El gobierno de Estados Unidos se está apresurando en orquestar un rescate de $ 30.000 millones de dólares para el First Republic Bank a través de las instituciones financieras más grandes del país, después de que las acciones del banco de California siguieran cayendo. Mientras tanto, en Europa, los problemas financieros del Credit Suisse se profundizan, lo que llevó al gobierno suizo a ofrecer un salvavidas. Si bien los problemas del Credit Suisse no están relacionados con los de los bancos estadounidenses en quiebra, expusieron aún más la profunda ansiedad de los mercados financieros mundiales.
Para comprender mejor lo que hicieron los reguladores de Estados Unidos, el impacto de sus decisiones y los problemas que persisten, The Conversation recurrió a dos académicos espcialidados en finanzas, Brian Blank, de la Universidad Estatal Mississippi, y Brandy Hadley de la Universidad Estatal de los Apalaches.
¿Qué hicieron los reguladores estadounidenses?
El programa presentado por Federal Deposit Insurance Corp (FDIC), el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal el 12 de marzo de 2023 equivale esencialmente a un seguro de vida para los bancos estadounidenses.
La mayor preocupación por el repentino colapso de Silicon Valley Bank el 10 de marzo, así como el de Signature Bank dos días después, fueron las decenas de miles de millones de dólares en depósitos que de otro modo no estarían aseguradas. Si bien la FDIC asegura depósitos de hasta US$ 250,000, cualquier cantidad superior corre el riesgo de perderse en caso de quiebra bancaria.
Por lo tanto, la FDIC acordó proporcionar un respaldo para todos los depositantes del SVB y Signature, sin importar cuánto hayan depositado. Y la Reserva Federal creó una nueva línea de crédito para proteger a otros bancos pequeños y medianos de los mismos problemas que causaron las corridas bancarias en SVB y Signature.
El programa será financiado por un fondo de la FDIC que proviene de un impuesto a los bancos miembros. El dinero de los contribuyentes no está en juego, no se requirió la aprobación del Congreso y, lo que es más importante, solo se protegen los reclamos de los clientes. Es por eso que la administración Biden insiste en que esto no es un rescate, aunque algunos críticos lo llamen así.
En particular, esta protección para los depositantes no se extiende a la gerencia, los bancos o los inversionistas, incluidos muchos inversionistas institucionales, pensiones y grandes fondos indexados. Además, el programa será financiado por un fondo de la FDIC que proviene de un impuesto a los bancos miembros. El dinero de los contribuyentes no está en juego, no se requirió la aprobación del Congreso y, lo que es más importante, solo se protegen los reclamos de los clientes. Es por eso que la administración Biden insiste en que esto no es un rescate, aunque algunos críticos lo llamen así.
No obstante, el gobierno intervino para detener las consecuencias de la quiebra de los bancos, incluso lo hizo de manera diferente que en el pasado.
¿Por qué el gobierno actuó tan rápido?
Cuando comenzó la corrida bancaria de los depósitos del SVB el 8 de marzo, el banco inicialmente buscó encontrar un comprador. Cuando eso falló, los reguladores intervinieron rápidamente para limitar el riesgo del sistema financiero.
Esto fue particularmente importante dado que los bancos dependen en gran medida de la confianza, y la pérdida de la confianza de los depositantes en otros bancos medianos podría ser extremadamente dañina.
Además de representar un riesgo financiero sistémico, teniendo en cuenta que es el decimosexto prestamista más grande de Estados Unidos, la quiebra del SVB también amenazó la salud del sector tecnológico.
Pero, además de representar un riesgo financiero sistémico, teniendo en cuenta que es el decimosexto prestamista más grande de Estados Unidos, la quiebra del SVB también amenazó la salud del sector tecnológico.
Cerca de la mitad de las nuevas empresas estadounidenses respaldadas por sociedades de capital de riesgo, incluidas decenas de miles de empresas de tecnología y atención médica, eran clientes del SVB. La quiebra del banco habría dificultado que muchos de ellos pagaran a sus trabajadores u obtuvieran préstamos que mantuvieran las empresas en funcionamiento.
¿Cuáles son los problemas de este enfoque?
Preocupa lo que los economistas llaman 'riesgo moral'.
Los reguladores de Estados Unidos básicamente estaban haciendo lo que los gobiernos han hecho para prevenir las crisis bancarias desde al menos el siglo 19: proporcionar liquidez. Es decir, según la teoría académica establecida por el fundador de la revista The Economist, Walter Bagehot, en 1873, los bancos centrales deberían prestar libremente a los bancos durante una crisis financiera para evitar el pánico y restaurar la confianza en el sistema.
Pero hacer esto podría crear un 'riesgo moral' al alentar potencialmente un comportamiento arriesgado por parte de los bancos, que pueden llegar a creer que siempre serán rescatados. Este dilema destaca el desafío de equilibrar la necesidad de estabilidad financiera con el deseo de evitar la creación de incentivos perversos.
