Pepe Rovano se crió con su madre y sus abuelos, sin cuestionarse mucho quién era su padre biológico. Hasta que siendo adolescente, un día su madre le cuenta que era fruto de una relación de años con un hombre de quien estaba muy enamorada, pero que la rechazó al quedar embarazada. Ya siendo adulto, decide buscarlo.
Lo que encontró le costó años procesarlo. Su padre era Rodrigo Alexe Retamal Martínez, un ex carabinero procesado y condenado por el asesinato de seis militantes del Partido Comunista (PC) en dictadura. Un hombre que, en los últimos cinco años de su vida, le dio cariño, pero también lo rechazó por ser homosexual.
La historia por rechazar los actos criminales de su padre y por apoyar a las familias de las víctimas en la búsqueda de verdad y justicia, a la vez que indaga en su propia historia familiar y biológica, quedó registrada en esta película que tras 14 años de trabajo llega el 31 de agosto a las carteleras. Bastardo. La Herencia de un Genocida es esta historia de encuentros y desencuentros que marcó la vida de Rovano para siempre.
“Nosotros nos separamos de nuestras familias porque reconocemos que hicieron algo malo. Y creo que a Chile le falta hacer ese ejercicio. Lo vemos en la política, donde no siempre se asume que la dictadura fue mala, fue terrible".
Tras conocer la verdad, Rovano fue uno de los fundadores del colectivo Historias Desobedientes, que reúne a hijos, hijas y familiares de genocidas en la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia. “Todos tenemos historias distintas, pero lo que nos une es que rechazamos los delitos de nuestros padres”, dice a Interferencia.
“Nosotros nos separamos de nuestras familias porque reconocemos que hicieron algo malo. Y creo que a Chile le falta hacer ese ejercicio. Lo vemos en la política, donde no siempre se asume que la dictadura fue mala, fue terrible. No se entiende que ésta no es la memoria de algunos, sino de todo el país”, comenta Rovano.
Este compromiso llevó a Rovano a entregar las entrevistas que tuvo con su padre al juez Mario Carroza, lo que permitió que se abriera el caso de los militantes comunistas asesinados. Pero detrás de esta decisión, hubo un largo viaje que queda registrado en su película.
Bastardo se estrenará en Chile el próximo 31 de agosto en Chile, en Suecia y en Italia, donde vivió un tiempo Rovano y es uno de los films que estará presentándose en el contexto del Festival de Cine Sanfic, la última semana de agosto.
- Este proyecto ¿viene de una inquietud de hace mucho tiempo, de hacer una película de esta historia? ¿O derivó en una película y en el principio era otra cosa?
- Yo en realidad nunca me imaginé que iba a hacer una película de esta historia. El origen de esta película me remonta a Granada, al sur de España, donde me encontraba haciendo un documental sobre la búsqueda de los restos del poeta Federico García Lorca, poeta español asesinado por homosexual durante la Guerra Civil española y cuyos restos están desaparecidos hasta el día de hoy. Y mientras estaba en Granada, estaba siguiendo al equipo médico que estaba buscando los restos de García Lorca en una fosa común. Y cuando estábamos ahí, me preguntan de dónde soy, y les digo que chileno. Y me llevan al laboratorio de la Universidad de Granada, abren una caja y me muestran restos de detenidos desaparecidos chilenos. Y yo pregunto qué hacen restos de detenidos chilenos en España, allí en Granada.
"Y mientras estoy grabando esto en Chile, me empiezo a preguntar por mi desaparecido personal, que era mi padre biológico, del cual yo no sabía nada. Sólo sabía su nombre. Y lo busqué por todos lados y no lo encontré. Y un amigo periodista lo encontró y me lo dijo el último día que estuve en Chile. Allí me entero que soy hijo de un coronel de Carabineros".
Y allí me contaron que ellos fueron parte de la denuncia contra el Servicio Médico Legal chileno, en los noventas, porque estaban reconociendo cuerpos que no eran de las personas que decían. Y a personas les entregaron cuerpos de sus desaparecidos que al final no eran, yo no creo que por error, yo creo que incluso con mala intención. Ellos denunciaron esto, Miguel Botella y Juan Ignario Llorente, de la Universidad de Granada y la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y el Ministerio de Justicia les entregaron a estos médicos el resguardo por 75 años de estos detenidos desaparecidos.
