Aratikuro 1 (rapa nui)
1. Te Mōtuha Henua ko Tire he estado social democrático e ai rō ꞌā te rāua derecho. He plurinacional, he intercultural, ꞌe, he regional he ecológico.
Txoy 1 (mapuzungun)
1. Chile Estado social ka democrático de derechogey. Zoy kiñe Nacion müley, intercultural, regional ka ecológicogey.
Mä amtachinu (aymara)
Maya. Chile markaxa mayachata taqi pachpa markachirinakana yäqata ukhamawa. Walja markanaka, maynita maynikama aruskipt’aña sarawinakata amuyirinaka pachamamaru arxatayaña ukanakawa.
Artículo 1 (español)
Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico.
(la traducción al quechua aún no se ha finalizado)
El proceso constitucional ha mostrado de una forma más mediática la existencia de distintas lenguas indígenas a lo largo del territorio, las cuales nunca han sido reconocidas en alguna carta magna en Chile. Por ello, es que con la idea de avanzar hacia los derechos lingüísticos en el país, la traducción de la Nueva Constitución a lenguas originarias fue una obligación establecida en el Reglamento General de la Convención.
"Fue muy importante coordinar este trabajo por muchas y diversas razones. Por ejemplo, desde el punto de vista lingüístico este ejercicio de traducción supone la creación de palabras nuevas y de nuevos registros y discursos en lenguas que históricamente han sido marginadas de ámbitos como el jurídicos". dice la coordinadora del trabajo, Belén Villena.
El artículo 58 del reglamento dispone que “una vez redactado el proyecto de Constitución, deberá elaborarse una edición que cumpla con el estándar internacional de lectura fácil, en formato braille, en castellano, en inglés y en las lenguas de los pueblos y naciones preexistentes que sea posible”.
A día de hoy, las versiones rapa nui, mapuzungun y aymara ya están disponibles en el sitio web chileconvencion.cl, mientras que la traducción al quechua, está en elaboración y pronto se publicará. Todos los textos estarán disponibles en el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas para consulta de la ciudadanía.
“Como es una obligación establecida en el Reglamento General de la Convención, durante el funcionamiento de la Convención se consultó a los convencionales constituyentes de pueblos originarios sobre la posibilidad de que fuese posible traducir en sus respectivas lenguas el texto de la propuesta, definiendo que podía realizarse en cuatro lenguas, Quechua, Aymara, Rapa Nui y Mapuzungun”, explica el Secretario Ejecutivo de la Convención Constitucional, Matías Cox Campos.
Según informa Cox, para ello, la Dirección de Administración, Finanzas y Transparencia de la Convención solicitó a fines de mayo la contratación de cuatro personas para dicha tarea: Jackeline Rapu Tuki (rapa nui), Margarita Huenchual Millaqueo (mapuzungun), Ana Paola Quispe (aymara) y Aydee Lopez Cruz (quechua). Las traductoras señalan haber contado con mucho apoyo por parte de organizaciones y sus comunidades, dada la complejidad de traducir un texto jurídico.Todo este trabajo fue coordinado por Belen Villena, quien ad honorem se ofreció a coordinar”.
Consultada sobre su labor, la doctora en lingüística, Belén Villena, comenta que "fue muy importante coordinar este trabajo por muchas y diversas razones. Por ejemplo, desde el punto de vista lingüístico este ejercicio de traducción supone la creación de palabras nuevas y de nuevos registros y discursos en lenguas que históricamente han sido marginadas de ámbitos como el jurídico. Supone también que las comunidades lingüísticas reflexionen acerca de las características que deben tener estos nuevos elementos y que las lenguas avancen léxica y discursivamente".
"Este ejercicio también es relevante porque vuelve a dar visibilidad a una sociedad que nunca ha dejado de ser plurilingüe", dice la coordinadora de las traducciones Belen Villena.
"Este ejercicio también es relevante porque vuelve a dar visibilidad a una sociedad que nunca ha dejado de ser plurilingüe. Antes de que Chile fuera una Capitanía General, en el territorio convivían muchas lenguas; por ejemplo, en el territorio perteneciente al Collasuyo se hablaba la lengua del imperio inca (el quechua) y otras lenguas propias de los territorios como el aymara, el mapuzugun, el kakan y otras muchas que se han extinguido. Luego, algunas de estas lenguas comenzaron una larga historia de convivencia con el castellano y, aunque desde el principio hubo una clara asimetría de poder entre ellas, la diplomacia y la política entre los pueblos se desarrolló considerando las distintas lenguas; surgieron, para ello, las figuras de los lenguaraces, que eran los encargados de traducir e interpretar", añade Belén Villena.
El trabajo de las traductoras
Jackeline Rapu Tuki, Presidenta Academia de la Lengua Rapa Nui 'Ūmaŋa Hatu Re'o y quien lideró la traducción a su lengua materna, explica a INTERFERENCIA desde la isla que el proceso fue “emocionante y también problemático”. “Hay mucha terminología que tienen que ver con leyes, por lo que tuve que recurrir a abogados rapanui para poder ver cómo podríamos traducirlos, algunos no se pudieron traducir y se dejaron tal como estaban, pero también hubo una riqueza en el sentido que buscamos palabras nuevas, por ejemplo, para decir Constitución”.
