Gustavo Petro se convirtió en el primer presidente de izquierda de Colombia el 7 de agosto de 2022, luego de vencer una elección presidencial que lo enfrentó en segunda vuelta al candidato populista de derecha, Rodolfo Hernández Suárez, quien sopresivamente se tomó el sector, desplazando al candidato uribista 'oficial' Óscar Iván Zuluaga.

El triunfo de Petro fue todo un hito en Colombia, pues por primera vez en su historia un candidato de izquierda lograba la Presidencia de ese país. Petro, un político de 62 años, de pasado guerrillero, lo hizo venciendo un temor inveterado de los colombianos a la izquierda, dada la experiencia histórica de la guerrilla, la cual tiene presencia en el país desde la década de los 60. Y lo hizo desde la plataforma Pacto Histórico, en la cual se agruparon varias fuerza de izquierda y centro-izquierda, las que forjaron su programa y son la base de sustento de su gabinete.

Finalmente, Petro, en segunda vuelta, se abrió a todas las alianzas posibles con fuerzas antiuribistas -contraria a la figura del presidente de extrema derecha Álvaro Uribe-, con lo que amplió su base de apoyo desde el Partido Conservador hasta Comunes, una fuerza política integrada por exguerrilleros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Pese a la amplitud de los apoyos de Petro, el nuevo presidente colombiano no abandonó los ejes de izquierda de su propuesta al pais, y ha logrado llevar la agenda hacia allá sin despertar peleas intestinas entre sus aliados, y sin levantar fuertes corrientes de opinión en su contra.

Pese a la amplitud de los apoyos de Petro, el nuevo presidente colombiano no abandonó los ejes de izquierda de su propuesta al pais, y ha logrado llevar la agenda hacia allá sin despertar peleas intestinas entre sus aliados, y sin levantar fuertes corrientes de opinión en su contra.

De tal modo, recientemente Petro logró, poco después de su cuarto mes en el Palacio de Nariño, aprobar una reforma tributaria, cuyos defensores dicen que es progresiva, en cuanto grava a los más altos ingresos, además de orientada a incentivar nuevas formas de energía -pues impone obligaciones tributarias extra al carbón y al petróleo, por sobre ciertos precios-, y a generar hábitos saludables, pues grava los alimentos ultraprocesados, salvo aquellos que tienen una presencia importante en la canasta familiar. 

La reforma no salió completamente como Petro la quería, pues se negoció sacar de la fórmula algunos impuestos a las altas pensiones, pero en general se consideró un triunfo del Presidente, en cuanto permitirá recaudar US $4.200 millones extra en 2023 y US $10.500 millones extra en 2026, cuando entre en régimen, la que incluye fuertes mecanismos de reducción de la evasión fiscal. Como referente, la reforma tributaria que promueve el ministro chileno Mario Marcel, plantea una recaudación extra de 4% del PIB de Chile cuando entre en régimen, lo que equivale a US $12.700 millones.  

“[Las anteriores reformas] giraban alrededor de los mismos ejes que básicamente consistían en extender el IVA a la canasta básica familiar, originando lo que ya las estadísticas muestran fehacientemente que las reformas tributarias nunca, en la época contemporánea, mejoraron las circunstancias de desigualdad social de la sociedad colombiana”, dijo Petro el pasado martes 13 de diciembre, cuando firmó la ley.

Entre las primeras medidas encaminadas hacia la paz, Petro ordenó la suspensión de los bombardeos aéreos contra grupos armados ilegales, y pasó a retiro a 23 generales, renovando así las cúpulas de las Fuerzas Armadas y la Policía, nombrando a uniformados sin acusaciones por corrupción ni violaciones a los derechos humanos. 

Respecto a los argumentos en contra de la reforma, los distintos economistas expertos dijeron que una medida así afectaría, en lo inmediato, la valoración del peso colombiano, lo cual no sucedió. El otro gran argumento en contra es que la reforma afectaría el crecimiento futuro. Al respecto, Fedesarrollo, un influyente think tank, sentenció que el crecimiento económico podría reducirse en promedio en 0,32% anual, con un máximo de 0,4% en 2030, y que desincentivaría la industria petrolera al nivel que el recaudo se reduciría en 0,12% del PIB colombiano.

Nada de eso impidió que las fuerzas parlamentaarias que respaldan a Petro votaran en contra de esta medida, que es clave para satisfacer necesidades sociales acuciantes, razón por la cual fue electo. Educación, acueductos, apoyos a madres cabeza de familia y programas ambientales y de paz, fueron algunas de las prioridades que el presidente colombiano subrayó al aprobar la reforma.

La apuesta por la paz y la liberación de la primera línea para Navidad

Otra de las grandes políticas que ha desarrollado Gustavo Petro en estos cortos meses de gobierno, es la promoción de la paz, en vari0s niveles, en algo que el mandatario bautizó como 'Paz Total' y que se convirtió en ley el 26 de octubre pasado.

