Llegó la hora de la verdad. Hoy se enfrentan en las urnas la candidata presidencial del Partido Comunista (PC), Jeannette Jara, y el representante del Partido Republicano, José Antonio Kast.
Además de quién estará a cargo de La Moneda desde el próximo 11 de marzo, en estos comicios de manera inevitable se vivirá un quiebre a nivel país respecto del perfil del futuro presidente o presidenta.
Esto porque tanto Kast como Jara representan tabúes ideológicos para la política chilena de las últimas décadas. Y hoy uno de estos llegará a su fin.
Si bien el Partido Republicano existe hace pocos años, su trasfondo es antiguo, directamente vinculado con la dictadura de Augusto Pinochet y con el gremialismo de Jaime Guzmán.
Esta colectividad surgió de la mano del hoy candidato presidencial, después de renunciar a la Unión Demócrata Independiente (UDI) en 2016, con el objetivo de retomar los principios originales de la colectividad, principalmente la reivindicación de lo hecho por la dictadura.
El triunfo de Kast significaría una aceptación de parte de la ciudadanía chilena a los discursos negacionistas de las violaciones de derechos humanos cometidas por los militares.
El triunfo de Kast significaría una aceptación de parte de la ciudadanía chilena a los discursos negacionistas de las violaciones de derechos humanos cometidas por los militares, una transa valórica de la sociedad a cambio de una promesa de mejorar la crisis de seguridad pública que se vive en la actualidad.
Asimismo, sería la consumación de algo que vienen consiguiendo desde las parlamentarias del pasado 16 de noviembre: hacerse con la hegemonía de la derecha en Chile, dejando atrás a la UDI y a Renovación Nacional.
Por el lado de Jara, ya es un hito que ella sea la candidata del oficialismo, considerando el anticomunismo impulsado en Chile por el poder político y económico desde la creación de la colectividad.
En esto, el primer golpe fuerte sufrido por el PC fue con la Ley Maldita en 1948, promulgada por el presidente y militante del Partido Radical, Gabriel González Videla.
El Partido Comunista chileno además debió enfrentar un exterminio en la dictadura de Augusto Pinochet, el cual significó que 510 personas de dicha colectividad fueran asesinadas o desaparecidas.
El Partido Comunista chileno además debió enfrentar un exterminio en la dictadura de Augusto Pinochet, el cual significó que 510 personas de dicha colectividad fueran asesinadas o desaparecidas.
Posteriormente, una vez comenzado el período de gobiernos de la Concertación, el PC fue aislado de los cargos de elección popular, debido al sistema binominal y a que no pertenecían a dicha coalición.
Recién en 2009, luego de un pacto por omisión realizado con los concertacionistas, la colectividad volvió a tener representación parlamentaria con tres diputados electos, algo que no ocurría desde 1973.
Este fue el inicio de un avance progresivo del PC durante el siglo XXI para insertarse en el establishment político.
Luego, en 2013, se integraron al conglomerado Nueva Mayoría, en el cual fueron aliados incluso de la Democracia Cristiana, sus eternos rivales en Chile.
Hoy, después de ganar en primarias y convertirse en la representante de la centroizquierda chilena, Jeannette Jara podría convertirse en la primera presidenta comunista de la historia de Chile, superando así una persecución histórica.







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