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Miércoles, 6 de Agosto de 2025
Elecciones en Colombia

Sebastián Ronderos, politólogo colombiano: “Rodolfo Hernández es la mejor carta del uribismo”

Mauricio Becerra Rebolledo

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Politólogo Sebastián Ronderos
Politólogo Sebastián Ronderos

La segunda vuelta presidencial tiene en vilo a Colombia. Las encuestas calculan que Gustavo Petro y Rodolfo Hernández están en empate técnico. El politólogo Sebastián Ronderos desentraña la emergencia del proyecto de Gustavo Petro y la decadencia del uribismo que ha hegemonizado la política colombiana en las últimas dos décadas, superada por un desconocido candidato que hizo campaña por redes sociales. ¿Un viejo ex-alcalde que se exhibe sin camiseta en Tik Tok puede ganar a un proyecto político cimentado durante décadas por la principal figura de la izquierda colombiana?

La importancia histórica de las elecciones presidenciales de este domingo en Colombia corre de la mano con la incertidumbre respecto de sus resultados. La mayoría de las encuestadoras acusan un empate técnico con una leve ventaja del ex-alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández (Liga de Gobernantes Anticorrupción), quien sorprendió la política colombiana con un 28,15% de los votos  en la primera vuelta y dejó fuera al candidato oficialista, Federico Gutiérrez (23,91%). Hernández deberá disputar las elecciones con el representante del Pacto Histórico, Gustavo Petro, quien obtuvo 40,32 por ciento en la anterior jornada electoral. La diferencia porcentual de las encuestas para el balotaje es de menos de un punto en casi todas las encuestas.

Conversamos con el politólogo Sebastián Ronderos, doctorado por la Universidad de Essex en Ideología y análisis del discurso, quien se ha desempeñado en la Universidad de los Andes (Colombia) y actualmente es investigador de la Fundación Getúlio Vargas (Brasil). Ronderos cuenta el proceso de emergencia del Pacto Histórico y la figura de Petro, así como también la irrupción del ex alcalde de Bucaramanga en el marco del declive del uribismo como principal fuerza política colombiana, como se le llama a los seguidores políticos del ex presidente Álvaro Uribe y del actual mandatario, Iván Duque. El politólogo destaca que “el uribismo hoy vive con respirador artificial y la fuerza mayoritaria será la que logre encausar el sentimiento anti-uribista”.

De los 39 millones de colombianos habilitados para votar un 45,1% no lo hicieron en la primera vuelta, lo que sitúa a estos potenciales electores como un objetivo privilegiado de campaña. Otro asunto que puede estallar es el fraude electoral, Ronderos advierte de un riesgo importante, debido a que dichas prácticas “operan como una fase normal en todas las elecciones en Colombia”.

¿Cómo emerge la figura de Gustavo Petro como fenómeno político en Colombia?

El petrismo se viene forjando como efecto de la confluencia de actores populares que claman por cambio y soberanía popular y debido a la negativa por parte de las élites de abrir espacios de poder político y económico. Un hito fundacional fue en 2013 con la experiencia de alcaldía de Gustavo Petro y su posterior destitución arbitraria consumada por sectores de derecha incrustados en el aparato público, como el procurador Alejandro Ordóñez. Se evidenció con dicha destitución los limites de una democracia coartada, lo que ocurrió en forma paralela a la apertura de brechas en el uribismo como pacto político hegemónico que había logrado encausar el sentido común nacional durante los recientes quince años. El apoyo que despertó Petro fue a nivel nacional y durante el proceso de destitución diversos actores confluyeron en Bogotá, ocupando la plaza pública, encuentro que generó espacios de interlocución de Petro con vastos sensibilidades sociales, ya fueran jóvenes, viejos, estudiantes, feministas o campesinos, quienes comenzaron a formar un sujeto político inusitado en el escenario colombiano.

La capacidad de leer el momento y generar una gramática es un logro de Gustavo Petro, quien fue cultivando las lealtades que ya había hecho y fue sumando el apoyo de los jóvenes a nivel nacional.

Llama la atención que con Petro confluyen varias sensibilidades. ¿Hubo una aproximación natural o está determinado más bien por las habilidades del candidato del Pacto Histórico?

