Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Jueves, 7 de Agosto de 2025
[Interferencia América Latina]

El secreto de Petro

Carel Fleming (desde Washington D.C.)

Para Petro el otorgar asilo a un enemigo político fue una inversión de beneficio para él y su vicepresidenta como opción de refugio en Panamá, con un gobierno que va rumbo a ser de extrema derecha. Es por eso que no existen diferencias ideológicas cuando se trata de un negocio personal.

Cuando Gustavo Petro otorgó el asilo al ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, nadie entendió qué motivó al líder colombiano ayudar a un opositor ideológico de derecha y a quien siempre trató de corrupto y delincuente.

La teoría de que Martinelli pagó millones de dólares a Petro es la que circula tanto en Colombia como en Panamá. No obstante, el Departamento de Estado tiene otros antecedentes que tendrían más sentido.

En noviembre del año 2010, Martinelli, era presidente de Panamá, y fue quien le otorgó asilo a María del Pilar Hurtado, exdirectora del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS), un organismo estatal de inteligencia y contra inteligencia.

Hurtado pidió asilo en Panamá al ser solicitada por las autoridades colombianas por las escuchas ilegales a magistrados, políticos de oposición, defensores de derechos humanos y periodistas durante el gobierno de Álvaro Uribe, que es cercano a Martinelli. Entre los afectados del pinchazo telefónico estaba el entonces senador Gustavo Petro.

Hace tan solo cuatro días atrás, la Corte Suprema de Justicia de Colombia dejó en firme la condena contra María del Pilar Hurtado, caso que lleva más de 20 años.

Entonces, si Martinelli ayudó a la ex directora del DAS dándole asilo hace 15 años atrás, cabe aún más la duda de la razón del actual presidente colombiano de ayudar a quien refugió a la funcionaria de Uribe encargada de espiar a la oposición entre los que estaba el propio Petro.

Periodistas colombianos le consultaron a Petro la razón de otorgarle asilo a Martinelli y escuetamente señaló que fue por “la más estrecha asociación con el pueblo de Panamá”. Obviamente nadie creyó su diplomática declaración si es sabido que ambos líderes actuales de Colombia y Panamá son de corrientes políticas diferentes. Además, tanto Martinelli como Petro se trataban de corruptos y delincuentes y es por eso que sorprende el cambio de opinión del presidente colombiano.

Estados Unidos es más crudo en su versión. Aseguran que tanto Petro como su vicepresidenta, Francia Márquez, tendrían la intención de solicitar asilo en Panamá el próximo año cuando terminen su periodo y enfrenten varias acusaciones en tribunales.

Esta hipótesis norteamericana tendría sentido, y lo ven como un favor por otro. Si Francia Márquez sigue enfrentando nuevos cargos, Panamá ahora les debe un favor y le otorgaría el asilo. Petro sabe que él también necesita un lugar para refugiarse ante la lluvia de casos judiciales que caerían en su contra una vez terminado su mandato en agosto del próximo año.

Un punto importante es que hace tres días atrás, el líder sindical más importante de Panamá, Saúl Méndez, se refugió en la embajada de Bolivia tras ser acusado de delitos de blanqueo de capitales a lo que el sindicalista describe como persecución política. Si Méndez es un reconocido gremialista de ultraizquierda y cercano a Maduro ¿Por qué no buscó ayuda en Colombia o Venezuela? Quizás es porque no tiene moneda de cambio para Petro o Maduro y sólo le crearía problemas a ambos presidentes con Panamá.

Normalmente los asilos se otorgan por razones de un temor fundado de persecución política, raza, religión, nacionalidad, y demostrando que la persona corre riesgo en su país de origen. Para Petro el otorgar asilo a un enemigo político fue una inversión de beneficio para él y su vicepresidenta como opción de refugio en Panamá, con un gobierno que va rumbo a ser de extrema derecha. Es por eso que no existen diferencias ideológicas cuando se trata de un negocio personal.

Martinelli se asiló en un gobierno de izquierda y Petro y su vicepresidenta lo harían en uno de derecha. El que no tiene moneda de cambio, como el líder sindical consecuente con su ideología de izquierda, se asila en Bolivia. Queda claro, business is business.



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.



Los Más

Comentarios

Comentarios

Sería bueno que aportaras más información desde otras fuentes, para verificar los dichos, a menos que tu intención sea solamente tirar un poco de mierda

Añadir nuevo comentario