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Martes, 5 de Agosto de 2025
Guerra en Ucrania

Qué es lo que Vladimir Putin quiere, en tres actos

Andrés Almeida

Las conversaciones de paz tienen lugar en Estambul, donde se definirá si Rusia incrementará su territorio, a la vez que la inteligencia occidental dice que el líder ruso está perdido y desorientado.

Durante la semana que pasó la Guerra de Ucrania tuvo tres hitos a mi juicio relevantes.

El primero de estos hitos es los avances en las negociaciones en Estambul, Turquía, donde diplomáticos rusos y ucranianos comienzan a negociar un acuerdo de paz, lo que está en directa correlación con lo que pasa en el teatro militar.

En la mesa ya está asumido que Ucrania no entrará a la OTAN, y en cambio, habrá una especie de estatus especial de seguridad del país, con varios países garantes. Algo, no muy distinto de lo que ya había, por lo que puede contarse como un logro ruso. Esto, aunque fue conseguido a cambio de que Rusia terminase reconociendo el gobierno de Volodímir Zelenski y la soberanía de Ucrania; es decir, descartando una anexión; algo que nunca fue explicitado como objetivo ruso, pero con lo que Occidente especuló en las primeras semanas del conflicto.  

En lo que no hay acuerdo es respecto del futuro del Donbás y Crimea, regiones sobre las cuales Rusia reclama la existencia de estados independientes (Lugansk y Donetsk) y la soberanía rusa, respectivamente. Respecto de este punto, Zelenski dijo que cualquier acuerdo descartaba la concesión de ningún territorio ucraniano.

Con todo, las hostilidades persisten, aunque Rusia anunció que bajaría la intensidad de las operaciones en el cerco de Kíev y el norte del país, como señal de "buena voluntad" respecto de las negociaciones de paz, además de propiciar corredores humanitarios. Incluso, un general ruso devolvió la planta nuclear de Chernóbil a los administradores ucranianos. 

las evaluaciones occidentales de estos movimientos rusos en el teatro de operaciones han oscilado entre el desprecio ante un Ejército invasor aparentemente destartalado y condenado a la derrota en el mediano plazo, y el temor atávico al viejo oso ruso capaz de dar un zarpazo brutal (esto es, con armas de destrucción masiva) con que se haga de la mitad más rica de Ucrania. 

Respecto de estos movimientos militares rusos, Occidente ha tenido una reacción ambivalente.

Por un lado, insiste en que la guerra es un desastre para los rusos, y que un posible alto al fuego en realidad corresponde a una retirada rusa frente al fracaso de asediar Kíev, mientras que -al mismo tiempo- se acusa que la movida es sólo táctica, que sirve al Ejército ruso para reagruparse y concentrarse en el Donbás, en miras a fortalecer su posición negociadora en los territorios que le importan, y que son además ricos en hidrocarburos.

Con ello, se ha tratado de instalar la idea de que Putin cambió su objetivo de una ocupación y anexión de Ucrania, a una especie de escenario coreano, en el cual el país se dividiría en dos; con un lado prorruso y otro proeuropeo, como pasó con Corea en la guerra de la década de los 50 del siglo pasado. 

Es decir, las evaluaciones occidentales de estos movimientos rusos en el teatro de operaciones han oscilado entre el desprecio ante un Ejército invasor aparentemente destartalado y condenado a la derrota en el mediano plazo, y el temor atávico al viejo oso ruso capaz de dar un zarpazo brutal (esto es, con armas de destrucción masiva) con que se haga de la mitad más rica de Ucrania. 

Al respecto, es interesante el reporteo que hacen Jonathan Lemire y Alexander Ward en Politico, en el artículo ¿Putin consternado? Estados Unidos no compra las palabras de desescalada de Rusia, donde se advierte el desprecio y el temor de las fuentes de Washington consultadas respecto de Putin y Rusia para el artículo.

