Este 5 de octubre, el gobierno de Gran Bretaña emitió un documento de orientaciones desde el Departamento de Digital, Cultura, Medios y Deportes (DCMS), para dar a conocer a los trabajadores de la cultura y el turismo su política de “conservar y explicar”, enfocada en los monumentos “controvertidos”, como definen a monumentos, sobre todo estatuas, relacionadas a personajes históricos ligados a la colonización y la esclavitud.
Este documento se da a conocer tras dos años desde que el gobierno inglés, en manos de los conservadores, anunciara su política de “conservar y explicar” tras protestas que proliferaron en Estados Unidos y Europa ligadas al asesinato de George Floyd y al movimiento Black Lives Matter. En Inglaterra, este movimiento se vio impulsado por afrodescendientes y migrantes que viven en Gran Bretaña, que se manifestaron, en ocasiones, frente a estatuas de conocidos esclavistas y colonizadores. En ese momento, el gobierno inglés intentó impulsar su propuesta de conservar estos monumentos y no moverlos ni sacarlos de espacios públicos, pero explicar a su vez la historia de estos personajes históricos.
Fundamentalmente, el gobierno inglés insta, en este documento, a que se mantengan donde están las estatuas en disputa.
El documento fue escrito por una junta asesora sobre patrimonio de siete miembros, y en él describen los pasos que deben tomar los custodios de monumentos públicos polémicos (estatuas, monumentos y conmemoraciones). La guía no incluye el trabajo de colecciones de museos ni galerías privadas.
Fundamentalmente, el gobierno inglés insta, en este documento, a que se mantengan donde están las estatuas en disputa. “Hay ocasiones en que un bien patrimonial conmemorativo en un espacio público representa personas o eventos que hoy podríamos desaprobar. En algunas ocasiones, esta desaprobación puede dar lugar a solicitudes de retirada o reubicación del bien patrimonial conmemorativo. La política del Gobierno es que estos bienes patrimoniales conmemorativos deben permanecer in situ”, dice la guía.
Sin embargo, la guía se abre a relocalizar ciertos monumentos, después de un proceso examinar los efectos de la estatua en el lugar, contar con el consentimiento de las autoridades locales y tras descartar otras opciones.
La guía enfatiza que es necesario analizar la historia del sujeto homenajeado, realizar un análisis histórico exhaustivo, además de consultar la opinión de las partes interesadas en el debate sobre la obra, a las comunidades relevantes en ese debate y por último, el custodio de la obra puede decidir su destino. También da opciones sobre cómo explicar la obra a los visitantes y turistas, que incluya información más extensa sobre las acciones de la persona homenajeada y hasta disponer de un código QR que pueda mostrar en extenso el accionar del homenajeado y los debates que genera.
La política de “conservar y explicar” se propuso por primera vez en 2020, tras la retirada de la estatua del traficante de esclavos Edward Colston, en Bristol, por parte de manifestantes. En febrero del 2021, el entonces secretario de Cultura, propuso en una cumbre nacional la política “conservar y explicar”.
“Quiero que todas nuestras instituciones culturales se resistan a dejarse guiar por cualquier política o agenda y utilicen sus activos para educar e informar en lugar de tratar de borrar las partes de nuestra historia con las que nos sentimos incómodos”, señaló Lucy Frazer, secretaria de Cultura del Reino Unido.
La política de “conservar y explicar” se propuso por primera vez en 2020, tras la retirada de la estatua del traficante de esclavos Edward Colston, en Bristol, por parte de manifestantes. En febrero del 2021, el entonces secretario de Cultura, propuso en una cumbre nacional la política “conservar y explicar” que han impulsado los conservadores en Gran Bretaña, intentando acallar las voces más progresistas que piden sacar ciertos monumentos de espacios públicos en ese país.
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