"Estoy dispuesto a ser investigado por la sala electoral como candidato presidencial ganador de las elecciones del domingo", sostuvo Maduro al recurrir a la Corte Suprema para que se investigue el hackeo del sistema electoral y dijo estar listo para presentar "el 100% de las actas".
Lo anterior, a partir de las presiones internacionales y de la oposición venezolana por conocer los resultados, con acusaciones cruzadas de fraude por parte de estos últimos y de maquinación golpista por parte del oficialismo.
Tras presentar un recurso de amparo ante la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia, organismo controlado por el chavismo, Maduro ha hablado del "complot global" que dice estar sufriendo, avanzando que pronto se van a conocer las "pruebas" que le acreditan como ganador. "Dios está con nosotros", afirmó el gobernante.
Las declaraciones de Maduro sucedieron unas horas después de que el grupo de monitoreo electoral Centro Carter, con sede en Estados Unidos y que participó en los sufragios presidenciales de Venezuela, aseguró a través de un comunicado que las elecciones no tuvieron un carácter “democrático”.
Una resolución que exigía a las autoridades de Venezuela publicar de inmediato las actas de las elecciones del domingo no alcanzó los votos necesarios para ser aprobada por el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), luego de que se abstuvieran naciones como Brasil, Colombia y México.
El Consejo Nacional de Elecciones (CNE) hasta ahora no ha podido mostrar las actas de escrutinio, mientras que la Fiscalía acusa a la oposición de conspirar en un supuesto hackeo contra el sistema electoral que impediría aclarar las sospechas. Sin embargo, Machado ha puesto a disposición una plataforma en la que se muestra un 81% de las actas digitalizadas –recopiladas por los testigos de la oposición al cierre de las urnas–, y apuntan a un triunfo del candidato antichavista González Urrutia con un 67% de los votos frente al 30% obtenido por el sucesor de Hugo Chávez.
El gobierno venezolano ha recibido distintas presiones internacionales, incluyendo de sectores cercanos como el Grupo de Puebla, cuyos veedores internacionales presentes en el proceso eleccionario exigieron la publicación de las actas, tal como informó Interferencia.
Siempre en el ámbito internacional, una resolución que exigía a las autoridades de Venezuela publicar de inmediato las actas de las elecciones del domingo no alcanzó los votos necesarios para ser aprobada por el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), luego de que se abstuvieran naciones como Brasil, Colombia y México. El rechazo es un duro golpe para la estrategia de la derecha regional, con los gobiernos de Argentina, Uruguay y Perú a la cabeza, quienes denunciaron fraude en los comicios.
Durante la jornada se escucharon pedidos similares al sometido a votación este miércoles en la OEA por parte del G7, el gobierno de Estados Unidos e incluso el presidente colombiano Gustavo Petro, aunque Colombia se abstuvo en la votación de la OEA. El Centro Carter indicó que las presidenciales venezolanas no se adecuaron a los "parámetros y estándares internacionales de integridad electoral".
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