En la misma línea, este artículo de The Washington Post, de Bonnie Berkowitz y Artur Galocha, Por qué el Ejército de Rusia está empantanado por la logística en Ucrania, ofrece una mirada documentada -desde la perspectiva occidental- de los severos problemas en la cadena logística del Ejército ruso.   

En contrapartida, la prensa rusa ha intensificado la cobertura de los logros rusos en el campo de batalla, ofreciendo varios videos que muestran la destrucción de objetivos militares ucranianos (y los rastros de violencia y destrucción cometidos por las tropas ucranianas), mientras que los líderes militares insisten en que las operaciones van conforme lo esperado. 

El segundo de los hitos de esta semana está íntimamente relacionado con el anterior: de manera casi simultánea los servicios de inteligencia británico y estadounidense, entregaron 'información' respecto de lo que pasa en el Kremlin, acusando un casi inminente quiebre en el régimen de Putin, dado que el líder ruso se sentiría traicionado por quienes le informan de los aspectos militares de la guerra, habiéndolo empujado al supuesto desastre en que se ha convertido la ofensiva militar, en especial respecto de Kíev.

Putin estaría aislado o rodeado de sicofantes, paranoico y desinformado, componiendo un escenario descrito por la ciencia política respecto del destino de algunos autarcas que se despegan de la realidad y cometen graves errores que los llevan al ocaso.

Con esto, Putin estaría aislado o rodeado de sicofantes, paranoico y desinformado, componiendo un escenario descrito por la ciencia política respecto del destino de algunos autarcas que se despegan de la realidad y cometen graves errores que los llevan al ocaso.

En contrapartida, es interesante este artículo de Dan Sabbagh, editor de Defensa y Seguridad de The Guardian, quien en ¿Por qué la GCHQ dice que Putin fue desinformado acerca de la guerra en Ucrania? aborda una perspectiva crítica respecto del actuar de sir Jeremy Fleming, el jefe del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHG por sus siglas en inglés), quien en Australia elaboró varias declaraciones que apuntan a que los asesores de Putin temen decirle la verdad, lo que incluiría un no comprobado intento de autosabotaje, baja moral y negativas a cumplir órdenes.

De tal modo, Sabbagh se pregunta por los intereses propios de la inteligencia británica que pude haber detrás de las declaraciones, los cuales pueden diferir de los intereses de informar a Occidente. Según insinúa el editor, esos intereses de inteligencia van por el lado de personalizar en Putin la responsabilidad por el estancamiento ruso en la guerra.

Estos movimientos de inteligencia coinciden con las palabras del presidente estadounidense, Joe Biden, a quien 'se le escapó' la frase sobre Putin; "por el amor de Dios, este hombre no puede permanecer en el poder", lo cual escaló el nivel de conflicto, porque se supone que la OTAN no busca el cambio de régimen de Rusia, en el entendido de que eso puede escalar la guerra al acorralarlo y 'obligarlo' a usar armamento no permitido o a disponer de mayores blancos civiles. Biden se excusó diciendo que su frase responde a una "indignación moral" y no a un objetivo de Estado, pero todo apunta a que iba dirigida a alentar -o a aparecer alentando- a las facciones rusas escandalizadas con el pretendido actuar errático de Putin.  

Por su parte, el vocero ruso, Dmitry Peskov, dijo que ni el Departamento de Estado ni el Pentágono de Estados Unidos tienen "información real". "Ellos simplemente no entiende que está pasando en el Kremlin, no entienden al presidente Putin, no entienden los mecanismos de toma de decisiones y no entienden la manera en que trabajamos".   

Además, según varias encuestas, Putin aumenta su popularidad en Rusia; la última de ellas es Levada, una encuestadora independiente, la que muestra que el líder ruso tiene una aprobación del 83%.