Paz Total es un programa que faculta al gobierno de Petro a abrir diálogos tendientes hacia la desmilitarización del conflicto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el cual se abstuvo de los procesos de paz recientes entre el Estado colombiano y las FARC, y con otros grupos subversivos, paramilitares e incluso delincuenciales, que cuentan con poder de fuego.   

Entre las primeras medidas encaminadas hacia la paz, Petro ordenó la suspensión de los bombardeos aéreos contra grupos armados ilegales, y pasó a retiro a 23 generales, renovando así las cúpulas de las Fuerzas Armadas y la Policía, nombrando a uniformados sin acusaciones por corrupción ni violaciones a los derechos humanos. 

Petro anunció que cientos de jóvenes que conformaron la llamada 'primera línea' en la confrontación a las fuerzas policiales y que fueron detenidos y apresados, estarán libres para Navidad, en tanto serán considerados 'gestores de paz'. Se trata de 230 casos, quienes no serán amnistiados ni indultados, pues sus procesos judiciales continúan.

Dentro de la facultades que Petro consiguió está el poder convertir a distintos jóvenes envueltos en los conflictos armados en 'gestores de paz', con lo que podrán circular libremente y reintegrarse a la sociedad colombiana participando de los procesos de paz, a la vez que recibirán un sueldo por dicho trabajo. Se trata de 100.000 cupos, con un emolumento de $1 millón de pesos colombianos, lo que equivale unos $184.ooo pesos chilenos.

Dentro de ese concepto de Paz Total, el presidente colombiano incluyó el conflicto social y político que surgió de las protestas de 2021, en las cuales el gobierno uribista realizó una dura represión en la que -de acuerdo con la ONG Temblores e Indepaz- se contabiliza 47 asesinatos, 963 detenciones arbitrarias, 28 víctimas de heridas en los ojos y más de 1.800 hechos violentos.

Es así como a principios de este mes, Petro anunció que cientos de jóvenes que conformaron la llamada 'primera línea' en la confrontación a las fuerzas policiales y que fueron detenidos y apresados, estarán libres para Navidad, en tanto serán considerados 'gestores de paz'. Se trata de 230 casos, quienes no serán amnistiados ni indultados, pues sus procesos judiciales continúan, pero sí podrán gozar de libertad.       

En este caso, el ministro de Justicia, Nestor Iván Osuna, declaró que el gobierno considera que la protesta social es un derecho fundamental y que los beneficiados deberán promover la convivencia pacífica y acuerdos humanitarios, en tanto no han sido amnistiados ni indultados.

Una veintena de ex gobernantes se opuso a la medida de liberar para Navidad a la 'primera línea' colombiana bajo el marco de los 'gestores de paz', a través de una carta. Entre los firmantes están Eduardo Frei y Sebastián Piñera.

"Penalizar la protesta social lo consideramos inadecuado. O sea unas personas que salen a protestar y cometen unos desmanes deben ser castigados por esos desmanes, por haber destruido la estación de buses, por haber incendiado una casa y por supuesto si mataron a una persona también es evidente. Pero no son un grupo terrorista ni son una banda armada, son personas que han salido a protestar, que están indignadas, que están furiosas por lo que está pasando. Tienen ese derecho a estar furiosas y a expresarlo", había declarado Osuna en octubre.

La medida desató polémica en Colombia, donde sectores de derecha acusaron impunidad para los casos de violencia callejera que están siendo juzgados. La política también produjo desasosiego a nivel internacional. El 13 de diciembre pasado 20 ex gobernantes españoles y latinoamericanos criticaron la medida a través de una carta.

Entre los firmantes están Iván Duque y Andrés Pastrana (Colombia), José María Aznar (España), Nicolás Ardito Barletta y Mireya Moscoso (Panamá), Felipe Calderón y Vicente Fox (México), Alfredo Cristiani (El Salvador), Federico Franco y Juan Carlos Wasmosy (Paraguay), Lucio Gutiérrez, Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad (Ecuador), Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Mauricio Macri (Argentina), Carlos Mesa y Jorge Quiroga (Bolivia), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica).

En el caso de Chile, firmaron Eduardo Frei y Sebastián Piñera.

Bonos y sueldo mínimo

Gustavo Petro cerrará este 2022 cumpliendo con otro de sus compromisos políticos: aliviar la difícil situación post pandémica de los colombianos.

De tal modo, el gobierno aprobó dos bonos mensuales por $500.000 pesos colombianos (unos $92.000 pesos chilenos) para madres jefas de hogar, beneficiando a un millón de ellas y sus familias. y para adultos mayores. En el caso de las mujeres, Petro anunció el fin del programa de Duque, llamado Ingreso Solidario, el que daba bonos solo por $90.000 pesos colombianos (menos de $17.000 pesos chilenos).

Finamente, esta semana Petro consiguió un aumento del sueldo mínimo del 16%, hasta llegar a $1.300.606 pesos colombianos (unos $240.000 pesos chilenos). Como referencia, en Chile, el aumento del sueldo mínimo de agosto fue de 9,6% hasta llegar a $365.667 pesos chilenos.