La capacidad de leer el momento y generar una gramática es un logro de Gustavo Petro, quien fue cultivando las lealtades que ya había hecho y fue sumando el apoyo de los jóvenes a nivel nacional. A su proyecto se fueron sumando otros sectores, como el movimiento LGBT+, feministas, líderes sociales y ambientales, cuya figura más expresiva es sin duda alguna Francia Márquez. Se constituyó así un movimiento político que fue cimentando contenidos como la necesidad de una reforma agraria y pensar el modelo de desarrollo, alejándose de la explotación de recursos fósiles y estructurando bases para una transición hacia energía limpias, motivar la economía a partir de una revolución agrícola que sepa conjugar la soberanía territorial y productiva con una conciencia ecológica.

¿Dicha articulación estaba ya en la primera campaña presidencial de Gustavo Petro en 2018?

Estas bases programáticas eran evidentes en las elecciones de 2018. Petro pierde contra Duque las elecciones con amplias sospechas de un fraude electoral comprobado, aunque no sabemos realmente la dimensión. En otras palabras, no sabemos si Petro pierde por el fraude, pero sabemos que hubo fraude electoral. Sin embargo, los efectos de la pandemia  y la gestión catastrófica de parte del gobierno de Iván Duque aceleraron el antagonismo, cimentando con ello mucho más las bases de los militantes del petrismo, proyectados ya como una fuerza nacional.

El candidato Tik Tok

Al otro lado se presenta a Rodolfo Hernández como el 'Trump criollo' ¿qué representa dicha candidatura?

Rodolfo Hernández ha sido un fenómeno electoral sin parangón en la historia política colombiana. Se trata de la irrupción inusitada de un actor que era desconocido para la mayoría de la opinión pública nacional. Una figura que por más que se presente como outsider ha estado por largo tiempo en la política y es expresión clara de una política corrupta. Si al comienzo su candidatura fue apenas perceptible en los sondeos, días antes de la primera vuelta asistimos a que remontaba fuerte lo que lo colocaba en empate técnico con el candidato del uribismo, Federico Gutiérrez. Luego consiguió pasar a la segunda vuelta en contra de todos los análisis.

Hernández es una figura empresarial autoritaria, de derecha. No tiene temores en afirmar su admiración por Hitler, está imputado por corrupción por favorecer a su hijo en procesos de contrataciones millonarias, destila en su discurso un machismo según el cual las mujeres se deben dedicar a las tares del hogar, reservando la política para los hombres. Hizo su candidatura sin un conocimiento del país y de sus necesidades, sin un diagnóstico de coyuntura, pero con una comunicación muy escueta y audaz.

Fue un fenómeno que golpeó el tablero de la política colombiana. Pese a la corta distancia temporal de su emergencia ¿qué se puede extraer de su aparición?

El fin de la primera vuelta nos da algunas luces de por donde van las aguas de la política colombiana, constituyéndose el antiuribismo como la fuerza política más importante en el país. En este contexto, la figura de Hernández supo navegar entre el uribismo y el antipetrismo en la contienda electoral, articulando amplios sectores que antes eran votantes del uribismo pero que hoy buscan un espacio político que los represente. Y Hernández fue el candidato de la contradicción y la ambigüedad. Bien podría ser un defecto, pero pienso que eso es también su mayor fortaleza: la capacidad de generar discursos cortos y contradictorios que pudieran conectarse con sectores heterogéneos contribuyeron a acumular un caudal electoral en la primera vuelta que fue superior al apoyo de Petro en la primera vuelta en 2018.

¿Cómo definirías su candidatura?

Hernández es una figura empresarial autoritaria, de derecha. No tiene temores en afirmar su admiración por Hitler, está imputado por corrupción por favorecer a su hijo en procesos de contrataciones millonarias, destila en su discurso un machismo según el cual las mujeres se deben dedicar a las tares del hogar, reservando la política para los hombres. Hizo su candidatura sin un conocimiento del país y de sus necesidades, sin un diagnóstico de coyuntura, pero con una comunicación muy escueta y audaz. A partir de cortos videos de Tik Tok supo colocarse en medio de la opinión pública.

Las votaciones de Gustavo Petro, Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo representan 72,67% y pese a las diferencias entre esos candidatos, se puede decir que dicha votación es por fuera del uribismo. Además en las legislativas realizadas en marzo al uribismo no le fue muy bien ¿qué pronóstico le ves al uribismo en el futuro político colombiano?

