, Florida, en el Traumatológico.

Eso quiere decir que acá, en el sistema de salud de Concepción hay por lo menos seis hospitales que están afectados por la misma situación y crees que alguien ha investigado al respecto. Solo se investigó mi denuncia, que hice en la Contraloría, y en Contraloría expuse lo mismo, que el mismo sistema abarcaba los mismos hospitales, pero resulta que nadie le ha tomado la relevancia, nadie se ha puesto las pilas. Acá lo que importa es la numeralización de las personas, que se cumplan las metas, que se atiendan las mil personas que se tienen que operar, que se hagan las 500 cirugías que se licitaron, eso es lo que le importa a este gobierno. Es un tema súper cuadrado e inhumano.

- ¿Cree que podrá volver a trabajar en el sistema público algún día?

-  La verdad es que no pierdo la esperanza de recuperar el trabajo, porque estar aquí, tocar el fondo, incluso llegó un momento en mi vida que trabajé en la Vega Monumental con mis papás que son comerciantes. Yo no tengo deudas, mis papás trabajan en la feria. Hija del esfuerzo se podría decir y que se castigue de esta forma, la verdad es que no lo entiendo. Por eso hablé con muchas personas pidiendo ayuda, porque hay muchas personas que necesitan denunciar los horrores que están ocurriendo en los servicios de salud y que no se atreven por las represalias que estoy viviendo yo.

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Buenas tardes, a mi me esta pasando como paciente del Hospital Provincial del Huasco en Vallenar. Ya que deberían haberme ingresado a la lista de espera el año 2019 y recién aparece en la lista de espera en junio del año pasado. Es super humillante saber como juegan con tu salud, ya que además de esta dolencia crónica que me afecta soy paciente oncológica y aun sigo en tratamiento. He reclamado ojala puedan reconsiderar mi caso ya que he sufrido mucho con los dolores lumbares que me aquejan.

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