El actual ministro de Economía argentino, Sergio Massa, tildado por parte de la prensa como ‘el ministro de la inflación’, fue el claro y sorpresivo ganador de la primera vuelta presidencial en Argentina de este domingo 22 de octubre, lo que muchos analistas de ese país interpretan como una señal de moderación del electorado, tras el triunfo del ultraderechista Javier Milei en las primarias del 13 de agosto pasado, en las PASO. “Parece que los argentinos le quieren encargar al ‘ministro de la inflación’ solucionar la inflación”, ironizó un simpatizante del oficialismo peronista a Interferencia.
Las encuestas eran disímiles y la participación, que llegó al 77 % del padrón electoral, parecía ser un dato negativo en la tarde, mientras avanzaban los sufragios, para un país con altos porcentajes de participación en elecciones. De hecho, la cifra es la segunda más baja desde las elecciones de 2007.
Los resultados, hasta el cierre de esta edición, mostraban un alto repunte de Sergio Massa, con un 36,9 % de las preferencias a nivel nacional, equivalentes a 9 036 992 votos, dando una grata sorpresa para el oficialismo, ya que el ministro no aparecía como favorito en las encuestas, aunque éstas indicaban que había tenido un repunte en las últimas semanas. Le sigue Javier Milei,- libertario de derecha, de la coalición La Libertad Avanza-, con 30,14 %, con 7 549 976 votos, subiendo más de un millón de votos en comparación con las elecciones de agosto, que lo mostraban como favorito para esta jornada.
“Incertidumbre” era la palabra qué más se repetía en los medios de comunicación argentinos en la mañana de este domingo. Las encuestas eran disímiles y la participación, que llegó al 77 % del padrón electoral, parecía ser un dato negativo en la tarde, mientras avanzaban los sufragios, para un país con altos porcentajes de participación en elecciones. De hecho, la cifra es la segunda más baja desde las elecciones de 2007.
Las mesas de votación se abrieron cerca de las ocho de la mañana y aunque la mayoría de las mesas cerraron a las seis, algunas quedaron abiertas hasta las ocho de la tarde. Ya poco antes de las diez de la noche, los primeros cómputos oficiales daban como ganador a Sergio Massa, quien subió más de un millón de votos desde las PASO, primarias ejecutadas en agosto.
elecciones_4.jpeg

Los resultados probablemente cayeron como una bomba en los cuarteles de la nueva ultraderecha sudamericana –o neoderecha para algunos–, ya que se une a la derrota de Jair Bolsonaro a fines del año pasado en Brasil. En Chile, los Republicanos comandados por José Antonio Kast, que comparten idearios con Milei y en menor medida con Bullrich, estarán analizando los alcances de esta elección en el país vecino. Hasta el cierre de esta edición, Kast no se refirió al segundo lugar de Milei en sus redes sociales.
Massa, a la vez, representa para muchos el ocaso del peronismo de izquierda –que con resquemor, salió a votar masivamente por el ministro, a pesar de no ser cercano al ala kirchnerista– y que incluso sus ya centradas propuestas podrían, en segunda vuelta, coquetear con la derecha para ganar votos de Bullrich.
Aunque el verdadero derrotado sería Mauricio Macri y su coalición Juntos por el Cambio, quienes se atrincheran en Buenos Aires, pero no alcanzan a convencer en otros estados. Su candidata, Patricia Bullrich, quien en las PASO sacó 5 198 634 de votos, este domingo quedó en tercer lugar, con 5 854 400 de votos, 23 % de las preferencias, subiendo menos de un millón de votos. Una herida profunda que en el comando de Bullrich se vivió con pesar y, más bien, con silencio.
Como consuelo, el primo del ex presidente, Jorge Macri, logró pasar con primera mayoría a segunda vuelta para el puesto de jefe de Gobierno de CABA, en contra del candidato oficialista Leandro Santoro. Como gobernador de Buenos Aires, fue reelecto el candidato oficialista y actual gobernador, Axel Kicillof, dándole otro espaldarazo a la coalición de Fernández.