Los resultados de primera vuelta muestran un resultado contundente de la voluntad de cambio. Son el síntoma de un impasse para un proyecto político que logró movilizar el sentido común en Colombia durante las últimas dos décadas. El uribismo hoy vive con respirador artificial y la fuerza mayoritaria será la que logre encausar el sentimiento anti-uribista. Sin embargo, pese a que el petrismo es la fuerza que ha confrontado con mayor fuerza la hegemonía uribista, el triunfo de Hernández encuentra un escenario favorable para su rearticulación dentro del Estado.

La aritmética que favorece a Hernández y las posibilidades de Petro

El voto por Petro es un voto de opinión, es el voto de un programa que ha sido discutido durante muchos años a través de un diálogo nacional de diferentes regiones y sectores. Es bien conocido, es un proyecto concreto que es defendido por los militantes del petrismo. En cambio, el voto por Hernández es un voto de protesta contra la clase política tradicional, por más que él mismo sea parte de ella a nivel regional.

Gustavo Petro obtuvo un 40,32 % en primera vuelta ¿es el máximo techo para la centro izquierda colombiana o podría obtener más respaldo?

El voto por Petro es un voto de opinión, es el voto de un programa que ha sido discutido durante muchos años a través de un diálogo nacional de diferentes regiones y sectores. Es bien conocido, es un proyecto concreto que es defendido por los militantes del petrismo. En cambio, el voto por Hernández es un voto de protesta contra la clase política tradicional, por más que él mismo sea parte de ella a nivel regional. Logra canalizar un hastío social en el mundo urbano y el rural. Por ejemplo, Petro vence rotundamente en Bogotá, pero Cundinamarca vota mayoritariamente a Hernández. De este modo se ve en el votante de Hernández un hastío y un ansia de castigo e impugnación de la institucionalidad política sin una forma concreta. De este modo es un votante dúctil, inestable y conformado por sectores muy diversos que en una suerte de protesta antipolítica comienzan a generar intereses, articular sus ansias, pero no logran plasmarse en un proyecto político concreto. Ambos tipos de votantes votan por un cambio. El de Petro parte de una propuesta concreta y un diagnóstico, en tanto Hernández propone un cambio abstracto que es rimbombante en forma y vacío en contenido.

De igual modo, la suma de votos de la derecha uribista hacia la candidatura de Hernández lo coloca en una cómoda posición.

Diferenciaría los caudales electorales con las lealtades políticas. Es una distinción fundamental para comprender cuales son los posibles espacios que el petrismo puede disputar para el segundo turno. Petro vence con un poco más del 40 por ciento. El candidato castigado fue el del uribismo que terminó con poco más de un 24 por ciento y Hernández pasó a segunda vuelta con un 28%. 
La mayoría de los analistas recurriendo a una aritmética simple diagnostican un techo electoral del petrismo puesto que los votos que tiene para disputar de los otros candidatos son muy escuetos. En esa lectura Hernández por su parte lograría sumar casi de forma directa el caudal electoral de la derecha representada por Gutiérrez, sumando se presume un 52% que sería invencible.

 ¿Pero los votos de Gutiérrez son endosable en su totalidad?

Creo que las dinámicas del primer y segundo turno son diferentes y se presentan amplias oportunidades para disputar votos y ampliar el caudal electoral de Petro. Para comenzar, el votante Petro, como ya fue mencionado, es un votante de opinión, es un voto sólido, con una lealtad indeleble. Por lo tanto, Petro cuenta con los más de 8 millones de votos que tuvo en el primer turno. Hernández no. No existen lealtades conformadas, no existe identificación estructurada en torno de su figura, siendo un voto más de protesta. Si bien en los procesos electorales los caudales electorales que pasan a segunda vuelta suelen sedimentarse, ver a Hernández como un rebelde sin opciones de gobierno en el primer turno y votar por él, es muy distinto a percibirlo hoy como un candidato con opciones de dirigir el país. Pese a lo complicado de la tesis, allí considero habrá muchos indecisos y arrepentidos que no votarán o votarán por el candidato del Pacto Histórico en la segunda vuelta. Por ello el petrismo ha tenido la tarea de seducir a votantes de ese cambio abstracto y contradictorio de Hernández para sumarse al cambio estructurado que se propone de forma programática en el pacto histórico liderado por Petro y Márquez. Y creo que los actores centrales en esa disputa son mujeres y jóvenes.