Con el rescate del SVB, es probable que los reguladores esperen evitar esto, centrando los esfuerzos de protección en los depositantes, no en los inversores de capital o deuda.
Con el rescate del SVB, es probable que los reguladores esperen evitar esto, centrando los esfuerzos de protección en los depositantes, no en los inversores de capital o deuda.
Otro problema es que el rescate trata más los síntomas que las causas fundamentales.
La fuente de la caída del SVB fue que invirtió una parte significativa de sus activos en valores del Tesoro que perdieron valor cuando la Reserva Federal (FED) subió las tasas en 2022. El SVB vendió US$ 21 mil millones en estos bonos con una pérdida de US$ 1.8 mil millones para cubrir los retiros de depósitos de los clientes. Esto luego provocó una estampida de clientes que querían retirar sus depósitos, en su mayoría no asegurados.
Pero, a pesar de la protección a los depositantes que ofrece el nuevo programa, muchos más bancos aún enfrentan descalces de activos y pasivos, es decir, depósitos a corto plazo que se invierten en valores a más largo plazo, que no desaparecerán como resultado del programa. Los bancos informaron US$ 620 mil millones de estas pérdidas no realizadas a diciembre de 2022.
Algunos otros bancos, como Signature y Silvergate Capital, que también quebraron recientemente, son similares al SVB, con negocios concentrados en sectores riesgosos como capital de riesgo, tecnología o criptomonedas.
¿Qué tan grande es la preocupación de la raíz del problema?
La buena noticia es que es probable que pocos bancos tengan la misma combinación de pérdidas no realizadas, depósitos concentrados y riesgo de incumplimiento, que probablemente resulten en retiros tan rápidos como sucedió en el SVB y el Signature.
De manera crítica, los bancos grandes y medianos están lo suficientemente regulados, diversificados, protegidos y capitalizados para evitar problemas similares, especialmente dadas las muy diferentes composiciones de balance y estrategias de gestión de activos y pasivos.
La preocupación naciente sobre la estabilización del sector financiero, al mismo tiempo que se controla la inflación, significa que la Reserva Federal tiene mucho trabajo por delante.
Pero, los riesgos son grandes, ya que la agresiva campaña de la Reserva Federal para aumentar las tasas de interés podría empeorar las cosas. La inflación sigue siendo elevada, lo que normalmente llevaría al banco central de Estados Unidos a continuar aumentando las tasas. La preocupación naciente sobre la estabilización del sector financiero, al mismo tiempo que se controla la inflación, significa que la Reserva Federal tiene mucho trabajo por delante.
Entonces, ¿es seguro el sistema financiero?
Desafortunadamente aún no.
Si bien la crisis se ha evitado por ahora al limitar el riesgo de otra corrida bancaria, el sistema financiero, así como la economía estadounidense, modestamente fuerte, muestra grietas y fragilidad.
Los problemas recientes en el Credit Suisse son un claro recordatorio de lo rápido que las cosas pueden salirse de control. Las acciones del Credit Suisse han estado bajo presión durante varios años debido a sus propios problemas, únicos, incluidos los escándalos, y una base de clientes muy unida que lo hace más vulnerable al contagio.
Pero, ahora las recientes quiebras bancarias de Estados Unidos están causando a nivel mundial un pánico más amplio entre los bancos, y esto está afectando fuertemente a las acciones de Credit Suisse, lo que llevó al Banco Nacional Suizo, el equivalente suizo de la Reserva Federal, a prometer proporcionar liquidez si es necesario. Esto ofrece algo de alivio, pero indica cuán fácilmente las cosas pueden salirse de control.
Pero, ahora las recientes quiebras bancarias de Estados Unidos están causando a nivel mundial un pánico más amplio entre los bancos, y esto está afectando fuertemente a las acciones de Credit Suisse, lo que llevó al Banco Nacional Suizo, el equivalente suizo de la Reserva Federal, a prometer proporcionar liquidez si es necesario. Esto ofrece algo de alivio, pero indica cuán fácilmente las cosas pueden salirse de control.
No hay razón para pensar que el sistema financiero está en serios problemas, por ahora, pero los riesgos de más nerviosismo han aumentado, ejerciendo más presión sobre los bancos centrales, incluida la Reserva Federal, para revertir sus planes de lucha contra la inflación. Por supuesto, hacerlo puede desencadenar otros riesgos, como que los precios vuelvan a estar fuera de control.
En total, es un acto de equilibrio desafiante, que requiere una precisión cuidadosa y una acción rápida para evitar una caída dolorosa.
Este artículo está siendo republiado desde The Conversation bajo la licencia Creative Commons. Lea el artículo original aquí.
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