Y a raíz de eso vengo a Chile, después de 10 años viviendo afuera, y hablé con la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Y mientras estoy grabando esto en Chile, me empiezo a preguntar por mi desaparecido personal, que era mi padre biológico, del cual yo no sabía nada. Sólo sabía su nombre. Y lo busqué por todos lados y no lo encontré. Y un amigo periodista lo encontró y me lo dijo el último día que estuve en Chile. Allí me entero que soy hijo de un coronel de Carabineros condenado por violaciones a los derechos humanos, por la muerte de seis militantes del PC, delitos por los cuales fue condenado a 12 años de cárcel, pero que no cumplió en la cárcel porque se le aplicó la amnistía y la prescripción.
Con esa información, no me dieron ganas de conocer a mi papá. Me acuerdo que me mostraron el informe Rettig, lo vi y dije “no, basta, no puedo”.
Después me dio una aversión de venir a Chile, con temor de transformarme en el hijo de un verdugo. Yo siempre he trabajado en temas de derechos humanos, imagínate lo que fue descubrir que era hijo de un genocida. Después de dos años y conversaciones con psicólogos y amigos, lo fui a conocer a Chile. Fue así como lo contacté y lo conocí en Chile y vine a vivir con él los últimos cinco años de vida de él. Es el registro que aparece en la película. Así empezó este viaje llamado Bastardo.
- Al inicio de la película muestran imágenes del estallido social, de Carabineros entrando al Instituto Nacional. ¿Por qué quiso mostrar esto? ¿Por qué conecta esta historia, que parece más relacionada con la memoria, con algo más reciente como el estallido social?
- Creo que lo que sucedió durante el estallido social y la actuación de algunos integrantes de las Fuerzas Armadas, sobre todo Carabineros, fueron violaciones a los derechos humanos. Equiparable a las de la dictadura. No por nada más de 400 personas perdieron sus ojos, 38 personas están muertas sin encontrar culpables, hubo torturas, mujeres y hombres violados en comisarías. Para mí esto es la herencia de los tiempos de Pinochet.
"Creo que por temas políticos no se ha vuelto a hablar de esto, porque ahora la agenda está enfocada en seguridad y parece que de nuevo no se puede tocar a Carabineros. Pero una verdadera reforma debería relacionarse con los derechos humanos".
Durante mucho tiempo varios organismos internacionales, como Human Right Watch y Amnistía Internacional denunciaron estos delitos y el General Director de Carabineros, Mario Rozas, dijo que ninguno de sus hombres iba a ser tocado. Y volvemos al tema de la impunidad. La misma impunidad con que murió mi padre, la impunidad biológica y la que sigue reinando con integrantes de las Fuerzas Armadas.
Y eso es evidente hasta este momento, por eso partimos la película con violaciones a niños, niñas y adolescentes, porque es violencia in fraganti, la policía no puede entrar a un colegio donde hay menores a pegarles. Eso, en cualquier parte del mundo, es inaceptable. Da para pensar en qué sociedad estamos y sobre la herencia de la violencia. Es el inicio de la película y después entramos a la historia más íntima y familiar.
Y se vuelve a retomar al final de la película, cuando mi padre muere y se le hace una ceremonia imperial, donde es enterrado con una bandera de la institución de Carabineros, pese a haber sido condenado a violaciones a los derechos humanos. De esa manera se despide a un genocida.
Y ese es el cambio que no se ha querido hacer en Carabineros. Se habla de reformas a Carabineros, pero se entiende como mayor financiamiento para que compren armas. Y no es así. Creo que por temas políticos no se ha vuelto a hablar de esto, porque ahora la agenda está enfocada en seguridad y parece que de nuevo no se puede tocar a Carabineros. Pero una verdadera reforma debería relacionarse con los derechos humanos.
Por eso, para mí son igual de chocantes esas imágenes donde agreden a niños y adolescentes, que las imágenes del funeral. Te muestra la impunidad en que vive la organización.
