Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Viernes, 18 de Julio de 2025
[Newsletter La Semana]

Trump, un Roosevelt distópico para Occidente

Andrés Almeida

donald_trump_y_franklin_d._roosevelt.png

Donald Trump y Franklin D. Roosevelt.
Donald Trump y Franklin D. Roosevelt.

La reciente novedad es que Trump avisa que podría buscar un tercer mandato con el cual consolidar sus reformas, pero la enmienda 22° de la Constitución permite solo una reelección en la vida de un Presidente de Estados Unidos, lo que veta -por ejemplo- a Barack Obama como candidato y lo que impediría que Trump se presente nuevamente. Esta enmienda entró en vigor 1951, y fue planteada por Franklin Roosevelt, quien ha sido el único presidente que ha gobernado durante cuatro períodos y que legisló para corregir esa situación.

Una de las motivaciones electorales más fuertes que planteó Donald Trump fue revertir la sensación de decadencia por la que atraviesa Estados Unidos, ante su pérdida de influencia en el mundo, en manos fundamentalmente de China, y ante su incapacidad de resolver sus graves problemas internos y traer prosperidad para sus grandes mayorías.

En su primer mandato, Trump, poco o nada pudo hacer, con los demócratas todavía fuertes en el Congreso y en los estados, y con la pandemia del Covid, razón por la cual no fue reelecto en 2020. Cuatro años después, habiendo barrido con los demócratas, el mandatario usó lo que se conoce como la ‘luna de miel’ -el periodo inicial de cualquier gobierno, caracterizado por altos grados de confianza de la opinión pública en el nuevo gobernante- para aplicar medidas altamente disruptivas. Las cuales han hecho girar décadas de políticas estadounidenses y que tienen al mundo patas para arriba.

La reciente novedad es que Trump avisa que podría buscar un tercer mandato con el cual consolidar sus reformas, ante la perspectiva de muchos que apuestan a que el Presidente no será capaz de girar de manera definitiva el transatlántico que es Estados Unidos, por lo que solo hay que esperar a que se caiga o su tiempo expire.

La enmienda 22° de la Constitución permite solo una reelección en la vida de un Presidente de Estados Unidos, lo que veta -por ejemplo- a Barack Obama como candidato y lo que impediría que Trump se presente nuevamente. Esta enmienda entró en vigor 1951, y fue planteada por Franklin Roosevelt, quien ha sido el único presidente que ha gobernado durante cuatro períodos, y quien legisló para corregir esa situación.

Algo a lo que Trump parece no querer resignarse, según sus recientes palabras con las cuales no descartó el acceso a un tercer mandato. Según el Presidente -en entrevista con NBC- “no está bromeando” al respecto, y reconoció que una vía era propiciar un enroque con JD Vance, quien una vez electo como Presidente renunciaría para que Trump -como candidato a Vicepresidente en la fórmula- reasuma el cargo. De todos modos, Trumo dijo que “es demasiado pronto para pensar en ello”.

Si bien el camino a una reelección es más complejo que eso, pues la enmienda N° 12 establece que nadie con inhabilidades para ser Presidente puede postularse a Vicepresidente, la continuidad del proyecto MAGA es algo que comienza a estar en la discusión. Algo que Trump y Vance tratarán de relevar como un asunto de Estado, dado el clivaje histórico, como el que enfrentó la Presidencia de Roosevelt.

Franklin Delano Roosevelt estuvo al timón de Estados Unidos en uno de sus periodos más difíciles (1932-1945), posteriormente a la crisis de 1929 y hasta casi el final de la Segunda Guerra Mundial. Pero, a diferencia de éste histórico mandatario, Trump es republicano y quiere sacar a Estados Unidos de los asuntos europeos, cosa que Roosevelt hizo justamente en dirección contraria al involucrar a su país en esa conflagración.

Esto es meridianamente claro, según las filtraciones de un grupo de Signal en el que altos funcionarios estadounidenses discuten su ataque a Yemen con un editor de The Atlantic incluido en el chat, y donde Vance escribió “simplemente odio volver a sacar de apuros a Europa”. Este es el artículo del edirtor Jeffrey Goldberg y Shane Harris en cuestión: Estos son los planes de ataque que los asesores de Trump compartieron en Signal. Y este es un interesante newsletter de Elda Cantú de The New York Times en español, donde se abordan diversos aspectos de la filtración, aunque no toca el aspecto humanitario ni de las bajas civiles yemeníes.  

