Un reciente artículo publicado por el medio inglés The Guardian menciona a Chile como uno de los países hacia donde se han expandido los denominados “clubes activos” de neonazis.
Según el medio, se trata de grupos vinculados al fitness y a las artes marciales que operan en gimnasios y parques, y que promueven ideologías neonazis y fascistas.
Estos clubes surgieron en la ciudad canadiense de London, en la provincia de Ontario, una zona con una larga historia de vínculos con el Ku Klux Klan —que se remonta a la década de 1920— y donde en 2021 ocurrió el asesinato racista de una familia pakistaní-canadiense.
Las agrupaciones, que también se han expandido por varios estados de Estados Unidos, se inspiran abiertamente en el Tercer Reich, en el culto al machismo y en una vertiente moderna del hooliganismo del fútbol europeo.
De acuerdo con una investigación del Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo (GPAHE, por sus siglas en inglés), desde 2023 estos clubes han surgido en países como Suecia, Canadá, Australia, Suiza, Reino Unido, Finlandia y, por primera vez en América Latina, en Chile y Colombia.
El estudio señala que existen células en 27 países y que han comenzado a surgir alas juveniles inspiradas en el modelo de las Juventudes Hitlerianas.
La fundadora del GPAHE, Heidi Beirich, indica que el modelo de “club activo” fue diseñado por Rob Rundo, un neonazi neoyorquino que en 2024 se declaró culpable de conspiración por su participación en disturbios ocurridos en manifestaciones políticas en California en 2017.
“Hasta donde sabemos, Rundo no está involucrado directamente con los capítulos del movimiento de forma sistemática, pero las células están inspiradas en él y en la ideología que defiende”, explicó Beirich.
Muchas de estas células en países con grandes poblaciones blancas —algunas de las cuales han mostrado una deriva abierta hacia el racismo y el nativismo en los últimos años— se promueven mutuamente como parte de una lucha global y están conectadas a través de una red de cuentas en la aplicación Telegram.
Otras organizaciones, con un enfoque más político y que participan en manifestaciones públicas, han adoptado este modelo de violencia entrenada como estrategia de reclutamiento y consolidación. Una de ellas es Patriot Front, un grupo de odio protofascista estadounidense conocido por sus marchas públicas y su propaganda asociada a desastres naturales, que se ha vinculado abiertamente con el movimiento de los “clubes activos”.
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