- Hay varios caminos que recorre usted en el documental, hay un tema con los derechos humanos, la historia con su padre y con su orientación sexual, todos temas muy potentes en la obra. ¿Cómo conjugó estos temas en un documental? Imagino que fue un desafío como realizador.
- Sí, un desafío tremendo.
"Mi padre nunca se arrepintió de nada. Y menos quiso colaborar con la justicia. Y eso es lo que más me llama la atención, por último en la intimidad pudo haberme dicho que lo obligaron a hacer lo que hizo, eso lo hubiera encontrado humano. Pero ni siquiera fue así".
Yo nunca pensé que la película iba a tener que ver en algo con mi sexualidad, y no hablé nada de eso hasta que me doy cuenta que es un tremendo tema, que atraviesa las violaciones a los derechos humanos. O sea, mi padre no sólo asesinó a militantes del PC, sino que aparte abandonó a tres hijos, ocupó a las mujeres como instrumentos y además fue homofóbico. Para mí es una visión en 360 grados de un violador de los derechos humanos, que por lo general coincide con estos patrones. Por lo general son hombres machistas, homófobos. Y este no iba a ser un tema en la película hasta que me di cuenta que me desheredaron no por buscar la verdad de los delitos de lesa humanidad, sino por ser homosexual. Y ahí, para mí se formó el arco completo, y nunca pensé que esa iba a ser la razón esgrimida por mi padre, quien me rechaza por segunda vez en la vida, la primera vez fue antes de nacer, porque yo soy un hijo huacho, hijo de madre soltera. Y antes de morir me rechazó por otra razón machista, que es la homofobia. Así que tuve que tratar este tema en la película.
Además, mi padre nunca se arrepintió de nada. Y menos quiso colaborar con la justicia. Y eso es lo que más me llama la atención, por último en la intimidad pudo haberme dicho que lo obligaron a hacer lo que hizo, eso lo hubiera encontrado humano. Pero ni siquiera fue así. Mi padre, posterior a esos crímenes, se transforma en el creador y director del OS-7, el organismos de investigación antidrogas más importante. Yo lo veo como que lo premiaron.
Y creo que lo que viene a intentar hacer esta película es desarmar el pacto de silencio, algo que todas las organizaciones de derechos humanos llaman a hacer. Pero creo que los pactos de silencio también deben romperse al interior de las familias.
Yo hasta el día de hoy con algunos de los y las hijas de las víctimas de mi padre sigo creando y trabajando, especialmente con Isolda, que sale en la película. Yo, si bien, perdí una familia, porque me rechazaron por ser homosexual, gané otra, que son las familias de las víctimas.
Yo no sé si mi postura es la más indicada o no. Pero es la que me permite dormir bien. Que no por ser hijo de un genocida, de un violador de los derechos humanos, yo vaya a apoyar crímenes ni delitos de lesa humanidad. Es bueno hacer esa separación. Y con el tiempo, entendí que cada vez que lo hablaba, no me hacía parte del silencio cómplice, que a veces incluso está en las familias, donde se protege a los violadores, a los abusadores, por ser el tío, el primo, el abuelo. Yo creo que ya basta de estar defendiendo violadores, sólo por el lazo sanguíneo.
- El tema del nombre de la película, Bastardo… ¿De alguna manera se relaciona a que en Chile es muy generalizado el tema de los “hijos huachos”, hijos de madres solteras?
- Es un tema normalizado en Chile.
En tiempos de mi madre, ser madre soltera era sinónimo de “puta” en los setentas. Tanto así, que mi madre le compra el nombre a un tipo para que yo no tuviera apellidos Rovano Rovano.
"Hay una pregunta que a mí siempre me va a rondar y es ¿qué heredé yo de él? Porque algo heredé, si soy su hijo biológico. ¿Lo machista, lo violento? Algo tuve que haber heredado. Es una pregunta que siempre me va a perseguir".
Todos conocemos a alguien que es madre soltera.
