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Miércoles, 6 de Agosto de 2025
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Plebiscito: el silencio en las calles

Víctor Herrero A.

Borrador de la nueva Constitución en puesto de libros en Ahumada con Huérfanos. Foto: F. Arancibia

Borrador de la nueva Constitución en puesto de libros en Ahumada con Huérfanos. Foto: F. Arancibia
Borrador de la nueva Constitución en puesto de libros en Ahumada con Huérfanos. Foto: F. Arancibia

Al margen de las redes sociales y de los segmentos de la ciudadanía híper informada, el plebiscito no parece ser un tema de conversación en la vida diaria de las y los chilenos. ¿No resulta tan fundamental para muchos? ¿Está tan instalada la opción Rechazo que no hay discusión? ¿O quizás la mayoría silenciosa del país da por hecho que hay que aprobar?

Este artículo es parte del newsletter exclusivo Reunión de Pauta del pasado miércoles 27 de julio de 2022, y ahora se comparte para todos los lectores.

Estamos a sólo seis semanas de uno de los plebiscitos más relevantes en la historia de Chile.

La maquinaria de la opción Rechazo a la propuesta del nuevo texto fundamental está trabajando sin parar, apoyada de manera firme por la prensa tradicional que -en el mejor de los casos- realiza una cobertura anecdótica del proceso. Según datos del Servel, esa opción ha recibido hasta ahora más de 90% de los dineros aportados.

Casi todas las firmas de encuestas vienen pronosticando hace semanas un amplio triunfo de esa opción.

Hace nueve meses, uno podía escuchar en las mesas aledañas en un restaurante, en la calle, en el mall o en las micros palabras como ‘Boric’ y ‘Kast’. Hoy, ‘Apruebo’ o ‘Rechazo’ son palabras que apenas se oyen en la vida cotidiana.

Sin embargo, sucede algo extraño. Al margen de las redes sociales y de los segmentos de la ciudadanía híper informada, el plebiscito no parece ser un tema de conversación en la vida diaria de las y los chilenos.

Hace nueve meses, uno podía escuchar en las mesas aledañas en un restaurante, en la calle, en el mall o en las micros palabras como ‘Boric’ y ‘Kast’. Hoy, ‘Apruebo’ o ‘Rechazo’ son palabras que apenas se oyen en la vida cotidiana.

Es más, en la convivencia cotidiana entre muchos ciudadanos en estos días parece no existir el tema, ni en voz baja, ni en voz alta.

¿Qué significa ese silencio en la sobremesa? Francamente, no lo sé, y deja mucho espacio para interpretaciones. Una es que, pese a todo, es un proceso que no resulta tan fundamental para muchos como parecen creer los defensores del status quo y los entusiastas del cambio.

Otra es que la opción Rechazo está tan instalada que la mayoría de los ciudadanos dan por terminado cualquier discusión. Al otro lado del espejo, sin embargo, se puede aventurar que la mayoría silenciosa del país -esa misma que crecientemente se alejó de las urnas desde fines de los años 90- da por hecho que hay que aprobar. No con entusiasmo, sino por defecto. No con las energías de la segunda vuelta presidencial, sino por el cansancio de varios años de una inusual intensidad política. En otras palabras, el Apruebo ganaría por el simple hecho que muchas y muchos no quieren alargar aún más un proceso que, con el Rechazo, quedaría en el limbo, prolongando la incertidumbre.

La arrolladora y multimillonaria campaña del Rechazo podría dar cierta credibilidad a este punto. Después de todo, si uno sabe que va a ganar de manera fácil, ¿por qué esforzarse tanto?

¿Cuál de estas interpretaciones se acerca a lo que pueda ocurrir el 4 de septiembre? Nadie sabe, pero me gustaría pensar que -más allá de sus defectos y virtudes- Chile escogerá mirar hacia el futuro

¿Cuál de estas interpretaciones se acerca a lo que pueda ocurrir el 4 de septiembre? Nadie sabe, pero me gustaría pensar que -más allá de sus defectos y virtudes- Chile escogerá mirar hacia el futuro, y no quedarse pegado en la letargia de una constitución emanada bajo la lógica de la Guerra Fría y en medio de su larga dictadura militar.

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Oportuno artículo para instalar el porqué del "silencio de las mayorías". Y no es nuevo este fenómeno. Ya se evidenció en la elección presidencial de 2020. Antel triunfalismo de la derecha por la notoria ventaja en primera vuelta del su candidato Kast, dando por hecho la continuidad de su sector en La Moneda y por ende la cancelación de facto del proceso constituyente, arremetió una ola de votantes, principalmente jóvenes, dando un triunfo abrumador de Boric en la segunda vuelta. Pero, lo que no se profundizó en los medios ni por los principales analístas y opinólogos, fue el hecho, en mi opinión, que ese golpe de timón, en ultima instancia, dado por las grandes mayorías "en silencio", no fue necesariamente por un apoyo incondicional a Boric, hoy Presidente de la República, sino que fue en gran medida para defender el proceso constituyente y permitir las condiciones para su culminación en una propuesta hoy en el epicentro del debate. Debate con prácticamente un solo interlocutor, el Rechazo. Un ambiento intoxicado por mentiras, falsedades, descalificaciones y caricaturas que intentan instalar el miedo en esas mayorías silenciosas, por ese negro espejismo virtual de un futuro de incertidumbres si se impusiera el 4 de septiembre el Apruebo. Y esas mayorías silenciosas, dentro de las que me incluyo, hastiadas de este ambiente tóxico, amplificado por las cajas de resonancia de los medios tradicionales, optan por el ostracismo, la prudencia, la íntima meditación sobre el texto propuesto. Y no sería de extrañar, que al igual que en la segunda vuelta presidencial, volviese a hacerse presente esa gran ola de votantes, principalmente jóvenes, que concurran a defender lo único que se logró luego de ese histórico octubre de 2019 y sus altos constos en vidas, mutilaciones y cárcel. Y el 4 de septiembre es la última oportunidad de plasmar un fuituro para las nuevas generaciones, futuro reclamado por millones en las amplias almedas de octubre de 2019. ¿Podrá repetirse lo de la segunda vuelta presidencia? Yo creo que sí.

Creo además que no debe ser poca la gente, de ambas opciones, que tiene la certeza de que cualquiera sea el resultado, el camino a seguir sigue siendo largo, por lo que no valdría la pena el desgaste que significa discutir el tema. Ya vemos la guerra desatada de fake-news que lamentablemente una vez publicada sólo queda intentar desmentir con argumentos que muchas veces ni siquiera quieren ser escuchados. Eso, creo que es mi primer post. Aguante INTERFERENCIA.

El Pueblo Chileno es Sabio, el 04 de septiembre alrededor de las 20 horas sabremos si Ganó la Propuesta de Nueva Constitución (Apruebo) ó si continuamos con la Constitución actual (Rechazo). Creo en la democracia, por lo tanto, cualquiera sea el resultado lo aceptaré.

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