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Viernes, 8 de Agosto de 2025
Cercano a Boric

Cómo fue la salida de Patricio Fernández de la coordinación del aniversario 50 del golpe, y qué esperan las organizaciones de DDHH

Lissette Fossa
Lun Lee

Ayer en la mañana, Fernández Chadwick presentó su renuncia al cargo, lo cual venía siendo solicitado hace días por más de 160 organizaciones de derechos humanos, las que afirman que no definió una propuesta con visión de Estado para la conmemoración, y que apenas se habían reunido con él una vez.

Desde la semana pasada, y con más fuerza el fin de semana, comenzaron a llover las críticas en contra del asesor presidencial a cargo de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, Patricio Fernández Chadwick. El periodista, escritor y fundador del medio The Clinic de 53 años, dio una entrevista con Manuel Antonio Garretón y en ese contexto, acusado por algunos sectores de que sus dichos parecían relativizar las justificaciones para el golpe de 1973, que terminó con la democracia en Chile y dio inicio a 17 años de dictadura militar.

Fernández, amigo cercano del presidente Gabriel Boric, llegó a ese cargo a fines del año pasado. Designado por el mismo presidente, la elección de Fernández generó inmediata sorpresa entre las organizaciones históricas de derechos humanos.

“Lo que uno podría empujar, con todo el ímpetu y con toda la voluntad, es decir: ‘Ok, tú, los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio’”, declaró Fernández en entrevista con Garretón.

Fernández, amigo cercano del presidente Gabriel Boric, llegó a ese cargo a fines del año pasado. Designado por el mismo presidente, la elección de Fernández generó inmediata sorpresa entre las organizaciones históricas de derechos humanos, por no tener ni trayectoria ni cercanía con estos espacios.

Es sabida la cercanía que Fernandez tiene con Boric, a quien conoció durante las movilizaciones estudiantiles del 2011 y con quien comparte principalmente tertulias y “asados”, según cuenta Ex Ante. De hecho, aunque su cargo en un principio dependió, contractualmente, del Ministerio de Culturas, en abril de este año pasó a depender directamente de Presidencia, como asesor del mandatario.

La cercanía con el mandatario era tal, que incluso fuentes de La Moneda afirmaban que “hablar con Fernández” era hablar con Boric.

Pero dicha cercanía con el presidente no se tradujo en cercanía con el mundo de los derechos humanos ni tampoco en un aumento de presupuesto para las actividades relacionadas a la conmemoración del golpe de Estado. Según detalló el Diario Financiero en una nota de enero de este año, el presupuesto del plan es de 43 millones de pesos, que incluye todas las actividades que se pudieran hacer este año. De todas formas, la conmemoración y su planificación a nivel de Gobierno se conforma no sólo por el encargado, designado por el mandatario, sino por una mesa interministerial, presidida por Cultura, y donde también está el ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Interior, Educación y hasta Bienes Nacionales. Eso generaría que podrían realizarse actividades con el financiamiento de alguna de estas carteras, eventualmente.

“Nunca hubo un quiebre entre Patricio Fernández y las organizaciones de derechos humanos, como dijo un diario, porque nunca hubo una relación entre las organizaciones y Fernández, no había relación que se quebrara”, dice Alicia Lira.

Sin embargo, el descabezamiento de este plan deja en vilo la forma en que se conmemorará esta fecha en septiembre. No porque haya dudas sobre si los actos planificados se vayan a realizar, sino porque varias fuentes consultadas por Interferencia coinciden en que lo que se ha hecho hasta este mes es poco, y que incluso se desconcían los actos que estaban planificados para los 50 años. Es decir, en verdad ni siquiera conocían la planificación, a dos meses del 11 de septiembre.

Este punto habría sido el principal impulso para pedir la salida de Fernández Chadwick. Según fuentes relacionadas al mundo de la defensa de los derechos humanos, hace meses que venían observando que había más entrevistas al propio Fernández que actividades relacionadas a la memoria y al golpe de Estado. Finalmente, la entrevista que Fernández tuvo con Manuel Antonio Garretón fue la gota que derramó el vaso.