La alegría en la Casa Rosada incluso podría ser mayor este lunes, cuando estén claros los resultados del Congreso, ya que se especula que las cifras podrían beneficiar al oficialismo, lo que le daría un empujón a la segunda vuelta de Massa versus Milei, que se va a desarrollar el próximo 19 de noviembre.
Sin embargo, Massa, a la vez, representa para muchos el ocaso del peronismo de izquierda –que con resquemor, salió a votar masivamente por el ministro, a pesar de no ser cercano al ala kirchnerista- y que, incluso, sus ya centradas propuestas podrían, en segunda vuelta, coquetear con la derecha para ganar votos de Bullrich, lo que pone a Massa en una posición compleja.
“Voy a convocar a un Gobierno de unidad nacional como presidente, pero un Gobierno construido de la base de convocar a los mejores, sin importar su fuerza política y no sobre la base de acuerdos de partidos”, afirmó Massa en su discurso a sus adherentes la noche de este domingo.
“Es el triunfo de la sensatez. Aunque falta una segunda vuelta electoral, en provincia de Buenos aires ganó el oficialismo en primera ronda, en intendencias y alcaldías claves recuperaron la confianza, a nivel nacional obtuvieron ni más ni menos un resultado que los pone primeros”, comentó a Interferencia Marco Enríquez-Ominami, ex candidato presidencial chileno y asesor de Alberto Fernández.
"Dos tercios de los argentinos votaron por un cambio. Ahora tábula rasa, barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo”, dijo Milei en su discurso tras conocerse los resultados.
En tanto, a pesar de la derrota, Bullrich logró más de seis millones de votos, que pueden pasar a Milei si éste logra moderar sus propuestas y dejar atrás el miedo que genera en el electorado. En ese escenario, Juntos por el Cambio, la coalición de Macri y Bullrich, tiene bastante espacio para negociar. Ya en su discurso en “el búnker”, la noche de este domingo, el libertario planteó que no busca “quitar derechos” y felicitó a Jorge Macri por su ventaja como jefe de Gobierno de CABA, buscando así los votos de la candidata de centro derecha.
"Dos tercios de los argentinos votaron por un cambio. Ahora tábula rasa, barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo”, dijo Milei en su discurso tras conocerse los resultados.
argentina_8.jpeg

Ronchas sacaron en el peronismo las declaraciones de la vicepresidenta Cristina Fernández sobre la gestión del gobierno de Alberto Fernández.
“En un país de carácter presidencialista como este, el que decide siempre es el presidente” y dijo que “no fue escuchada” respecto a la candidatura de Massa. “Gracias a mi, el peronismo volvió en 2019”, agregó.
Fernández de Kirchner descartó su retiro de la política, aunque esta vez no estaba en la papeleta de ninguna candidatura. Sin embargo, su pesimismo no se vio reflejado en los resultados de la noche, frente a los que guardó silencio. Tampoco asistió al acto de celebración de Massa.
Las selfies de Massa y la milanesa de Bullrich
Ya es parte de la idiosincrasia argentina la forma en la que se refieren a sus autoridades y candidatos: por su primer nombre. El presidente es “Alberto”, la ex presidenta es “Cristina”, y los candidatos que pasaron al balotaje, para casi todos los entrevistados por este medio, son “Sergio” y “Javier”.
En Argentina la veda electoral es muy distinta a la observada en Chile, ya que la propaganda puesta antes de 48 horas de la elección no se retira y las fachadas de las instituciones estatales se tiñen con pancartas del candidato oficialista.
La jornada empezó sin sobresaltos con la apertura de mesas alrededor de las ocho de la mañana. En algunos puntos de Buenos Aires adherentes de Javier Milei denunciaron la escasez de papeletas con los candidatos de la coalición del libertario. En la ciudad de Santa Fe y en provincias más cercanas a Paraguay, la lluvia dificultó la votación y en varios locales se filtró agua, pero se logró desarrollar de todas maneras.
Uno de los primeros líderes políticos argentinos en emitir su sufragio fue el presidente Alberto Fernández, quien llegó hasta la Universidad Católica Argentina, ubicada a escasos metros de la Casa Rosada, para emitir su sufragio. “No responderé”, dijo Fernández a la prensa al ser consultado sobre alguna autocrítica sobre su gobierno y la ventaja que podría tener Milei al final de la jornada. “Estamos en veda electoral”, argumentó.