Para calibrar ambos escenarios ambivalentes, resulta interesante esta entrevista de Tim Sebastian, del programa Conflict Zone, de la Deutshe Welle, quien conversa con el periodista independiente ruso, Andrei Soldatov, quien -a su vez- señala que es efectivo que hay una fuerte preocupación en el Kremlin por los resultados de la guerra, y cierta disidencia al interior del régimen que culpa a Putin de ello. Pero, a la vez, Soldatov dice que no ve posibilidades de que eso trasunte en una especie de golpe de Estado, pues eso no está en la configuración mental ni en cultural de los oficiales rusos, para quienes la estabilidad es un valor supremo. Además, el periodista asegura que siguen bien aceitados los órganos de inteligencia rusos, al menos al nivel interno, y los de propaganda. 

El tercer hito de esta trama es la obligación que interpuso Putin a Europa de comprar su gas en rublos. De tal modo, dada la dependencia extrema de Europa de este hidrocarburo, en especial por parte de Alemania, que es la principal potencia económica de la Unión Europea (UE), Rusia está usando su industria gasífera como un estabilizador de su economía a costa de quienes castigan al país con sanciones. 

Por su parte, el vocero ruso, Dmitry Peskov, dijo que ni el Departamento de Estado ni el Pentágono de Estados Unidos tienen "información real". "Ellos simplemente no entiende que está pasando en el Kremlin, no entienden al presidente Putin, no entienden los mecanismos de toma de decisiones y no entienden la manera en que trabajamos".   

Aunque es temprano para saber si Europa cederá ante la demanda rusa de pagar en rublos, lo cierto es que la moneda rusa se ha ido apreciando, y la sociedad de a poco se ha habituado a vivir con las fuertes sanciones económicas occidentales, en especial porque Rusia sigue vendiendo petróleo, gas y carbón.

Al respecto, es interesante este artículo de The EconomistBajo sanciones sin precedentes ¿cómo le está yendo a la economía rusa? (mejor de lo que piensas), donde el periódico británico muestra algunas fortalezas de la economía rusa logradas a través de medidas tales como el incremento de la tasa de interés por parte del banco central ruso, o normas que obligan a comerciar en rublos, tanto en el comercio exterior, como en la bolsa, con lo que se registra un rebote fuerte del rublo, un performance en inflación mejor del esperado, pese al encarecimiento de los bienes importados, un PIB mensual de marzo que no se ha derrumbado, y ventas de hidrocarburos que no bajaron de los US $10.000 millones durante el mes que acabó. 

Respecto de este último punto, es interesante la visita que el canciller ruso, Sergei Lavrov, hizo a China e India, donde dio señales de que Rusia no está aislado completamente en el escenario global, en la misma medida en que el petróleo ruso -y en menor medida las armas y los granos- sigue fluyendo fuera de sus fronteras. Un aspecto estabilizador, del que ya habíamos dado cuenta en este newsletter: El avance ruso y el eterno retorno (del viejo petróleo). Además varios artículos de la prensa rusa postulan a cierta indiferencia de América Latina respecto del conflicto, indicando incluso que varias empresas de la región siguen haciendo negocios con Rusia, como lo señala este artículo de Sputnik: Empresas de América Latina mantienen interés en Rusia pese a la operación en Ucrania.

Finalmente, recomiendo este artículo de opinión de Bret Stephens, quien en The New York Times hace el inusual ejercicio de pensar que Occidente está equivocado, y que en realidad Putin está logrando sus objetivos. De tal modo, en ¿Qué tal si Putin no erró los cálculos?, el columnista se plantea la posibilidad de que 1/ el escenario militar no es tan negativo para el líder ruso, pues se asemeja al de Chechenia, donde finalmente pudo imponerse pese a los reveses iniciales; 2/ Putin puede quedarse con el Donbás y Crimea, y con eso con las segundas reservas más grandes de gas de Europa; 3/ el castigo ruso a los civiles ucranianos ejerce presión sobre Zelenski y Occidente, lo que mejora la posición negociadora rusa y hace jugar el tiempo a su favor; y 4/ la guerra le ha permitido al líder ruso sacudirse de la oposición interna, la cual ha partido al exilio o ha sido duramente reprimida.  