Sin embargo, al igual que Roosevelt, el actual Presidente está emprendiendo medidas económicas fuera de toda ortodoxia liberal. Mientras que Roosevelt creó el New Deal para sacar a Estados Unidos de la Gran Depresión, aplicando las ideas de John Maynard Keynes, quien planteó que el Estado puede -y debe- reactivar la economía a través del gasto público y la participación en sectores clave, Trump se volcó a una aventura mercantilista, en la cual usa los aranceles no sólo como un mecanismo de poder para revertir balanzas de pago negativas, sino como instrumentos de política internacional.

En cuanto a Europa, todo indica que el continente deberá buscar mayores grados de autonomía, poder e influencia, pues Estados Unidos ya no es un aliado confiable, incluso si es que lo de Trump es sólo algo transitorio. Ya durante la Guerra de Yugoslavia en los 90 los europeos se dieron cuenta de su incapacidad de resolver por sí mismos sus asuntos de seguridad, pero decidieron seguir dependiendo de Estados Unidos y el marco de la OTAN. 

El vuelo de la alianza atlántica, forjada luego de la Segunda Guerra Mundial que alió a Estados Unidos con Europa Occidental, así lo justificaba, además de la ventaja de no tener que meterse la mano al bolsillo para financiar un ejército europeo de al menos 200.000 soldados.

Pero, eso se acabó no solo por la decisión política de Trump -quien ha proclamado sin ambages estar cansado de financiar la defensa europea-, sino por el fracaso militar de Joe Biden, quien simplemente no pudo doblegar a Rusia militar ni económica ni políticamente, en una guerra proxy, como ya claramente puede clasificarse, si se sigue este reciente artículo de Adam Entous en The New York TimesConclusiones clave de la asociación militar secreta de Estados Unidos con Ucrania.

Donald Tusk, el presidente polaco, planteó el absurdo de que “500 millones de europeos pidan a 300 millones de estadounidenses que los defiendan de 140 millones de rusos”. Hoy, son varios los pensadores que estiman que Europa tiene una oportunidad de convertirse en un tercer actor global de poder real -tras Estados Unidos y China-, si es que maneja bien esta coyuntura histórica y logra sobrevivir como unión política a una guerra comercial, a una amenaza de cercenamiento de su territorio -curiosamente en manos de Estados Unidos y su pretensión sobre Groenlandia, y no de Rusia- y a un gasto militar creciente y altos precios de la energía, al no contar con los baratos hidrocarburos rusos. 

Una tarea difícil, pero que podría tener como primer paso el allegamiento progresivo del Reino Unido -y tal vez Canadá- al bloque. 

En cuanto a los cambios en la política económica, lo más sorprendente no ha sido el proteccionismo económico, pues es algo que no es novedoso cuando es lo que precisamente hace China, con buenos resultados, sino el uso desenfadado de los aranceles como herramienta política. Al principio como excusa, como lo fue el tráfico de fentanilo para -en la práctica- mandar al cuerno el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero en estos días para forzar una negociación directa con Irán respecto de su programa nuclear, o para presionar a Rusia para que acepte algunas condiciones de paz que todavía no están claras.

¿El mecanismo? El mismo que ya se está usando contra Venezuela, gravando con alzas de aranceles a productos de países que compren petróleo venezolano.

Algo que se ve a la distancia como un bluf, pues es de esperar que Trump busque controlar la inflación, la cual va a estar estimulada sí o sí por el alza general de aranceles, por lo que no puede jugar con el precio del petróleo simultáneamente afectando a Venezuela, Irán y Rusia, países que son grandes productores del hidrocarburo. 

Después de todo, la inflación fue también un gran tema de campaña que Trump achacó una y otra vez a Biden, por lo que si realmente quiere una reelección -o la mera continuidad de MAGA- debe partir por que los estadounidenses crean que se puede volver a un pasado de grandeza y, sobre todo, de prosperidad.

 

[Otros artículos interesantes]

Cómo Trump podría ser Presidente hasta 2037 debido a un simple vacío legal en la Constitución, de Nick Allen en The Daily Mail.

La filtración de los planes de guerra de EE. UU. muestra que los aliados de Five Eyes deben "cuidarse a sí mismos", de Mark Carney Leyland Cecco y Eva Corlett.

La guerra de Europa en Ucrania de Jack Watling en Foreign Affairs.

Economista honrado por Trump advierte que aranceles de EE.UU. causarán alza en precios de vehículos de Josh Boak en AP.

China ya ha reinventado el sistema internacional de Michael BG Froman en Foreign Affairs.



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.



Los Más

Comentarios

Comentarios

Añadir nuevo comentario