El papel de los medios y Venezuela

Otro fenómeno nuevo es que la candidatura de Hernández fue muy audaz en el uso de las nuevas dinámicas de comunicación, en donde Tik Tok fue fundamental en el desarrollo de su campaña, siendo sus memes la forma de evitar el debate en los grandes medios de comunicación, espacios que cada vez pierden más resonancia en la opinión pública.

El rol de los medios masivos ha sido clave en la configuración de la sociedad y política colombiana en las últimas décadas. Se expresó así en el fracasado plebiscito por los Acuerdos de Paz de 2016 y en la última semana fueron exhibidos unos petrovideos que disparan contra la candidatura del Pacto Histórico ¿qué tan determinante es el rol de los medios en esta elección?

En todo proceso de disputa política y transformación social la batalla mediática es fundamental. Sin embargo, la ecología mediática ha cambiado bastante en los últimos años. Los grandes medios de comunicación, marcadamente uribistas, como El Tiempo o Semana se han visto cuestionados por la opinión pública. En este escenario hay muchos periodistas y analistas que han decidido tomar distancia y generar emprendimientos periodísticos alternativos, como Los Danieles, liderado por el periodista Daniel Coronell, el papel de María Jimena Duzán o la Revista Pacifista. Son algunos ejemplos que se pueden dar de como se han abierto nuevos medios tras la crisis de los grandes medios en Colombia. También ha surgido un fenómeno de redes sociales que no es exclusivo del caso colombiano, pero que asumen un efectivo papel de portavoces de denuncias como ocurrió en el paro de abril del año pasado. Lo que llegó a los medios internacionales no fue por la vía de los canales tradicionales, sino por las redes sociales. De esta forma los medios alternativos comenzaron a jugar un papel preponderante y en las redes sociales se dan esas disputas comunicacionales. Otro fenómeno nuevo es que la candidatura de Hernández fue muy audaz en el uso de las nuevas dinámicas de comunicación, en donde Tik Tok fue fundamental en el desarrollo de su campaña, siendo sus memes la forma de evitar el debate en los grandes medios de comunicación, espacios que cada vez pierden más resonancia en la opinión pública.

¿De qué forma influye la situación de Venezuela en las elecciones colombianas?

Venezuela ha servido como una suerte de dispositivo discursivo para la derecha, la que ha movilizado y canalizado afectos e insumos paranoicos de lo que puede significar la llegada de una izquierda al poder en Colombia. En buena medida esta idea de la catástrofe y crisis venezolana sirvió como un dispositivo simbólico a través del cual el uribismo consiguió vencer el plebiscito de paz en contra de Santos en 2016. Sin embargo, los últimos años por las dinámicas del propio debate público han desmantelado en cierta medida esos temores de la figura, el espectro del castrochavismo, utilizado por la derecha.

Los medios continuamente tocaban el tema de Venezuela en las entrevistas a Petro.

Obviamente, pero Petro supo manejar muy bien cuando se le relacionaba con esta suerte de presagio catastrófico que es el fantasma de Venezuela. Supo explotar ese punto justamente porque su proyecto político se opone a esa dependencia extractivista del petróleo y promueve procesos productivos que se alejan del modelo venezolano. En ese punto Petro se defendió diciendo que la derecha colombiana es la que se asemeja a Venezuela dado su política de explotación petrolera a través del fracking. Venezuela está cada vez menos presente en el debate público por más que los temores sigan porque han sido promovidos durante décadas. De igual modo, es interesante ver que tanto Hernández como Petro concuerdan en restablecer relaciones diplomáticas con Venezuela.

El peligro del fraude electoral y las perspectivas de Gobierno

El fraude electoral opera como una fase normal en todas las elecciones en Colombia [...] La compra de testigos electorales con dinero del narcotráfico hace parte del funcionamiento habitual de todo proceso electoral en Colombia. Es evidente que a mayor riesgo de ruptura y amenazas al control y predominancia de las elites, mayor es el dinero puesto al servicio del fraude electoral.

¿Qué incidencia tiene en las elecciones el fraude electoral o las amenazas a votantes, sobre todo en las regiones controladas por paramilitares?