Sobre el proceso de las traducciones, señala que fue un trabajo en equipo, pues contó con el apoyo de la Academia de la Lengua Rapa Nui 'Ūmaŋa Hatu Re'o. Además, destaca que “fue interesante estar en conexión con las otras hermanas, fue un trabajo intenso, de día y noche”.
Respecto al contenido del texto y el próximo plebiscito de Apruebo o Rechazo, Jackeline Rapu indica que “esta nueva Constitución abarca muchos elementos fundamentales para avanzar como sociedad”.
"Lo que más me interesa es la revitalización lingüística y el resguardo de los idiomas, por lo que espero que un futuro se pueda ir estableciendo estos derechos y que no dependan de la voluntad política", dice Jackeline Rapu.
“Por mi parte, lo que más me interesa es la revitalización lingüística y el resguardo de los idiomas, por lo que espero que un futuro se pueda ir estableciendo estos derechos y que no dependan de la voluntad política. La nueva Constitución no es indigenista, es una que refleja los compromisos que el Estado chileno ha firmado con organismo internacionales, no se ha inventando nada, prácticamente el convenio 169 está en la Constitución”, añade.
La encargada de realizar la traducción al mapzungun fue Margarita Elizabeth Huenchual Millaqueo, quien además durante el proceso de la Convención Constitucional, estuvo a cargo de la traducción e interpretación en dicho espacio.
Criada en Llufquentue, (lugar de relámpagos), de Galvarino, destaca en el mismo texto que creció al cuidado de su abuela materna Zoila Antilao Lamin, “quien me transmitió en la vivencia cotidiana el mapuzugun y el mapuche kimün (la lengua y el conocimiento mapuche). Mi primera lengua es el mapuchezugun. He participado en distintas áreas en la enseñanza del idioma en importantes eventos dentro de la sociedad mapuche nacional e internacional”.
Coincide con Jackeline Rapu en que “fue un proceso complicado difícil al principio, es un texto jurídico con términos que no están en nuestro idioma, influyó también el factor tiempo, se requiere de mucha concentración, al mismo tiempo descanso mental constante, es un trabajo complejo para poco tiempo”.
Sobre por qué cree que es importante que el texto haya sido traducido a lenguas indígenas, indica que “es un paso importante donde se debe reconocer al pueblo mapuche, que tiene un idioma distinto, es un avance de validación hacia nuestro idioma, es presencia, tiene un origen a quienes pertenece. Es un idioma que merece ser reconocido debe estar en todos los contextos para darle vivencia,validez y estatus social”.
Otras de las traducciones ya publicada corresponde a la lengua aymara la cual fue liderada por Ana Paola Quispe Quispe, Yatichiri y gestora cultural.“La pluralidad lingüística de los pueblos preexistentes al Estado, debe ser objeto de reconocimiento y protección, pues estos constituyen derechos humanos fundamentales tanto a nivel individual como colectivo, sostenidos en el principio universal de la dignidad humana e igualdad”, sostiene parte del texto.
"Es un paso importante donde se debe reconocer al pueblo mapuche, que tiene un idioma distinto, es un avance de validación hacia nuestro idioma, es presencia, tiene un origen a quienes pertenece. Es un idioma que merece ser reconocido debe estar en todos los contextos para darle vivencia,validez y estatus social", comenta Margarita Huenchual.
“Hoy, hablar un idioma originario es un acto de resistencia, y los pueblos originarios no queremos seguir 'resistiendo' en Chile. Queremos vivir en paz, conforme a nuestros usos y costumbres”, señala parte del documento.
Por su parte, la traducción al quechua liderada por Aydee Lopez Cruz está en elaboración y pronto se publicará.
La coordinadora Belén Villena concluye que “estas traducciones hacen visible la naturaleza, la función principal de todas las lenguas, y que es tender puentes entre las distintas comunidades. Las lenguas no son y no deben ser vistas como muros que separan a las personas, sino como puertas que nos permiten conocer a las personas que las hablan y, a partir de este conocimiento, respetarlas y considerarlas nuestras iguales, lo que es un requisito básico de las relaciones interculturales, que son las únicas que nos pueden permitir construir sociedades en las que todos y todas, con nuestras diferencias y similitudes, podamos convivir sanamente y de forma duradera".
"La traducción, como acto de mediación entre las culturas, es básica en cualquier sociedad que aspire a una sana convivencia entre sus miembros”, reflexiona también la investigadora.
Señalar que ayer el medio El Mostrador, publicó que el séptimo Juzgado de Garantía aceptó ampliar la querella presentada contra el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) -encabezado por el ministro Giorgio Jackson- por la impresión de 240 ejemplares de la propuesta de nueva Constitución en lengua Aymara, Mapuzungun, Quechua y Rapa Nui.
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Excelente noticia. Sólo
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