En Argentina la veda electoral es muy distinta a la observada en Chile, ya que la propaganda puesta antes de 48 horas de la elección no se retira y las fachadas de las instituciones estatales se tiñen con pancartas del candidato oficialista. Por eso, aún en las calles era posible ver grandes afiches con los rostros de los candidatos el día de la elección.
El segundo en votar fue el candidato del oficialismo, el ministro de Economía, Sergio Massa, quien llegó al mediodía a sufragar y que estuvo cerca de 40 minutos haciendo fila, sacándose selfies con quienes se le acercaban y respondiendo preguntas de los periodistas. Sonriendo, Massa respondía a todos los saludos, acompañado de su hijo, un joven influencer en redes sociales.
argentina2.jpeg

“Me motiva que se fortalezca la democracia y votar a la fuerza política a la cual mis ancestros me inculcaron levantar su bandera, de la justicia social. Veo que Massa puede ganar, estoy confiado, más allá de las adversidades. La gente tomó conciencia escuchando a los candidatos de derecha, que quieren privatizar la salud y la educación y a la gente le asusta eso”, comenta a Interferencia Héctor, un hombre originario de Jujuy y que vive hace treinta años en una villa popular de Buenos Aires.
Massa llegó pasadas las 19:00 h hasta el “búnker” ubicado en el centro de la ciudad, en donde cerca de cuatro mil adherentes transitaron de la desesperanza a la alegría al saber que Massa pasó a segunda vuelta.
“Voto con esperanza. Para que el país salga mejor, para todos. No hay una mejor opción, yo creo que estamos votando el menos peor. Decidí el voto en la urna. Para mi, Milei no es opción, veo que es más la opción entre hombres y el concepto anticasta, que viene de una persona sin experiencia, que nunca estuvo en el Gobierno, no me parece bien”, comentó a este medio Victoria, una joven de 23 años.
Massa llegó pasadas las 19:00 h hasta el “búnker”, ubicado en el centro de la ciudad, en donde cerca de cuatro mil de adherentes transitaron de la desesperanza a la alegría al saber que Massa pasó a segunda vuelta.
Ya a las 13:00 h había votado Patricia Bullrich. "Seré presidenta", dijo Patricia Bullrich tras emitir su sufragio en el elegante barrio de Palermo. Se demoró más de media hora en llegar a su mesa de votación, debido a que decenas de adherentes se acercaban a pedirle una foto. Ante la pregunta de los periodistas sobre qué iba a hacer tras emitir su voto, afirmó que almorzaría una milanesa.
Bullrich esperó los resultados en el centro de convenciones propiedad del sindicato de comerciantes, un gremio muy cercano al macrismo. En el comando, los ánimos fueron decayendo conforme fue pasando la jornada, a pesar de los buenos resultados en la capital Argentina. En el lugar, había más periodistas que adherentes de la candidata.
“Vengo a votar con un sentimiento de patriotismo, pero no de peronismo. Era peronista, pero ya no soy más peronista. Porque me defraudaron” cuenta a Interferencia Jorge, un hombre de 70 años, saliendo de una sede electoral ubicada en Palermo.
“Me inclino por Bullrich, porque la veo más sincera que los otros. Quiere sacar a los kirchneristas, que son re millonarios y nadie los investiga. Y Massa es un panqueque, no estaba con Cristina y después está con ella”, agrega.
“¡Pelotudo!”, le gritó un motorista que pasó por el lugar, pero fue una de las pocas expresiones en su contra, mientras que la mayoría lo alentaba. “¡Aguante la libertad!”, le respondió al motorista uno de los votantes del libertario.
“Bullrich me parece que es una de las pocas personas serias y que puede poner orden en el país. Massa seguro no lo voto y Milei me preocupa”, comenta Alejandra a este medio, en una pausa como apoderada de mesa de la candidata de Juntos por el Cambio.
