Hoy fue publicada una carta firmada por 85 ganadores del premio medioambiental Goldman donde exigen al gobierno detener ataques contra defensores del medioambiente, instando a protegerlos y a investigar casos de violencia en contra de ellos. Dirigida a Sebastián Piñera y con copia al fiscal nacional, Jorge Abbot; al ministro del Interior, Rodrigo Delgado; y a la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, la misiva cuenta con el patrocinio de ecologistas, defensores de derechos humanos y activistas de la sociedad civil de 45 países y forma parte de la campaña “Pro investigación de los asaltos a comunidades Mapuche” de Amnistía Internacional.
En el escrito se expresa la preocupación en particular por el caso del lonko Alberto Curamil, quien el pasado 29 de abril fue atacado por Carabineros luego de que acudiera “en ayuda de Elena Paine, una líder mapuche, cuya casa y cultivos fueron quemados” el día anterior. Durante un procedimiento, Carabineros disparó en tres veces cartuchos de perdigones contra Curamil, quien se encontraba con su hijo de 16 años y su sobrino de 19. El lonko recibió el impacto de 7 perdigones, siendo trasladado a un recinto asistencial. (Revise la carta acá y los firmantes acá).
El líder mapuche del lof (comunidad) Radalko en Curacautín, reconocido con el Goldman o "Nobel Verde", quien obtuvo el galardón por su férrea oposición a proyectos hidroeléctricos en el río Curacautín, impidiendo la construcción de dos centrales, no pudo recibir el galardón: el 2019, cuando fue escogido para el premio, se encontraba en prisión preventiva acusado de asaltar la Caja de Compensación ubicada en Galvarino. Luego de 16 meses privado de libertad, Curamil fue absuelto de todos los cargos. Pese a que la Fiscalía de Temuco había solicitado una pena de cárcel de 46 años para Curamil, mientras que la Intendencia de La Araucanía se había querellado, solicitando 50 años en prisión, la absolución fue una decisión unánime, tomada por los tres jueces del tribunal.
"Yo creo que es importante dejar en claro hoy la violencia estatal y policial que se vive y enfrenta acá en el Wallmapu, todo esto tiene que ver con que el Estado obedece los intereses económicos de muchos empresarios que vienen a depredar nuestro territorio. En ese sentido, no conforme con tenerme más de un año pivado de libertad en la cárcel, el 29 de abril intentaron asesinarme, hay otros que corren con la misma suerte, como Alex Lemun, Matías Catrileo, Camilo Catrillanca, o como nuestro hermano weichafe, Pablo Marchant. Sin embargo, nosotros seguimos de pie por la defensa de nuestro territorio y su restitución, por nuestros hermanos que están en diferentes territorios dando la lucha por la vida y por mantener el equilibrio de la vida., dice Alberto Curamil a INTERFEENCIA.
Respecto a la carta, el lonko Alberto Curamil, valora esta acción, “creo que es importante dar esta señal y demostrar que en latinoamérica hoy los poderes económicos tienen la clara intención de depredar los territorios de los pueblos indígenas, donde la muerte es parte de la lucha que damos, como a Berta Cáceres o líderes de otros países, en el Wallmapu estamos en el misma situación”.
El río Curacautín, en tanto, continúa fluyendo sin intervención hidroeléctrica.
Solicitan “se realice una investigación exhaustiva al ataque al señor Curamil”, donde además de los perdigones percutados se le disparó una lacrimógena al interior de su auto, partiendo el vidrio trasero y asfixiando a los ocupantes.
“Nuestra preocupación por el continuo fracaso del gobierno chileno en reconocer y respetar los derechos humanos del pueblo Mapuche”, asegura la misiva. Además del caso de Curamil y el de Elena Paine, los laureados con el Goldman recuerdan el caso de Berta Cáceres, activista indígena hondureña asesinada el 2016 por agentes de la empresa Desarrollos Energéticos (DESA) por su oposición a un proyecto hidroeléctrico en el río Gualcarque.
En línea de evitar nuevos hechos de violencia y persecución en contra de líderes indígenas, solicitan a Piñera “en los términos más enérgicos posibles” llevar a cabo 5 medidas.
Primero, piden la toma de “acciones inmediatas para detener estos ataques agresivos y a menudo letales contra la comunidad mapuche”.
Luego, exigen “se realice una investigación exhaustiva e independiente a la destrucción de la casa de la señora Paine, donde vivía con su hijo de 8 años”.
Tercero, solicitan “se realice una investigación exhaustiva e independiente al ataque al señor Curamil, su hijo adolescente y su sobrino por parte de las fuerzas policiales”, donde además de los perdigones percutados se le disparó una lacrimógena al interior de su auto, partiendo el vidrio trasero y asfixiando a los ocupantes.
En cuarto lugar, piden “que haga todo lo posible para garantizar que la policía y el sistema judicial respeten los derechos humanos, el derecho a la tierra y la autodeterminación de los pueblos indígenas y las comunidades locales”.
Por último, los 85 ganadores del Goldman encargan “encarecidamente que el Gobierno de Chile incluya la ratificación del Acuerdo de Escazú, en términos de una recomendación de política más amplia que podría ayudar a abordar la situación a la que se enfrentan en Chile los pueblos indígenas, así como los defensores del medio ambiente, la tierra y los derechos humanos”.
“Pedimos al gobierno chileno que deje de permitir que las empresas y los empresarios destruyan los recursos naturales de Chile y violen los derechos humanos y de la tierra”, apuntan.
El escrito finaliza asegurando que es imposible solucionar estas problemáticas “sin respetar los derechos del Pueblo Mapuche y otras comunidades indígenas, siendo la agresión a Curamil y Elena Paina “apenas la manifestación más reciente de las políticas brutales y agresivas del gobierno hacia las comunidades indígenas.
“Pedimos al gobierno chileno que deje de permitir que las empresas y los empresarios destruyan los recursos naturales de Chile y violen los derechos humanos y de la tierra”, apuntan.
Comentarios
Es una vergüenza lo que está
Me pueden decir como me puedo
Añadir nuevo comentario