“Nunca hubo un quiebre entre Patricio Fernández y las organizaciones de derechos humanos, como dijo un diario, porque nunca hubo una relación entre las organizaciones y Fernández, no había relación que se quebrara”, comenta a Interferencia Alicia Lira, dirigente histórica y presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP).

“Se tomó el tema, públicamente, por el lado de la conversación con Garretón, ya que claro que relativiza lo que fue el golpe, pero también pedimos su salida por actuaciones y actitudes anteriores a esa entrevista. Además Fernández nunca fue cercano a las agrupaciones y al mundo de los derechos humanos”, consigna Lira. 

Coincide en esto la diputada del PC Lorena Pizarro, quien por años fue dirigenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.

“Me preocupa mucho que estamos a dos meses del 11 de septiembre y todavía no hemos visto una visión de Estado para conmemorar los 50 años del golpe. Debió conmemorarse durante todo el año. Espero que haya una propuesta -mira lo que digo- y que no las conozcamos. Espero que exista una propuesta, nosotros tenemos el próximo jueves una reunión con el jefe de gabinete del presidente Boric”, señaló Pizarro a Interferencia.

“Solo sé que hasta ahora se han hecho dos actividades a propósito de los 50 años, un acto ecuménico de iglesias cristianas y un acto en honor a Jorge Peña Hen, del que nadie supo mucho. Eran pocas actividades y además no han tenido relevancia", comenta Maercelo Acevedo.

“Con Patricio Fernandez nos vimos una vez durante todo este tiempo. Ni siquiera había una coordinación fluida con él, y una coordinación, hasta ahora, que ha sido bastante deslavada”, afirma el coordinador de la Red de Sitios de Memoria, Marcelo Acevedo.

“Solo sé que hasta ahora se han hecho dos actividades a propósito de los 50 años, un acto ecuménico de iglesias cristianas y un acto en honor a Jorge Peña Hen, del que nadie supo mucho. Eran pocas actividades y además no han tenido relevancia ni han involucrado a la sociedad completa en reflexionar sobre los derechos humanos”, agrega Acevedo.

Tras conocerse las palabras de Fernández en la entrevista con Garretón, más de 160 organizaciones de derechos humanos pidieron al presidente la salida de Fernández. Se sumó la decisión de la Red de Sitios de Memoria, que se restó de un acto planificado para este viernes en Villa Grimaldi, llamado “El árbol de la memoria”, organizado por el equipo del ahora ex asesor presidencial.

Esta mañana la presión fue tal que el periodista decidió dar un paso al costado. Fuentes cercanas a su equipo afirman que su oficina estaba en La Moneda, así que no era raro que esta mañana se dirigiera hasta allá. Sin embargo, ya a primera hora entregó su carta de renuncia al presidente, que horas después compartió en sus redes sociales.

“Mi persona se ha vuelto un escollo para el buen desarrollo de esta conmemoración. El reto es tan grande e importante, que quisiera pedirle entender mi decisión indeclinable de hacerme a un lado”, consigna la misiva.

Fuentes cercanas al equipo que trabaja en la conmemoración de los 50 años aseguran que el equipo de trabajo desconocía la decisión de renunciar de Fernández y que se enteraron por el comunicado oficial de Presidencia. “Los tomó por sorpresa”, cuenta una fuente. Y más aún, desconocen quién tomará la posta, a dos meses de que se cumplan 50 años del golpe de Estado.

No sólo un tema cultural

Una de las críticas que se repite en el trabajo de Fernández y en toda la propuesta del Gobierno para la conmemoración del golpe es el enfoque cultural que se le ha dado. La señal más clara ha sido que el comité ministerial encargado de la conmemoración está presidido por el Ministerio de Cultura. Misma cartera a cargo de la web oficial del proceso, 50.cl

Los dirigentes coinciden en que un punto central para estos 50 años tiene que ver con avanzar en los procesos judiciales, conocer la verdad sobre archivos y documentos que aún mantienen en secreto las fuerzas armadas y en generar garantías de no repetición.