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Me sorprende en el articulo de Almeyda , que no se haga referencia al cerco que las naciones capitalistas tienen sobre Rusia, con misiles de largo alcance y fuerte poder destructivo ( Polonia , Hungría , Republica Checa, Estonia etc) El permanente bombardeo de militares ucranianos sobre Dombas y la otra republica que declaro su independencia ( 14 mil muertos desde 2014) Un alto componente de fuerzas nazis en el gobierno de Ucrania , que han desarrollado permanentes hostilidades sobre poblaciones ruso parlantes.- Inminente plan ucraniano para iniciar una guerra contra Rusia. Uso de lenguaje despectivo y descalificador para el Presidente Putin , quien fuera elegido en elecciones democráticas.- Nula mención a laboratorios de armas químicas en territorio ucraniano.- Sr., Almeida , se nos ha mentido mucho sobre este conflicto y, su articulo no ayuda a conocer la verdad.- Soy suscriptor de Interferencia y lo seguiré siendo.- Solo le pido una mayor objetividad y, atenerse a otros medios de información para que los suscriptores nos informemos adecuadamente.- Le saluda respetuosamente Gregorio Saez F

Entiendo que para escribir sobre este asunto no es cosa fácil ni simple para desarrollarlo en un artículo. Sin embargo si se pretende un resumen no me parece muy bien logrado. Sin explicitar la complejidad de los hechos históricos de los últimos años o, mejor aún, decenios (desde que se terminó el Pacto de Varsovia en adelante) cuesta entender el presente. Las múltiples citaciones a los medios occidentales tampoco sirven a una mayor objetividad. El mismo título que personaliza en Putin el actual conflicto muestra de por sí una clara tendencia del análisis (muchos hablan de "La guerra de Putin"). En los países occidentales, desde los más alineados a EstadosUnidos-Otan hasta los que, por estar en su esfera, sufren del pensamiento hegemómico norteamericano, se vive en una realidad paralela en cuanto a la información que circula en prácticamente todos los medios. A crear esta realidad es el esfuerzo internacional de unas 150 agencias de relaciones públicas coordinadas por Nicky Regazzoni, cofundador de PR Network (1) y Francis Ingham (2), experto en relaciones públicas, estrechamente vinculado el gobierno inglés. Se pueden encontrar abundantes informaciones y documentación al respecto (3). (1) https://www.thepr.network/ (2) https://prca.mena.global/regional-board-membe/francis-ingham/ (3) https://consortiumnews.com/2022/03/23/ukraines-propaganda-war/

Un análisis pobre y sesgado. Obvia lo que resulta ser esencial para comprender el conflicto: 1)El año 2014, en Ucrania hubo un golpe de Estado de grupos de la ultraderecha quienes derrocaron al gobierno democráticamente elegido 2) desde ese entonces, los grupos ultranacionalistas en el poder, prohibieron hablar en ruso en las escuelas y en los medios de comunicación 3) Seguidamente, decretaron la ilegalidad del Partdo Comunista de Ucrania. 4) Empezaron a ejercer una serie de sabotojes en Crimea, región que se independizó para pasar a formar parte de la Federación Rusa tras un Referéndum que aprobó dicha incorporación por más del 90% de los ciudadanos. 5) En el intertanto, las regiones de habla rusa del Donbass se autoproclamaron como repúblicas independientes 6) Desde ese entonces el Donbass ha sido asediado con intermeitentes bombardeos durante 8 años lo que ha significado la muertede 14.000 civiles. 7 )A pedido de la región del Donbass, Rusia decidió intervenir ante el sólo hecho que no podía seguir aceptando que en sus ex repúblicas el gobierno ucranianoi, en una clara y provocativa política usofóbica, siguiera con su política de exterminio hacia la población rusa.

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