Ayer martes, la "Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria" (IPC, por sus siglas en inglés), un grupo de expertos de 21 organizaciones, incluyendo un puñado de agencias de las Naciones Unidas (ONU). advirtió que "el peor escenario de hambruna se está produciendo actualmente en la Franja de Gaza. El conflicto y los desplazamientos se han intensificado, y el acceso a alimentos y otros artículos y servicios esenciales se ha desplomado a niveles sin precedentes".
La IPC señaló que la alerta busca “llamar urgentemente la atención sobre el rápido deterioro de la situación humanitaria”, pero no constituye una declaración formal de hambruna. “Dada la información y los datos más recientes disponibles, se realizará un nuevo análisis de la IPC sin demora”, agregó.
Más de 20.000 niños fueron atendidos por desnutrición aguda entre abril y mediados de julio, según la IPC, y más de 3.000 presentaban un cuadro de desnutrición grave.
“Los datos más recientes indican que se han alcanzado los umbrales de hambruna en cuanto al consumo de alimentos en la mayor parte de Gaza y de desnutrición aguda en la Ciudad de Gaza”, señala la alerta, que pide una “acción inmediata” para poner fin a las hostilidades y permitir una “respuesta humanitaria salvadora de vidas, a gran escala y sin obstáculos”.
“La llegada de unos pocos camiones no debe distraer al mundo de la catástrofe humanitaria que aún se está desarrollando aquí (...) Hasta el día de hoy, no he visto que la ayuda entre en Gaza de forma significativa ni constante”, expresó Ghada AlHaddad, representante de Oxfam, durante una rueda de prensa virtual desde el enclave.
AlHaddad criticó con dureza el actual sistema de distribución de ayuda, a cargo de la controvertida Fundación Humanitaria para Gaza (GHF) y apoyado por lanzamientos aéreos del Ejército israelí. A su juicio, “no es un sistema humanitario funcional, es un goteo destinado a acallar la indignación pública, no a salvar vidas”. En ese mismo tono, alertó: “Gaza está al borde de la hambruna, tan rápida e intencionada que amenaza con borrar generaciones, no solo físicamente, sino también de la memoria”.
En un informe, el grupo indica que "cada vez hay más pruebas de que la inanición, la desnutrición y las enfermedades generalizadas están provocando un aumento de las muertes relacionadas con el hambre".
"Los últimos datos indican que se han alcanzado los umbrales de hambruna para el consumo de alimentos en la mayor parte de la Franja de Gaza, y de malnutrición aguda en la ciudad de Gaza", explican con alarma.
La presión internacional llevó a Israel a anunciar el fin de semana medidas como pausas humanitarias diarias en partes de Gaza y lanzamientos aéreos de ayuda. Sin embargo, la ONU y fuentes palestinas aseguran que poco ha cambiado y que multitudes desesperadas siguen interceptando camiones antes de que lleguen a su destino.
Según la IPC, "se identifica un riesgo de hambruna en todas las áreas de la Franja de Gaza".
Desde el punto de vista del hambre en los niños, la IPC considera que ha habido "un rápido aumento" de la desnutrición en los primeros 15 días de julio, y ha superado el umbral de la hambruna en la ciudad de Gaza.
"Más de 20,000 niños han sido trataos por desnutrición aguda entre abril y mediados de julio, con más de 3,000 infantes severamente desnutridos".
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