El 30 de septiembre se publicó en el sitio de la London Stock Exchange, la bolsa de valores de Londres, un extenso reporte con los estados financieros de Big Technologies, que ofrece servicios de monitoreo telemático -tobilleras electrónicas- para personas infractoras de ley.
El informe, da cuenta de los resultados que obtuvo la compañía en los primeros seis meses de 2025, al 30 de junio de este año. Los datos, por un lado, son alentadores. Buddi Technologies, que es la subsidiaria con la que operan, tiene un margen bruto de 67% y el Ebitda ajustado, (ganancias antes de intereses, impuestos, amortización y depreciación) fue de 12,5 millones de libras, en el período. La firma constituida en el Reino Unido, y listada en el Alternative Investment Market (AIM) dedicado a las empresas pequeñas con alto potencial, actualmente corre sola, unida a Sonda, para ganar un contrato de 64 mil millones de pesos, con Gendarmería, para proveer tobilleras.
El reporte precisamente destaca un crecimiento del 12% en el índice ARR (Ingresos Anuales Recurrentes) aplicado a empresas de suscripciones, que muestra su capacidad para asegurar y mantener contratos a largo plazo. Sin embargo, hay un dato que no está en el Ebitda “ajustado” pero si consignado en los resultados, aunque el informe insiste en la buena salud operacional de la compañía reflejado “en un solido desempeño en las Américas”. Se trata de una pérdida acumulada en 6 meses de 28 millones de libras. Nada menos que por un gran litigio que comenzó en marzo de este año, cuando el directorio decidió despedir a su CEO Sara Murray, quien aparece entre las representantes de Buddi en Chile.
Murray está acusada de idear un plan para desviar 302 millones de libras, a través de empresas en las que participaba y a la vez tenían parte en Buddi Technologies, además de supuestamente apropiarse de 19 millones de libras. El caso se denomina SM Proceddings, y en reporte de la bolsa de Londres, se consigna que la empresa ha tenido costos equivalentes a 42 millones de libras en el litigio, por lo que debió elevar sus provisiones. De este ajuste deriva la pérdida en los primeros meses del año.
La empresa reconoce que no incluyó la pérdida del contrato en Colombia, por indicios de corrupción, en 2023, para calcular un crecimiento del 9% en sus ingresos “a tipo de cambio constante”. En Chile la irrupción de Buddi Technologies no ha estado libre de sospechas. En el transcurso de la licitación, fue eliminada la empresa proveedora actual de las tobilleras y que ejecutaba el contrato por un segundo período. Las razones técnicas para tomar esta decisión no son públicas por “razones de seguridad”. Pero lo concreto es que el presupuesto del contrato subió de 52 mil a 64 mil millones, al amparo de la ley que en este caso permite subir el presupuesto hasta 70 mil millones, por razones fundadas. Aunque en este caso, las razones no son públicas.
La empresa es optimista, para evaluar su futuro frente a los inversionistas. Pero también muy cautelosa. En el informe reconocen entre sus nuevas operaciones contratos en marcha con el ministerio de justicia de Irlanda, dos en Australia y uno nuevo con un municipio de Estados Unidos. Nada sobre Chile. Pero si reconocen que las provisiones para gastos en defensa legal aumenten. “Con la nueva información disponible, se ha concluido que es improbable que Buddi Limited pueda defenderse con éxito”.
En otro reporte publicado el 11 de septiembre, Big Technologies reconoce que “la Compañía no tiene certeza sobre el resultado exacto, pero buscará lograr una solución consensuada si es posible, en lugar de un litigio prolongado”. Para tranquilidad de sus clientes entre los cuales, todo indica se encontrará Gendarmería de Chile, la empresa asegura que ninguno de estos problemas legales afecta su operación. Certeza que está por comprobarse.
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