Una de los anuncios estelares del Presidente Sebastián Piñera en la reciente cuenta pública a la nación fue la promesa de dar luz verde al antiguo anhelo de construir un tren rápido entre Santiago y la región de Valparaíso. 

Dos días después, la maquinaria del Estado y del gobierno se puso en marcha para dar forma al anuncio del mandatario. Este lunes 3 de junio se realizó una actividad conjunta entre el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), donde ambas entidades firmaron un acuerdo para avanzar en este camino.

En una actividad desarrollada en el Museo Ferroviario en Quinta Normal, EFE, encabezada por el presidente de su directorio, Pedro Pablo Errázuriz, mandató al MOP para realizar el estudio y luego la futura licitación del proyecto que una a la capital con la Quinta Región. “Este mandato refleja el interés de EFE por apoyar aquellas iniciativas privadas que aporten al desarrollo del modo ferroviario, resguardando los intereses del Estado”, indicó Errázuriz. En tanto, el jefe del MOP, Juan Andrés Fontaine, adelantó que ya existen “dos iniciativas que se han declarado de interés público”.

Lo que Errázuriz, ex ministro de Transportes en el primer gobierno de Piñera, no reveló es que podría tener conflictos de interés con ambos proyectos del plan ferroviario estrella de La Moneda.

Sin embargo, lo que Errázuriz, ex ministro de Transportes en el primer gobierno de Piñera, no reveló es que podría tener conflictos de interés con ambos proyectos del plan ferroviario estrella de La Moneda.

Potencial conflicto de interés

Pedro Pablo Errázuriz transita con comodidad entre el mundo privado y público. Por un lado, es el número uno de EFE, y por otro, aparece vinculado a distintas sociedades que se desenvuelven en el mundo privado. Antes de comenzar a ejercer en la empresa de ferrocarriles, se desligó de sus acciones en la firma Quiz Consultores, que lo unía a la ministra de Transportes Gloria Hutt, la que tampoco figura en la actualidad allí.

Este tránsito entre ambos mundos ha llevado a que se haya hablado en el pasado sobre sus potenciales conflictos de interés, algo que se podría repetir en la multimillonaria inversión del tren Santiago-Valparaíso.

Su tío Juan Eduardo Errázuriz Ossa es presidente ejecutivo de Sigdo Koppers, una de las dos empresas que presentó una propuesta de tren entre Santiago, Valparaíso y San Antonio a través de la empresa TVS, donde está en alianza con capitales chinos. A simple vista, esta sería la iniciativa que podría complicar más al presidente de EFE debido a ese nexo familiar, a pesar de que él mismo haya criticado el proyecto en una reciente entrevista con El Mercurio, donde aseguró que la idea de TVS "cómo está presentada, es completamente inaceptable". De hecho, en el mundo empresarial se comenta hace tiempo que el sobrino y el tío están muy distanciados.

Sin embargo, la otra propuesta podría ser un conflicto de interés aún mayor, complicando a este militante de Evópoli, sobre todo ahora cuando el gobierno se ha encargado de publicitar las dos propuestas que hay sobre la mesa, luego de que el tren a la Quinta Región fuera declarado de “interés público” en el Consejo de Concesiones del MOP el pasado 24 de mayo de 2019.

La otra propuesta encabezada por el grupo Urenda –que posee la empresa Agunsa–, comprende una inversión privada de US$ 2.151 millones y considera construir una vía doble electrificada entre Santiago y Valparaíso. En algunos tramos del trazado, la empresa informa que usaría infraestructura de propiedad de EFE, y su trayecto alcanzaría el límite oriente del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, donde podría estar ubicada una estación especial para los pasajeros en tránsito nacional e internacional.

Pedro Pablo Errázuriz, descartó “totalmente” que en esas reuniones se hayan tratado temas relacionados al proyecto ferroviario relacionado al grupo Urenda.

De las dos, esta es la única alternativa que pasaría por allí, y es en ese detalle donde surge el potencial conflicto de interés, pues Pedro Pablo Errázuriz es actualmente miembro del directorio de Sociedad Concesionaria Nuevo Pudahuel S.A., la empresa propiedad de ADP International (administradora de aeropuertos de París), VINCI Airports (constructora de aeropuertos) y Astaldi (líder en construcción en Europa), que tiene la concesión del aeropuerto hasta el 30 de septiembre de 2035.

Esta compañía podría verse beneficiada a partir del proyecto que evaluará el Ministerio de Obras Públicas y que revisó EFE. El mismo Errázuriz, en su calidad de actor privado, ha sostenido reuniones, registradas debido a la ley de lobby, con autoridades del MOP.

En agosto de 2018, por ejemplo, siendo ya Presidente de EFE se juntó con el subsecretario de Obras Públicas Lucas Palacios durante 30 minutos. En esa reunión, donde también estaba presente Nicolás Claude, gerente general de Nuevo Pudahuel, se abordaron “asuntos de concesión del aeropuerto”. Luego, la tarde del 16 de octubre de 2018 se reunió durante una hora con el ministro de la cartera, Juan Andrés Fontaine, por “temas relacionados con la concesión” del aeropuerto. Allí también estuvo presente Claude, además de Fernando Echegaray, otro miembro del directorio de Nuevo Pudahuel.

Contactado por INTERFERENCIA, el presidente de EFE, Pedro Pablo Errázuriz, descartó “totalmente” que en esas reuniones se hayan tratado temas relacionados al proyecto ferroviario vinculado al grupo Urenda. “Este proyecto fue una novedad para nosotros, apareció recién ahora hace pocos meses. Es una iniciativa privada que no tiene ninguna relación con EFE”, aseguró a nuestro medio.

Asimismo, indicó que él es director en el cupo de miembros independientes de Nuevo Pudahuel (es decir, no forma parte de la propiedad), y que en ese rol “no nos toca nada asociado a los proyectos distintos de la construcción del aeropuerto, la ampliación del aeropuerto, y después la operación del terminal durante un plazo acotado de tres años. Por lo tanto, no tenemos ninguna participación ni directa ni indirecta en el proyecto, de ninguna de las concesiones. Todas las formas de transporte que permitan que llegue más gente en forma cómoda al aeropuerto son bienvenidas, pero nosotros no tenemos ninguna influencia en ese sentido”.

–¿Cree que ese proyecto en particular, que podría tener una estación en Nuevo Pudahuel, beneficiaría a la sociedad de la que usted es miembro del directorio?

“No, el tráfico que tenga el aeropuerto depende más bien del número de vuelos. A la concesionaria lo que le importa es que haya la mayor cantidad de pasajeros y eso depende de la cantidad de aviones, la cantidad de vuelos. No de la forma en que lleguen. Si llegan en taxi, en auto propio, si llegan en centropuerto, si llegan en los distintos medios de transporte que existen hoy día que conectan con el metro o en un futuro sistema ferroviario, esto no afecta”.

Cabe recordar que este no es el único proyecto que pretende interconectar la ciudad con el aeropuerto. De hecho, el suplemento Pulso del diario La Tercera informó en junio del año pasado que el MOP había declarado de “interés público” una iniciativa de la empresa Engie que pretende construir un tren liviano entre la avenida Pajaritos y Arturo Merino Benítez. Para ese artículo, las autoridades del MOP señalaron que el llamado a licitación podría realizarse en 2021.