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Sábado, 20 de Abril de 2024
Plusvalía

Felipe Larraín tiene negocios inmobiliarios por donde podría parar el tren rápido

Nicolás Massai D.

El ministro de Hacienda tiene un 20% de las acciones de Viñedos Valle de Casablanca, sociedad que cambió su objeto social en julio de 2018 para levantar un proyecto inmobiliario suburbano en Casablanca, a pocos kilómetros de donde estaría una futura estación del tren Santiago-Valparaíso.

Admision UDEC

El jueves 6 de diciembre de 2018 el ministro de Hacienda participó en un evento realizado en el Sporting de Viña del Mar, uno de los centros más conocidos de esa ciudad. La Fundación Piensa, un think thank creado por grandes empresarios de esa región, celebraba su quinto aniversario. Entre los cientos de invitados estaban autoridades políticas, como el intendente, algunos seremis, diputados, senadores y alcaldes.

Uno de los oradores principales del encuentro era Felipe Larraín, quien habló de las metas en infraestructura del gobierno de Sebastián Piñera. “Hay importantes obras para mejorar la conectividad e impulsar la actividad regional (…) hay un compromiso del gobierno de que la licitación sea en 2019, por lo tanto, el tren de Santiago-Valparaíso va a ser una realidad”, señaló entre aplausos.

Larraín no era un desconocido para la Fundación Piensa, que hace unos años viene hablando de la necesidad de contar con este medio de transporte que conecte de manera más veloz ambas ciudades. De hecho, uno de los fundadores de esta institución privada sin fines de lucro es Eduardo Elberg Simi, socio de la inmobiliaria Algeciras, el hotel Atton y ex dueño de Santa Isabel, entre otros. Elberg también es socio del ministro Felipe Larraín en un nuevo negocio inmobiliario que se instalará en el valle de Casablanca, a pocos kilómetros de donde está trazado el trayecto de una de las dos propuestas del tren rápido entre Santiago y Valparaíso.

Todo comenzó, formalmente, en julio de 2018, cuando Felipe Larraín ya llevaba cuatro meses a cargo del ministerio de Hacienda.

De agrícola a inmobiliario

Unos minutos después de atravesar el túnel Zapata en la ruta 68, los automovilistas se encuentran con un cartel publicitario gigante a un costado del camino. El cartel anuncia la venta de parcelas de 5.000 metros cuadrados desde 1.750 UF (casi 49 millones de pesos). Se trata del proyecto Hacienda Viñedos de Casablanca, constituido por unas 175 parcelas rodeadas de paisajes naturales, insertas en la Ruta del Vino y, según su sitio web, a solo 45 minutos de Santiago y 30 de Viña del Mar.

Quien está detrás de esta aventura inmobiliaria es Viñedos Valle de Casablanca, cuyo porcentaje se divide entre Eduardo Elberg y familia, poseyendo un 80% de la propiedad, y el ministro Felipe Larraín Bascuñán, quien participa con el restante 20%. El secretario de Estado participa en este negocio a través de su sociedad Inversiones El Boldal. Ambas compañías están declaradas por el actual ministro de Hacienda en su última declaración de intereses y patrimonio, fechada el 29 de marzo de 2019.

Según un artículo publicado en 2009 en la sección de Economía y Negocios de El Mercurio, las tierras pertenecientes a la sociedad Viñedos Valle de Casa Blanca abastecían de uvas premium a otras viñas del sector. Sin embargo, el objeto social de esa empresa tuvo un giro el 27 de julio de 2018, cuando los terrenos pasaron a tener un fin inmobiliario.

Ese viernes de julio se realizó una junta extraordinaria de accionistas de esa entidad, la que fue reducida a escritura pública cuatro días después. A la cita asistieron la totalidad de los propietarios, aunque no concurrió el mismo Larraín; en representación de su porcentaje –a través de Inversiones El Boldal–, asistió su socio Eduardo Elberg, y por el lado mayoritario, de Inversiones Alicante Limitada, asistió Javier Sheward, cuñado de Elberg.

En menos de media hora se leyeron los balances financieros de 2015, 2016 y 2017. Al 31 de diciembre de este año, según el acta –que publica íntegramente INTERFERENCIA–, la sociedad tenía pérdidas acumuladas por 1.168 millones de pesos.

Pero el objetivo central de la junta no fue hablar de sus números rojos, sino más bien de su futuro prometedor. Para ello, la sociedad necesitaba modificar la esencia empresarial de Viñedos Valle de Casablanca. Elberg, presidente del directorio, indicó que la compañía comenzaría a desarrollar actividades propias del negocio inmobiliario, “por lo que se hace necesario adecuar el objeto social a los requerimientos comerciales de la compañía”.

Con el voto unánime de los accionistas, se modificó el objeto social, y quedó estipulado que la sociedad se abocaría en “el estudio, promoción, administración y ejecución de toda clase de proyectos inmobiliarios”, además de “la adquisición a cualquier título de bienes raíces urbanos o rurales [y] su explotación bajo la forma de compraventas, subdivisiones, enajenaciones de cualquier especie, arrendamiento y otros”. Por último, el directorio quedó compuesto por Eduardo Elberg, su cuñado y su esposa.

