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Jueves, 14 de Agosto de 2025
¿Autogol?

Las dudas en torno a la salida del subsecretario de Previsión Social a días de la cuenta pública de Boric

Camilo Solís
Lun Lee

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Imagen referencial. Mario Marcel (Hacienda) y Jeannette Jara (Trabajo). FOTO: MANUEL LEMA OLGUIN/AGENCIAUNO
Imagen referencial. Mario Marcel (Hacienda) y Jeannette Jara (Trabajo). FOTO: MANUEL LEMA OLGUIN/AGENCIAUNO

El Ministerio del Trabajo pierde a un interlocutor clave para una reforma previsional entrampada y de cara a una oposición que tiene mayoría en el Senado. El Gobierno ha tenido que salir a dar explicaciones por no ordenar una investigación sobre un supuesto acoso sexual por parte de Christian Larraín, pero de lo cual aún no se conocen mayores antecedentes, en lo que podría ser el primer problema en la gestión de la ministra Jeannette Jara. 

“El gran problema es la ausencia de un interlocutor para llegar a acuerdos”, señaló ayer el ministro de Hacienda, Mario Marcel (cercano al PS), a propósito de la salida del ahora ex subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín. Marcel no gastó un solo minuto en referirse a las denuncias sobre un eventual acoso sexual cometido por Larraín en su entorno laboral, pero si tuvo palabras de elogio para su trabajo: “fue clave en la arquitectura del proyecto [...] hizo un gran trabajo”, mencionó. 

Cercano al PPD y al laguismo, el ex subsecretario Larraín había trabajado asesorando a ministros de Hacienda en la época de la Concertación. También fue consultor internacional para el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Y también tuvo varios cargos públicos, como cuando fue parte de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) o el Sistema de Empresas Públicas (SEP), o cuando integró la ‘Comisión Asesora Presidencial’, también conocida como ‘Comisión Bravo’, para asesorar a la entonces presidenta Michelle Bachelet para proponer, justamente, reformas al sistema de previsión social. 

Según fuentes que lo conocen -y que también conocen a Marcel- Larraín fungió como subsecretario de Previsión Social desde el inicio del gobierno de Gabriel Boric (CS) precisamente como un ‘hombre de Marcel’, con la misión específica de ser un agente técnico y dialogante para sacar adelante la reforma previsional que se levantaba como una de las grandes promesas del Programa de Gobierno.

Según fuentes que lo conocen -y que también conocen a Marcel- Larraín fungió como subsecretario de Previsión Social desde el inicio del gobierno de Gabriel Boric precisamente como un ‘hombre de Marcel’, con la misión específica de ser un agente técnico y dialogante para sacar adelante la reforma previsional que se levantaba como una de las grandes promesas del Programa de Gobierno.

Por esa razón, la controvertida trama que envuelve su salida de la Subsecretaría no hace más que llenar de incertidumbre el futuro de otra de las reformas clave que pretende el Gobierno, pero en un escenario en el que ya no cuenta con el clamor de las calles, posterior a graves derrotas electorales (como lo son el plebiscito de salida y la elección de consejeros constitucionales), y con un Congreso en el que su sector tiene minoría.

El viernes 26 de mayo -a través de una publicación en Twitter- el Gobierno dio a conocer que el presidente Boric había aceptado la renuncia de Larraín, pero el lunes 29 una publicación de La Tercera explicaba que sobre Larraín pesaba una denuncia por acoso sexual. Toda la trama se complejizó cuando Larraín, en entrevista con varios medios, aseguró que no fue él quien renunció, sino que le pidieron la renuncia sin mayores explicaciones, y que cuando las exigió, la ministra de la cartera Jeannette Jara (PC) le dijo que había una denuncia de acoso sexual en su contra que se debería a “uso de lenguaje con connotación sexual en público”, según declaró el propio Larraín.

La trama se volvió aún más compleja cuando se conoció que el Gobierno había decidido no investigar los hechos a través de un sumario o investigación administrativa para no “eternizar” el proceso, decidiendo despedirlo en el acto. Es más, sólo después de que la prensa se volcó a exigir explicaciones a la ministra Jara, ella anunció el sumario para investigar los hechos, pero contra una persona cuya responsabilidad administrativa ya se había extinguido pues, legalmente, ya había dejado de ser funcionario público.

