Este viernes 23 de julio se hizo público algo que ya no era una sorpresa: Yasna Provoste competirá en esta elección presidencial como la carta de la Democracia Cristiana (DC).

La hasta ahora presidenta del Senado, anunció su candidatura en Vallenar -región de Atacama- su ciudad natal, sin figuras políticas que la acompañaran ni banderas de la DC entre los asistentes, en una clara señal para desmarcarse de los partidos y atraer a los independientes, en un momento en que la credibilidad y la confianza en las instituciones y en los partidos es muy baja.

Tal vez el único guiño que pudo encontrarse con su raigambre DC está en su esloga; "Ahora Yasna", el que recuerda la consigna de campaña de Eduardo Frei Ruiz-Tagle de 1993, "Frei Ahora".

En su discurso, Provoste dio señales de lo que serán las claves de su campaña: apelar a los independientes, intentando dejar a atrás el peso de ser la candidata de la ex Concertación, coalición en una aguda crisis política y electoral; apelar a su historia, de mujer de origen popular, descendiente diaguita y profesora de profesión; y con un discurso que busca convencer a un electorado que pide grandes transformaciones para corregir la desigualdad y que ve el modelo desgastado, pero que a la vez teme que los cambios terminen siendo contraproducentes, punto en el cual busca competir directamente con la candidatura de Gabriel Boric (Convergencia Social), de Apruebo Dignidad, quien venció a Daniel Jadue -en parte- tocando esa tecla.

“Gracias por acompañarme acá, en mi casa. En esta plaza que, para mí, es símbolo de hogar. Aquí nací y crecí, en esa escuela estudié. Por estas calles he caminado toda mi vida. Aquí vivo, junto a mi familia. Aquí viven mis padres, mi hermano y hermanas, mis amigos y amigas. Aquí viven más de 50 mil hombres y mujeres, en un Chile que no siempre sale en las noticias, pero que también es columna vertebral de nuestra patria”, comenzó su discurso.

"El progreso material del país no solo no fue compartido, sino que abrió un abismo que se ensancha entre quienes tienen y quienes no tienen. Entre quienes toman decisiones y quienes las sufren. Ese abismo, esa violencia sostenida de un sistema entero contra las personas, se transformó en estallido social", dijo Provoste.

En ese sentido, la campaña de Provoste busca relucir la historia de vida de la candidata, tal como en su momento lo hizo Sebastián Sichel para las primarias de la derecha.

“Nuestro país enfrenta un momento desafiante y hermoso. El modelo de desarrollo de las pasadas décadas cumplió su ciclo, después de una dictadura sangrienta. El progreso material del país no solo no fue compartido, sino que abrió un abismo que se ensancha entre quienes tienen y quienes no tienen. Entre quienes toman decisiones y quienes las sufren. Ese abismo, esa violencia sostenida de un sistema entero contra las personas, se transformó en estallido social, en despertar rotundo y sostenido, que exige claramente el fin de los abusos y los privilegios; que exige que las instituciones derroten la desconfianza que las afecta, cumpliendo su propósito de servicio a las personas”, fue el análisis que hizo la candidata sobre el estallido social del 2019 en Chile.

Provoste agregó que busca que su gobierno se haga cargo de llevar a cabo una “redistribución del poder” y de que el Estado “abandone el asistencialismo”, mientras que también hizo un guiño al voto ecologista, cuando se refirió a dejar de lado el modelo extractivista y hacer alusión a la escasez hídrica en varias zonas del país. 

El lío de las primarias

En su discurso Provoste afirmó que iba a comprometerse a cumplir con el método que los partidos definieron para elegir al candidato o candidata presidencial de la coalición Unidad Constituyente. En palabras simples, tiró la pelota a las cúpulas de los partidos, algo que reafirmó tras su intervención, en un punto de prensa con periodistas.

Para varias fuentes consultadas esta semana sobre esta decisión, más allá de que una primaria no es un escenario conveniente para la candidata de la DC, la disputa con Paula Narváez, candidata del Partido Socialista, y Carlos Maldonado, del Partido Radical, parece un escenario no del todo improbable.

La discusión sobre el mecanismo trabará la discusión política del sector durante la próxima semana y -a efectos prácticos- refrena el despegue de Provoste.

Este mismo viernes, en una reunión entre los partidos de Unidad Constituyente, la DC dio muestras de ceder ante la posibilidad de la realización de primarias. 

Aún no está definido si serán primarias convencionales o una consulta ciudadana en algunas ciudades del país. Sin embargo, según trascendidos, las cúpulas se estaría inclinando por ir a las urnas y no con voto electrónico, método que para la DC genera desconfianza, debido a la posibilidad de un militante pueda votar más de una vez.

De todos modos, hay quienes en la ex Concertación que creen que no no hay viabilidad política ni técnica para una primaria. El Servel anunció tiempo atrás que no prestará el padrón, lo que torpedea el voto presencial, y las desconfianzas hacia un voto electrónico no han mermado.

La propia candidata dijo ayer "estoy disponible para cualquier mecanismo abierto, que sea democrático, participativo, y que le dé garantías a los ciudadanos", siendo esto de las garantías una especie de antídoto contra el voto electrónico.

De todos modos, la discusión sobre el mecanismo trabará la discusión política del sector durante la próxima semana y -a efectos prácticos- refrena el despegue de Provoste.

Según el medio digital Ex Ante, frente al costo de que Provoste se vea más atacada por Maldonado y Narváez, candidato que van con menos ventaja al balotaje, la DC había insistido en presionar la bajada de Narváez y Maldonado de sus candidaturas. Sin embargo, el costo de esto iba a ser tener de aliado a un PS molesto y que podía dividirse entre Gabriel Boric y Provoste, por lo que habrían cedido en realizar algún tipo de concesión.

Más allá de si son ciertas o no estas consideraciones, Provoste optó por no hacer una medida de fuerza y anunciar su candidatura a primera vuelta, lo que habría resuelto el asunto, aunque no sin haber remecido la alianza con el PS.

Como sea, el mecanismo de la ex Concertación para seleccionar su candidato corre el gran riesgo de fracasar técnicamente o de no convocar una cantidd de persnas similar a la primaria legal de Apruebo Dignidad, la que entre los candidatos Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (CS), sumó un millón 700 mil votos.

En este escenario -Provoste, en caso de ganar- llegaría un más debilitada a la primera vuelta de noviembre, con la carga de no haber generado el interés que tuvo en la ciudadanía las elecciones entre Daniel Jadue (PC) y Boric, habiendo perdido una semana importante en definir cómo se sube a la papeleta de noviembre.