El fraude electoral opera como una fase normal en todas las elecciones en Colombia. Las de 2018 estuvieron atravesadas por la compra sistemática de votos, lo que se denominó como ñeñepolítica. La compra de testigos electorales con dinero del narcotráfico hace parte del funcionamiento habitual de todo proceso electoral en Colombia. Es evidente que a mayor riesgo de ruptura y amenazas al control y predominancia de las elites, mayor es el dinero puesto al servicio del fraude electoral. Estas maniobras ya fueron evidenciadas en las legislativas recientes, cuando la veeduría ciudadana demostró ser una herramienta fundamental para evitar el fraude, lográndose recuperar más de 400 mil votos del Pacto Histórico. En este segundo turno no será diferente. En caso de que el fraude que va a existir tenga una sistematicidad suficiente que sea capaz de definir el proceso electoral, creo que entraremos en una fase muy complicada.

En caso de resultar ser electo Petro ¿cómo son sus opciones para gobernar?

Dada una victoria electoral del petrismo la situación no será fácil por varios motivos. Lo primero es que Colombia es el centro de articulación de los intereses de Estados Unidos en la región al ser un nódulo central en la intercomunicación del Pacífico, el Caribe, el Atlántico y la región andina. Por ello Colombia es un gran centro de operaciones geoestratégico de Estados Unidos. Dicha posición ha sido ocupada en los últimos años para desestabilizar gobiernos regionales, como el constante sabotaje y la promoción de atentados perpetrados por paramilitares en Venezuela, el espionaje a Dilma Rousseff que fue central en el proceso de impeachment contra su gobierno o el asesinato del ex-presidente haitiano Jovenel Moïse, realizado por por parte de ex-militares colombianos. En un momento político en que el péndulo gira a la izquierda con las elecciones chilenas y el virtual triunfo de Lula en Brasil en las presidenciales de Octubre próximo, Colombia se va a volver una olla a presión por los intereses del norte y de las elites locales. De esta forma, el gobierno de Petro sería el más presionado de la región.

¿Y la derecha colombiana dejaría gobernar a Petro?

En caso de ser electo, Petro deberá enfrentar el desespero de actores violentos estructurados en torno del paramilitarismo, mercenarios, la policía y el Ejército, instancias organizadas con las elites de los grandes latifundios que tendrán una tendencia a expandir sus prácticas de violencia para garantizar espacios de control territorial. Esto presagia un incremento de la violencia política que ya es palpable. Ha habido un aumento de asesinatos de líderes sociales, guerrilleros desmovilizados, defensores de DDHH y periodistas, lo que podría ser el preludio de una ola de violencia contra la izquierda semejante a la experimentada en la década de los ochenta. Pese a este cuadro, la desfavoribilidad del uribismo presenta condiciones positivas para que el petrismo pueda sedimentar bases de apoyo a su gobierno que consigan hacer frente, por lo menos en las grandes ciudades, a los ataques que intentarán a toda costa desestabilizar su gobierno.
La destitución que sufrió en la alcaldía fue una muestra de ello, cuando hubo una capacidad de movilización y articulación social que logró sobrepasar el golpe judicial que le armaron a Petro para inhabilitarlo. Y un factor muy importante es que es primera vez que Colombia cuenta con una mayoría legislativa progresista, siendo un escenario inédito que favorece sin duda un hipotético futuro gobierno del Pacto Histórico.

Y en caso de ganar Hernández, como no tiene parlamentarios ni grandes partidos políticos que lo apoyen ¿con qué fuerzas contaría para gobernar?

- Hernández no cuenta con fuerzas parlamentarias y es justamente allí donde el uribismo avista una oportunidad para reestructurarse en términos institucionales, al igual que otros partidos alineados históricamente a Uribe, como el Partido Liberal de César Gaviria o el Partido Conservador de Andrés Pastrana, quienes harán todos sus esfuerzos para aproximarse a Hernández y así poder influir en su actuación a nivel ejecutivo y con ello podrían reposicionarse en la disputa institucional. Es justamente allí donde veo un espacio de reestructuración de las fuerzas uribistas tras perder su hegemonía. De esta forma, el uribismo pese a estar en una crisis orgánica sin capacidad de rehabilitarse en el corto o en mediano plazo, si cuenta con capacidad de persistir en la política institucional. Y Hernández se presenta como su mejor carta.



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