Aparte 'bastardo' es una palabra fuerte, pero que tiene un doble sentido. Mientras estaba el estallido social yo veía por todos lados, en las paredes, el “paco bastardo”, ACAB, etc.. Yo también, por otro lado, era un bastardo, hijo de madre soltera. Pero, para mucha gente, mi padre era un bastardo, también. Quise jugar con este doble significado de la palabra. ¿Quién es el bastardo? ¿La persona que abandona a un hijo? ¿O el hijo de madre soltera? Le dejo al público esta pregunta.
Hay una pregunta que a mí siempre me va a rondar y es ¿qué heredé yo de él? Porque algo heredé, si soy su hijo biológico. ¿Lo machista, lo violento? Algo tuve que haber heredado. Es una pregunta que siempre me va a perseguir. Bastardo es mi forma de enfrentar el hecho de ser hijo de un genocida.
Pero también le pregunto al espectador ¿qué heredaste tú de la dictadura? Yo invito al espectador a que se pregunte eso, a veces resultan cosas evidentes, como que la nueva constitución pinochetista está siendo escrita por pinochetistas.
- ¿A qué Chile llega esta película? Porque grabó por muchos años esta historia, pero Chile es muy distinto que hace tres años, o que hace cinco. Vemos el auge del negacionismo y al cumplir 50 años del golpe de Estado.
- La película llega en un momento muy extraño, cuando se cumplen 50 años del golpe y, creo yo, cuando los organismos de derechos humanos están sentidos con este Gobierno. Estamos en un mal pie. El viernes pasado hubo una marcha nazi frente a La Moneda, con un proyecto constitucional que la escriben pinochetistas y con una iniciativa constitucional que busca indultar a los genocidas encarcelados porque son ancianos. En ese contexto estamos ad portas de un Gobierno de extrema derecha, con una derecha empoderada y con un ex presidente Piñera diciendo que vamos a conmemorar no sólo 50 años del golpe de Estado, sino 50 años del término de la Unidad Popular. Estamos en un mal momento y nos llama a reflexionar sobre pensar bien lo que pasó, porque puede volver a repetirse.
"Y me parece más grave que a 50 años del golpe de Estado, ni siquiera haya habido un acto reparatorio respecto a las víctimas de parte de las Fuerzas Armadas, o al menos, que digan dónde están sus cuerpos. Ellos lo saben, porque están vivos. Hay muchos genocidas que están vivos y siguen los pactos de silencio".
Estoy orgulloso de que el programa Miradoc haya elegido Bastardo para conmemorar los 50 años, me llena de orgullo. Pero no creo que ningún político vaya a verla (ríe).
Es una película complicada. Soy un afectado por un carabinero, que no se compara con la gente que perdió a sus familiares ni sus ojos, por supuesto. Y me parece grave que todo el debate en torno a la reforma de Carabineros haya quedado suspendido. Y me parece más grave que a 50 años del golpe de Estado, ni siquiera haya habido un acto reparatorio respecto a las víctimas de parte de las Fuerzas Armadas, o al menos, que digan dónde están sus cuerpos. Ellos lo saben, porque están vivos. Hay muchos genocidas que están vivos y siguen los pactos de silencio. ¿Cómo no sabemos dónde están tres mil compatriotas? ¿Qué pasa con los civiles que participaron en estos crímenes?
La invitación de Bastardo es a romper los pactos de violencia también, que tan mal le hacen a las sociedades para avanzar en la no violencia.
- ¿Por qué la gente tiene que ver esta película? ¿Por qué es necesaria?
- Hay que verla, primero, porque es muy entretenida.
Además es un bonito viaje en torno a la memoria, íntimo, de un joven que descubre que su padre es un asesino y que por 14 años registra esta historia. Y tiene un tratamiento bonito sobre las materialidades con que se hizo, se filmó en Super 8, en mini DV, en HD. Y a la vez, es una película que crece conmigo. Soy joven cuando inicia la película y ahora ya más canoso, porque los procesos de vida son así, son largos, y más los familiares. Por eso Bastardo tomó su tiempo.
Me gustaría que también la viera esa gente que sigue justificando lo injustificable. Me encantaría que algún día mostraran Bastardo en la Escuela de Carabineros, les haría tan bien.
Comentarios
Me interesa leer artículos de
Alguien me puede explicar por
Acabo de ver el documental es
Añadir nuevo comentario