Cumpleaños no tan feliz
Este 22 de octubre era el cumpleaños de Javier Milei, el candidato de la coalición La Libertad Avanza, y quien logró pasar a segunda vuelta, aunque con un segundo lugar que no se esperaba tras los resultados de las PASO en agosto.
Durante el día se vio confiado y sonriente. A pesar de que estaba programada su votación a mediodía, finalmente llegó a la zona de Medrano cerca de las 13:00 h, en Buenos Aires, que estaba repleto de periodistas, cámaras y también cerca de 200 adherentes, la mayoría jóvenes, que lo esperaban para sacarle fotos y que planeaban cantarle “el cumpleaños feliz”.
“¡Pelotudo!”, le gritó un motorista que pasó por el lugar, pero fue una de las pocas expresiones en su contra, mientras que la mayoría lo alentaba. “¡Aguante la libertad!”, le respondió al motorista uno de los votantes del libertario.
elecciones_3.jpeg

Milei llegó a votar con su hermana, Karina Milei, en un auto que lo dejó en la puerta del lugar de votación. Ya salir del auto fue un caos. Cientos de personas y periodistas se apretujaron y empujaron para acercarse al candidato, lo que impidió que se escuchara “el cumpleaños feliz”. Sus adherentes tiraron pétalos de rosas, que apenas se vieron en medio de los empujones.
“¡Vamos, Javier! Javier es el único que puede hacer el cambio, Javier es el cambio, no hay más nada”, gritaba eufórico un hombre en el lugar de votación del candidato.
“¡Son todos chorros los demás, vamos Javier!”, agregaba otro hombre a su lado.
“No me preocupa la gobernabilidad. Estamos en condiciones de hacer el mejor Gobierno de la historia”, dijo durante un breve intercambio con los periodistas al momento de salir del centro de votación. Por el desorden en el que se dio la salida de Milei, casi no pudo contestar preguntas.
“Tiene ideas rompedoras y a los jóvenes nos llama mucho la atención que los políticos dejen de tener tantos privilegios”, cuenta a Interferencia Juan Martin Boíl, estudiante de periodismo y militante de la Libertad Avanza.
Del cielo llovían pétalos rosados y se escuchaban gritos en contra de la clase política y la gestión de Alberto Fernández. Uno que otro grito de “fascista” se dejó oír en el recinto. El líder ultraderechista votó rápidamente y al igual que las estrellas de rock, salió rodeado por más de 20 policías.
“No me preocupa la gobernabilidad. Estamos en condiciones de hacer el mejor Gobierno de la historia”, dijo durante un breve intercambio con los periodistas al momento de salir del centro de votación. Por el desorden en el que se dio la salida de Milei, casi no pudo contestar preguntas. Apenas pidió un deseo de cumpleaños: “Lograr poner de pie a la Argentina”.
Pasada las 18:00 h se trasladó hasta el hotel Libertador, ubicado a escasas cuadras del obelisco. Hasta el lugar llegaron cerca de 200 adherentes, pero muy lejos de los miles que su comando esperaba. El ambiente era positivo, por el paso de la segunda vuelta, aunque muchos esperaban un triunfo que no llegó este domingo. La mayoría de los adherentes eran varones jóvenes, el sector donde Milei ha logrado convencer con más fuerza.
argentina_7.jpeg

“Milei tiene ideas rompedoras, que rompe con el esquema del sistema político tradicional. Creo que a los jóvenes les llama la atención que los políticos dejen de tener tantos privilegios", cuenta un votante del libertario.
“Estoy emocionado, veo que el país ve una candidatura que nunca había visto y creo que la gente tiene más ganas de votar. Yo voté por Milei y las propuestas que planteó me parecen interesantes”, afirmaba a Interferencia Francis, un albañil de 22 años, vecino de la Villa 31 en Buenos Aires.
De todas formas, por la noche en el “búnker” de Milei, sus adherentes le volvieron a cantar el “cumpleaños feliz”, esta vez sin empujones ni aglomeraciones, pero con los resultados que lo posicionaron en el segundo lugar para el balotaje.
Comentarios
Dicen que la web de
Añadir nuevo comentario