“Los hitos culturales es algo bueno, pero es fácil hacerlo, y no es que nos neguemos a eso, pero además es necesario pensar qué hemos hecho como democracia, pensar en una ley para fortalecer los sitios de memoria, una ley contra el negacionismo, ver cómo avanzar en promoción y protección a los derechos humanos. Por supuesto que vamos a participar en los actos simbólicos, pero también necesitamos un plan de política real, como el plan de búsqueda, que es una iniciativa que valoramos”, reflexiona Marcelo Acevedo.

En la misma línea, Alicia Lira afirma que las organizaciones de derechos humanos valoran la renuncia de Patricio Fernández y esperan que el enfoque de la conmemoración se modifique con la salida del periodista.

“Para nosotros es importante que haya renunciado y valoramos eso, pero creemos que es una oportunidad también para que el Gobierno ponga a una persona idónea para estar a cargo de una actividad tan sensible, como es la conmemoración de los 50 años del golpe”, declara Lira.

“No esperamos que el Gobierno haga una conmemoración como lo hacen los familiares, lo tenemos claro, pero debe hacer actividades que tiene que ver con los valores, lo que está pendiente de parte del Estado con las víctimas y sus familias, y evaluar que aún hay millares de personas detenidas desaparecidas, que no sabemos dónde están sus cuerpos”, agrega la dirigenta.

Ambos dirigentes coinciden en que un punto central para estos 50 años tiene que ver con avanzar en los procesos judiciales, conocer la verdad sobre archivos y documentos que aún mantienen en secreto las fuerzas armadas y en generar garantías de no repetición de las vulneraciones a los derechos humanos.

“La conmemoración debiese tener un sentido de reflexión, primero, de las violaciones a los derechos humanos ocurridos en dictadura y también qué hemos hecho en democracia para la protección de los derechos humanos”, consigna Acevedo.



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Al igual que Alemania hizo con Hitler, se requiere que el estado chileno establezca difunda y eduque sobre la verdad histórica. Que es que en Chile tuvimos una dictadura cívico-militar, no una dictadura militar con cómplices pasivos, ya que el golpe de estado fue ideado por sectores de la sociedad civil en la defensa de sus mezquinos intereses. El concepto cómplice pasivo es una estrategia para evadir el juicio de la historia frente a estos horrores. No errores, HORRORES.

El régimen de la dictadura civico-militar nunca fue derrotado. Pervive en la política, en la economía y en la cultura. Incluso están las mismas personas que fueron personeros y diseñadores del periodo dictatorial. Frente a esa realidad y con un gobierno progresista, a 50 años del golpe fascista, se podría esperar una actitud más firme y clara sobre la condena de la dictadura, la reivindicación de la democracia y la legislación contra el negacionismo y en favor de la verdad completa, la justicia a tiempo y la reparación necesaria. Cuando se habla de "mirar al futuro" y de la "tolerancia con las distintas visiones", se está claudicando y apostando al manto del olvido y a la impunidad de los crímenes de lesa humanidad. Y además hipotecan el futuro democrático del país y la cultura de unidad en la diversidad del pueblo chileno. Mal negocio...

Boric es del FA y como buen representante de ese grupo, llega atrasado a todos lados (incluido el te deum del año pasado), por lo que el atraso en esta comisión es muy propio de ellas y ellos. Eran incapaces de iniciar una reunión de base de acuerdo al horario establecido. Y con respecto a la conmemoración de los 50 años del golpe de estado civil-militar, nuevamente llegarán tarde, improvisando y sin ganas... ni siquiera sabemos (el tanquetazo fue hace más de una semana) qué pretenden hacer. Parece que los 50 años serán tan rascas como las banderitas de la conmemoración del 2do siglo de la república. Cero respeto!!!

De verdad celebro mucho la renuncia del periodista Fernández Chadwich. Frente a una capciosa y equívoca pregunta de uno de los ideólogos de la postdictadura, divaga una respuesta cínica. Las causas del más cruento golpe de estado que ha sufrido nuestra historia tiene nombre y apellido, y el señor Fernández Chadwick no las conoce o no quiere reconocerlas., Le quedó grande el poncho, me queda claro.

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