El próximo 22 de agosto se estrenará en salas de Cinépolis, en el contexto de la competencia en la categoría de cine chileno del festival Sanfic de este año, el documental A la Sombra de la Luz, ópera prima de las directoras chilenas Isabel Reyes Bustos e Ignacia Merino Bustos.
La película retrata el día a día en Charrúa, un pequeño pueblo del sur de Chile, que convive con una gran industria eléctrica como vecina. Rodeados de torres de alta tensión, termoeléctricas y una de las subestaciones más grandes de Chile, paradójicamente tienen un sistema de iluminación inestable y solicitan a sus autoridades, y a las empresas eléctricas, luminaria pública para sus calles.
El documental abarca esta historia con una propuesta estética de planos generales, estáticos, que van mostrando la vida en este pueblo y la relación que tienen con las empresas eléctricas y también con la naturaleza que los rodea, incluyendo los animales salvajes del bosque de Chile.
"Entendimos y corroboramos la importancia de este pueblo para el sistema eléctrico chileno ya que tiene una de las subestaciones eléctricas más grandes del país, desde donde se transmite la energía. Al conocer el lugar, nos dimos cuenta que tenía un gran potencial visual, un paisaje rodeado de torres de alta tensión", comenta Reyes.
“Yo soy de Concepción y después de ver una nota en un diario local, empecé a investigar sobre la industria energética en la comuna de Cabrero, donde queda Charrúa. Entendimos y corroboramos la importancia de este pueblo para el sistema eléctrico chileno ya que tiene una de las subestaciones eléctricas más grandes del país, desde donde se transmite la energía. Al conocer el lugar, nos dimos cuenta que tenía un gran potencial visual, un paisaje rodeado de torres de alta tensión y con dos elementos que nos permitían explorar cinematográficamente: la luz y la oscuridad”, explica a Interferencia la periodista y documentalista Isabel Reyes, quien fue parte de esta redacción.
“La idea fue crear una historia con importancia social, pero con un punto de vista cinematográfico, de forma de unir nuestros mundos desde el periodismo y el cine”, agrega.
Sobre la propuesta estética de la película, Ignacia Merino comenta a este medio que les interesaba transmitir sensorialmente la realidad de Charrúa y de la presencia de la energía eléctrica en la zona, silenciosa pero omnipresente.
“La propuesta audiovisual que nos mueve es lograr hacer sentir al espectador y que nuestros documentales sean experiencias sensoriales. Para lograr eso usamos distintas cámaras –cámaras trampa, para captar la vida nocturna animal y cámaras termográficas– y nos preguntamos cómo podíamos poner en imágenes la energía que se mueve por los cables: llevamos focos que proyectamos en las torres, iluminamos los bosques, para de alguna manera, dar vida a las torres de alta tensión como un personaje” comenta Merino.
A la Sombra de la Luz tendrá dos funciones en Cinépolis, en el contexto del festival Sanfic, en Santiago, que incluirá un diálogo con las directoras al terminar la película.
La película es la ópera prima de Reyes y Merino, quienes son primas. El documental fue estrenado mundialmente en el reconocido festival de documental Sheffield DocFest en junio de este año, en Inglaterra. Además, participó en mercados de cine y laboratorios como Hot Docs Forum 2020, Doc Sur en Ventana Sur 2022 y Cannes Docs en Marché du Film 2023.
A la Sombra de la Luz tendrá dos funciones en Cinépolis, en el contexto del festival Sanfic, en Santiago, que incluirá un diálogo con las directoras al terminar la película. Las entradas pueden comprarse online en el siguiente enlace.
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