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Gigantografía publicitaria del proyecto Hacienda Viñedos de Casablanca. Foto: Nicolás Massai D.
Gigantografía publicitaria del proyecto Hacienda Viñedos de Casablanca. Foto: Nicolás Massai D.

No hay rastros en escrituras públicas de que Felipe Larraín Bascuñán se haya desprendido de sus acciones en Viñedos Valle de Casablanca. Tampoco él ha actualizado su declaración de intereses y patrimonio, lo que debería ocurrir normalmente en caso de que se haya producido una venta. INTERFERENCIA se contactó con él el jueves de la semana pasada para hacer las consultas respectivas para este reportaje, pero el ministro no contestó mensajes ni tampoco llamadas telefónicas. Ese mismo día, este medio se contactó con Marcos Zepeda, quien ocupa un cargo gerencial en la venta de las parcelas de Hacienda Viñedos de Casablanca. Él señaló que derivaría nuestra la solicitud de comunicación a la división respectiva de Viñedos Valle de Casablanca, pero tampoco hubo respuesta.

La información podría complicar a uno de los ministros más importantes del gobierno, pues existen más hechos que indican que este proyecto inmobiliario tomó forma cuando él ya había vuelto a ser un funcionario público. El sitio web del negocio inmobiliario, por ejemplo, se creó a fines de noviembre de 2018, mientras que la solicitud del registro de la marca “Hacienda Viñedos de Casablanca” fue presentada ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) por Viñedos Valle de Casablanca el 1 de agosto de ese mismo año, menos de una semana después de la junta extraordinaria de accionistas donde estaban representados los intereses de Larraín.

Todos estos hitos fueron anteriores a la aplaudida exposición del ministro Larraín en la Fundación Piensa, cuando dijo que “el tren de Santiago -Valparaíso va a ser una realidad”.

La plusvalía de Casablanca

Una de las grandes noticias que entregó el presidente Sebastián Piñera durante su cuenta pública del 1 de junio, fue que el Ministerio de Obras Públicas había declarado de “interés público” las dos propuestas de tren rápido entre Santiago y Valparaíso.

Precisamente en una de estas, la que presentó Sigdo Koppers con China Railway, se propone un trayecto que tiene una estación en Casablanca, “al costado de la Ruta 68 a orillas del antiguo camino de acceso poniente a la cuesta Zapata”. Esto, según cálculos informales que realizó este medio, implicaría una distancia de entre 7 a 10 kilómetros entre la parada y el proyecto suburbano de Viñedos Valle de Casablanca, sin perjuicio de la planificación y crecimiento urbano que siempre acarrean estas iniciativas de transporte.

Cabe destacar que no es la única aventura inmobiliaria de la zona, pues también próximo a la cuesta Zapata se ubica Maucolén, encabezada por Agustín Huneeus y donde tiene participación el histórico militante de la UDI, Pablo Longueira, padre y socio de Juan Pablo Longueira, jefe de gabinete de Alfredo Moreno, ministro de Obras Públicas, la cartera que debe evaluar y eventualmente llamar a licitación si es que son factibles las iniciativas que se presentan.

Por cierto, una de las primeras reuniones de lobby que tuvo el nuevo titular de esa cartera fue con Juan Eduardo Errázuriz Ossa y Gonzalo Cavada Charles, presidente y gerente de finanzas de Sigdo Koppers, respectivamente. En aquella junta, llevada a cabo el pasado 26 de junio, la materia tratada fue el “Proyecto tren rápido Santiago-Valparaíso-San Antonio”, la iniciativa que tendría una de sus paradas en Casablanca.

Según artículos de revista Capital y El Mercurio en las inmediaciones de Maucolén se realizarían actividades relacionadas a deportes ecuestres, las que habrían estado a cargo de la Escuadra Palmas de Peñaflor, perteneciente al mismo ministro Moreno. Sin embargo, desde esa empresa aseguraron que desistieron de la invitación que le hicieron los dueños del proyecto. Longueira, el padre del actual jefe de gabinete del MOP, todavía figuraría como socio de Maucolén.

Colegios con platas Corfo y Harvard

Desde su segundo arribo a la cartera de Hacienda en marzo de 2018, el ministro Larraín ha enfrentado varias polémicas. Tal como reveló INTERFERENCIA en septiembre del año pasado, Larraín junto a otros empresarios consiguió en 2005 un crédito blando con CORFO por US$20 millones, dinero con el que adquirió una decena de colegios, privados y subvencionados, para implementar formas innovadoras de impartir educación.

A ello se suma su cuestionado viaje a la Universidad de Harvard, en calidad de ex alumno, que en un principio fue financiado con dineros fiscales.

De hecho, ambos casos, junto al débil desempeño de la macroeconomía chilena, llevaron a muchos a pensar que Felipe Larraín era uno de los candidatos para dejar el gobierno en el cambio de gabinete del jueves 13 de junio pasado.



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