En una entrevista posterior, publicada ayer en La Tercera, Larraín volvió a negar las acusaciones de “chistes o comentarios incorrectos” en público, señalando que “lo que te puedo garantizar es que jamás hice un comentario inapropiado, de ninguna naturaleza, dirigido ni a un hombre, ni a una mujer de la Subsecretaría”. 

Con esto ganó terreno la tesis de que simplemente fue desvinculado por una mala relación con la ministra Jara, y desavenencias con ella en el manejo de las negociaciones en torno a la reforma previsional

Según conversaciones que este medio tuvo con algunos parlamentarios, principalmente de oposición, hay incredulidad respecto de la magnitud del autogol que se propinó el Gobierno en una materia sensible como la reforma previsional, pero que estaba avanzando por buen camino, precisamente -señalan- a causa del trabajo y las negociaciones de Larraín en el Congreso. Esto, aunque la reforma previsional parece encaminarse a una mucho más suave y contraria a los planes originales del Gobierno y Apruebo Dignidad.

La trama se volvió aún más compleja cuando se conoció que el Gobierno había decidido no investigar los hechos a través de un sumario o investigación administrativa para no “eternizar” el proceso, decidiendo despedirlo en el acto. Es más, sólo después de que la prensa se volcó a exigir explicaciones a la ministra Jara, ella anunció el sumario para investigar los hechos, pero, contra una persona cuya responsabilidad administrativa ya se había extinguido.

“Larraín veía que se encontraba con un muro en esto de la reforma previsional en el Congreso, y fue muy hábil en conducir las negociaciones para encontrar puntos en común. Era muy didáctico para explicar los alcances y características de la reforma, porque además todos entendíamos que él había sido parte de la construcción de todo el proceso que finalmente culminó con estas propuestas. Nosotros como oposición le hicimos ver que estábamos de acuerdo con la necesidad de una reforma porque el sistema actual no da para más, pero también le hicimos ver algunos puntos que difícilmente transaríamos”, menciona un parlamentario de oposición a Interferencia

Sobre la denuncia contra Larraín, señala que “lo que me parece raro es que no se haya ordenado una investigación o denuncia ante Fiscalía si era tan grave el tema al interior del trabajo. ¿Por qué entonces la ministra Jara no hizo nada si estaba viendo eso? ¿Por qué no ordenó un sumario o hizo una denuncia en Fiscalía si esto era tan grave? Todo este tema ya es muy oscuro y hay explicaciones que faltan, pero el problema es que el Gobierno ya no es creíble luego de todas estas vueltas en el caso”, agregó.

Esto en alusión a que Jeannette Jara dijo en entrevista con el matinal de Mega, Mucho Gusto, que "teníamos antecedentes que habían problemas de convivencia interna dentro del recinto de la subsecretaría en los cuales había muchos reclamos contra el propio subsecretario. Yo diría distintos tipos de conducta, de hostigamiento, de acoso ¿Pero acoso laboral o sexual? De ambas”, según aseguró.

Otro parlamentario con el que conversamos asegura que “con esto no tenemos interlocutor en esta reforma, es como volver a fojas cero, porque por cierto que la ministra Jara es la titular de la cartera, pero en general el trabajo para ir avanzando en esto lo había hecho el subsecretario y nos daba más garantías”. 

Respecto de la denuncia agregó que “se tiene que investigar, porque hay presunción de inocencia, y en cualquiera de los dos casos este tema es grave. Tanto si Larraín es culpable de acoso y la ministra Jara no ordenó investigar los hechos, como también el caso de que Larraín en realidad no haya hecho nada, y con esto están justificando su salida, pero arruinando a una persona y su carrera”.

Consultados algunos políticos que conocen a Larraín y al sector ex concertacionista del gobierno, señalaron que “ahora el problema es que va a ser difícil destrabar este tema, porque se van acabando los nombres para asumir esta subsecretaría. La salida de Larraín es demasiado polémica, y para este caso necesitas a alguien con mucha experiencia y conocimiento técnico. Yo no sé quién podría querer aceptar asumir un riesgo así. No por lo menos dentro de los nombres más capacitados y con mayor trayectoria”, mencionó uno de ellos.

Todo esto ocurre a días de que el jueves 1 de junio el presidente Gabriel Boric tenga que entregar su segunda cuenta pública desde el inicio de su gobierno. Y también justo cuando la evaluación del trabajo de la ministra Jeannette Jara era de las más positivas dentro del gabinete ministerial, debido a que ha conseguido llevar adelante proyectos emblemáticos del programa de gobierno de Gabriel Boric, de manera que este es su primer traspié en el ejercicio de su cargo.



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